viernes, 22 de diciembre de 2023

EDIFICIOS: EDIFICIO CALLE VILLEGAS




 
En el número 1-3 de Villegas, y haciendo esquina con Francos, este contundente edificio de Talavera y Heredia.

 

EDIFICIOS: EDIFICIO EL CANO

                





La arquitectura sevillana vuelve a recuperar el ladrillo como material constructivo a lo largo delos años cuarenta y cincuenta. Durante muchos años empiezan a aparecer las primeras unidades habitacionales en la ciudad. Estas primeras urbanizaciones de altos bloques, comienzan a expandirse hacia el sur de la ciudad inicialmente. La razón de la aparición por fin de la construcción en altura en Sevilla se puede encontrar en el aumento de población de la ciudad durante estos años de posguerra con una gran inmigración procedente del campo. No obstante, la oferta de viviendas en Sevilla no era capaz de absorber la demanda, surgiendo algunos barrios de arquitectura marginal en el extrarradio de la ciudad. 

El racionalismo es el estilo elegido para estas construcciones, en unos más visibles, en otros disfrazados bajo un pseudo regionalismo que el régimen franquista se encargaba de avivar.

José Galnares, fue poco a poco moderando su discurso racionalista y esto lo podemos ver en muchos de sus obras de posguerra, muchas encargadas por instituciones públicas y privadas con una gran dosis de academicismo como el Banco de Bilbao o la Delegación de Hacienda. El primer edificio "El Cano" de 1953 es un edificio de planta rectangular. La segunda fase, es un edificio anexo, construido en 1955, de estética similar, cuyo arquitecto es Fernando Barquín. Ambos fueron encargados por la Empresa Nacional El Cano.

El edificio es una propuesta de Galnares quien diferencia claramente tres cuerpos: el primero, de carácter comercial adelantado al segundo y tercer cuerpo, en piedra. De vanos rectangulares, contiene cierto toque academicista en su balaustrada donde el arquitecto abusa de las líneas rectas.

El segundo  cuerpo, racionalista, está formado por una repetición de vanos rectangulares, enmarcados en piedra blanca. Es el cuerpo más alto con un total de siete plantas, dándole un aspecto macizo al conjunto. Es interesante el juego de ladrillo y la piedra de los marcos. Está técnica, el tercer cuerpo, formado por las dos últimas plantas y sendos miradores en las esquinas, le han hecho valer el título de "historicista". Es fácil calificar de "historicista" al estilo por sus dos últimas plantas sin mirar que en las otras nuevas se ven ejemplos claramente racionalistas donde las puertas de entrada hasta la distribución de la fachada del segundo cuerpo. Si bien los miradores y los arcos de medio punto se puede considerar un guiño a la arquitectura tradicional sevillana, ni siquiera las pilastras de los miradores se acercan al modelo regional, sino más a un academicismo ornamental. Por otra parte, conociendo la capacidad de adaptación al cliente que tenía Galnares es probable que el propio promotor le pidiera algún elemento que le diera un aire característico a la obra. Obra racionalista, en resumen, así nos lo muestran muchos de sus elementos, la piel de su fachada con sus vanos rectangulares, la aplicación del ladrillo, el escalonamiento de sus tres cuerpos, e incluso la distribución de sus escaleras.

EDIFICIOS: EDIFICIO OCAÑA CARRASCOSA (EDIF. ABRINES)



Pertenece al período más barroco del arquitecto Juan Talavera y Heredia. En su fachada se observa la típica distribución de ventanales rectangular combinados con otros con arco de medio punto para plantas más superiores.

El bajo aparece retranqueado  respecto de las plantas superiores. Su gran chaflán neobarroco finalizado en una última planta a modo de mirador, inicialmente era un edificio de viviendas, denotan la intención del arquitecto por aportar un hito singular al cruce, que completan otros edificios regionalistas.

La altura del chaflán es también singular, quizás uno de los edificios más alto de la ciudad en 1929. Todos los elementos, por tanto, parecen conjugarse para crear un edifico emblemático. El chaflán aparece rematado por una cúpula de azulejos blancos y azules entre los que se insertan tabiques que albergan remates cerámicos.
Se realiza entre 1927 y 1929 para Faustino Valdés y Emilio Panduro Cadaval, pasando luego a propiedad de Teodoro Ocaña Carrascosa.

jueves, 21 de diciembre de 2023

EDIFICIOS: EDIFICIO DE LOS MAESTRANTES



Casa de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Paseo de Colón en Sevilla. Arquitecto Aníbal González (1927-1930)

Es todo un prodigio de arquitectura dieciochesca, la blancura de la cal y la sobriedad de balcones y ventanas y su sobria entrada, denotan una gran armonía en su conjunto.

La configuración del edificio se basa en dos plantas. En la planta baja se encuentra el despacho principal del Teniente del Hermano Mayor, la Biblioteca, la Capilla y las dependencias para la administración. En la planta alta se sitúa el Salón Principal, el Comedor y el Salón de Espejos, lugar por el que los Caballeros Maestrantes y familia acceden a la Plaza de Toros.

En su interior se custodia una importante colección de pinturas y esculturas, destacando los retratos de los distintos reyes y miembros de la Familia Real y los Tenientes de Hermano Mayor. En su Biblioteca, cubierta con bóveda decorada al temple con motivos taurinos, se conservan valiosos manuscritos sobre crónicas anales, pleitos de hidalguía muy curiosos, cartas de concesión de títulos nobiliarios y libros de gran importancia sobre el pasado de la Corporación. En cuanto al libro impreso versa sobre la genealogía y heráldica, todo lo relacionado con la literatura ecuestre y la tauromaquia, destacan los tratados de jineta y brida y distintas biografías. 

El amplio fondo  documental se subdivide en sectores, cómo el Archivo Histórico, importante no solo para la Corporación sino para la propia ciudad, los libros de cuentas y Datas, los expedientes de ingreso de los Caballeros Maestrantes, planos y Carteles de Toros.

Las alfombras que decoran las distintas estancias han sido elaboradas en la Real Fábrica de Tapices y las arañas que iluminan los salones han sido creadas en la Granja de San Ildefonso.

Los distintos salones lucen espléndidos muebles, lámparas y pinturas de diversa procedencia, todo en un conjunto le dan un toque refinado. Entre las pinturas destacan retratos de los primeros Hermanos Mayores pertenecientes a la Familia Real, entre ellos el de Alfonso XIII que pintó Gonzalo Bilbao, destaca también la magnífica colección de retratos de los distintos Tenientes de Hermano Mayor, proporcionalmente con ello una espléndida aportación histórica.

La Real Maestranza además presta un gran servicio a la cultura de la ciudad, realizando o patrocinando actos académicos, todo ello con la solemnidad que requiere, además es muy importante la acción solidaria que desarrolla entre aquellos sectores más necesitados, colaborando en multitud de actos benéficos, muchos de ellos llevados a cabo desde el silencio informativo.

La sede que hoy ocupa la institución es obra del arquitecto regionalista Aníbal González realizada entre 1927 y 1930. La decoración es del Conde de Bulnes inspirándose en los palacios existentes en Madrid y Aranjuez. Además se le dota de un pasaje elevado que le lleva directamente a la Plaza de Toros.

EDIFICIOS: EDIFIO ALMACENES PEYRÉ




Estos almacenes se ubicaban en una casa palacio de arquitectura señorial, situada en la calle Francos número 50 y calle Álvarez Quintero, que fue residencia, anteriormente, del gran humanista sevillano Argote de Molina, de ahí también que una famosa calle cercana tome su nombre.

Tal era el valor histórico y artístico del edificio fue el el mismo Aníbal González quien llevó a cabo la restauración de los almacenes en 1919.

Estos almacenes estuvieron en funcionamiento hasta 1965, con la llegada de los grandes almacenes.

Es en 2001 cuando se recupera el edificio para albergar un centro comercial moderno, manteniendo la estructura del edificio, su fachada y escaparates. Por supuesto, cabe decir que no se parece a ningún otro centro comercial de la ciudad. Las tiendas están organizadas en torno a su patio central con columnas de mármol que se ha mantenido del edificio original.

Hay una luz preciosa que entra por las cristaleras y además posee una característica extraña en los centros comerciales, es tremendamente tranquilo, sin bullicio y sin ruido.

De centro comercial moderno a un gimnasio. Si Basilio Camino y su familia o el francés Augusto Peyré Sarrat levantaran la cabeza y vieran qué ocupa hoy en día el histórico y elegante inmueble de la calle Francos que fue el eje de sus vidas, quizás se llevarían las manos a la cabeza pero lo primero que harían, seguramente, sería preguntar qué es un gimnasio. Porque ese es el nuevo negocio que va a empezar a funcionar a partir del próximo lunes (abril de 2022) en el ala izquierda del edificio que desde hace siglos da lustre al ensanchamiento de esa vía, otrora corazón comercial de Sevilla y ahora pasto de restaurantes, franquicias, tiendas de recuerdos para turistas y cada vez menos establecimientos de toda la vida.

Donde los primeros abrieron en 1790, Las Filipinas, y el segundo se fundó en 1936, los Almacenes Peyré, cuyo rótulo aún ilustra el frontispicio de un recinto casi siempre dedicado a la industria textil, se aposentará ahora uno más de los 1.200 locales que la cadena de Países Bajos dedicada al culto del cuerpo tiene repartidos por media Europa.
A tres días del estreno todavía quedan zonas por acondicionar en el interior del nuevo gimnasio, pero a través de los grandes cristaleras arqueadas que dan a la calle Francos ya pueden verse, desde hace algunos días, algunas cintas de correr con el característico color corporativo naranja de la multinacional neerlandesa.

EDIFICIOS: EDIFICIO ALMACENES DEL REY




Un edificio que pasa bastante desapercibido a ojos del viandante, tanto foráneo como local, es el antiguo Almacén de Maderas del Rey, también denominado Almacenes de maderas del Segura, entre las actuales calles Arjona y Segura, muy cerca de Reyes Católicos y el Puente de Triana. 

El nombre se debe a la función original del edificio, ya que se construyó con la finalidad de almacenar las maderas de la Sierra del Segura, que descendían por el Guadalquivir hasta Sevilla, de ahí su proximidad al río y al antiguo puerto.

El edificio actual es fruto de la reforma y ampliación a mediados del siglo XX. Originalmente tenía solo una planta. Se construyó en 1735 y, en el plano de Sevilla de Pablo de Olavide de 1771 se tiene la fuente documental más antigua. En él, el almacén de maderas aparece como uno de los edificios destacados de la ciudad extramuros.

Con sus 1.200 metros cuadrados, fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el día 29 de junio de 1985, junto con la Plaza de Toros y el Mercado del Arenal.

Sevilla llega al siglo XVIII muy resentida aún  por el azote de la peste de 1649 que hizo que la ciudad perdiera aproximadamente la mitad de la población. A esto se une el problema que encontraban las principales embarcaciones de la Flota de Indias, cada vez de mayor tamaño, peso y calado, en las poco profundas aguas del Guadalquivir. Cádiz empieza a ganar la batalla en su lucha por convertirse en puerto principal de la empresa americana ya desde finales del siglo XVII, cuando las principales naves salían del puerto atlántico. Las que lo hacían desde Sevilla, tenían que salir a media carga y completar ésta ya en mar abierto, una vez salvada la llamada barra de Sanlúcar, algo que complicaba y encarecía cada vez más el transporte por el Guadalquivir. En 1680 fue fijada en Cádiz la cabecera de las flotas de Indias y el 12 de mayo de 1717, fue firmado el Real Decreto que traspasaba a Cádiz los Tribunales de la Casa de la Contratación y dl Consulado Marítimo.

Cádiz finalmente se hacía con el mando quedando Sevilla en un segundo plano con el traslado de la actividad principal al mar, lo que supuso la entrada de la ciudad en un período de crisis económica del que no llegará a recuperarse del todo hasta el siglo XX.

Felipe V y su estancia en la ciudad durante el Lustro Real, buscará entre otras cosas, aliviar la crisis hispalense, tomando algunas medidas que ayudaran a reflotar la economía local, resentida por la gran epidemia como por la pérdida del control del comercio con América.

Entre estas medidas, la ciudad verá como se traslada la antigua fábrica de tabacos, situada hasta ese momento en casas ubicadas en lo que hoy es la Plaza de San Pedro a una nueva sede, la Real Fábrica de Tabacos (actual Rectorado de la Universidad). En esa época aún extramuros de la ciudad, la antigua fábrica de artillería cobrará un gran impulso, convirtiéndose en la Real Fábrica de Artillería, donde se acometerán obras de reforma y ampliación tanto con Felipe V como con Carlos III.

La Fábrica de Maderas del Rey vino a completar ese impulso industrial con el que la Corona quiere subsanar, en lo posible, la dañada economía de Sevilla. Se situaría extramuros, a las afueras de la Puerta de Triana, junto al río, que es por donde llegaría la madera y justo antes del Puente de Barcas. Ahí los troncos de los pinares de la Sierra del Segura se recogían de lagua con unas pértigas para, desee el almacén, distribuirlos a las Atarazanas, para la construcción y reparación de embarcaciones  y a las grandes obras que se acometían en las citadas Reales Fábricas de Artillería y de Tabacos.

Las Sierras de Cazorla y Segura llevaban ya siglos abasteciendo de madera parte de Andalucía, encontrándose algunas noticias y referencias desde época romana, califal y bajomedieval, siendo más abundantes durante los siglos XVI y XVIII y adquiriendo su momento de mayor esplendor a lo largo del XVIII.

La madera de la Sierra de Segura no abasteció a Sevilla. Entre 1733 y 1836, los Montes de Segura mantuvieron un régimen jurídico especial a raíz del establecimiento del Negociado de Maderas, dependiente del Ministerio de Hacienda: la Provincia Marítima de Segura.

A partir de 1748, con la explotación y administración por parte de la Marina de un espacio, cuya superficie arbolada se extendía en el siglo XVIII desde la parte oriental del antiguo Reino de Jaén, hasta a el Reino de Murcia. La Sierra de Segura surtió de madera a obras de carácter civil y naval, se edificaron y se repararon conventos, iglesias y catedrales, como las de Córdoba y Jaén. Los arsenales de la Carraca, Cartagena e incluso de forma puntual los de Ferrol, se abastecieron de esta madera durante el siglo XVIII. La madera descendía por el Segura hasta el Mediterráneo o por el Guadalquivir, llegando a Córdoba o Sevilla

En la actualidad, el edificio consta de tres plantas. La baja, dedicada a locales comerciales y servicios y dos plantas de viviendas. El edificio original lo formaba solo la planta baja, coronada por unos cuerpos aislados rematados por tímpanos de doble curvatura similares a las espadañas, excepto en las esquinas, donde se remataba por cuatro pequeñas torres de vigilancia o garitos. Estas garitas de los ángulos están rematadas por cúpulas esféricas y tímpanos triangulares. De la cubierta sobresalen gárgolas en forma de cañón para el desagüe de la misma. Todo ello proporciona un aspecto representativo de la arquitectura industrial del barroco sevillano tardío, a la vez que un cierto aire colonial.

El Almacén de Maderas del Rey estuvo en funcionamiento como tal hasta mediados del siglo XIX. A la construcción del Puente de Isabel II y con ello la desaparición del Puente de Barcas, que hacía de final del camino a las maderas, se le unió la llegada del ferrocarril pocos años después, algo que trajo consigo un cambio en el transporte de la madera que a partir de ese momento llegaría en tren.

El edificio llegó a estar en estado de abandono pero al urbanizarse la zona, el edificio perdió solamente su cara al adosarse un nuevo edificio a la vieja construcción, conservándose el resto, decidiéndose realizar un proyecto para cambiar su uso y mantenerlo en pie.

Alberto Balbotín será quien realice la ampliación en 1958, dotando al edificio original de dos plantas superiores dedicadas a viviendas. El patio central se cubriría albergando la estación de autobuses de la empresa Damas S.A. hasta la construcción de la estación de la Plaza de Armas actual. En torno a dicho patio, se organizaba el acceso a la crujía de viviendas mediante una galería perimetral.

Desde la gran anchura del muro de la construcción original, las fachadas de la nueva parte construida se retranquean con respecto a la de la planta baja, haciendo resaltar los citados salientes de espadañas   y garitas antes citado, algo que resalta aún más por hacer las esquinas cóncavas en la parte nueva de la construcción. Esto sirvió también para que se aprecie la diferencia entre el edificio original del siglo XVIII y el añadido posterior del siglo XX. Aunque ahora el edificio pintado de color blanco, estuvo pintado anteriormente a semejanza de la arquitectura industrial urbana del barroco sevillano, con los paramentos lisos en color blanco y los elementos salientes en albero.

EDIFICIOS: EDIFICIO VIAPOL




Sevilla es una ciudad milenaria, un crisol de culturas que han visto pasar por sus calles desde enigmáticos tartessos hasta orgullosos musulmanes... Una tierra llena de esperanza de intrigas, de secretos y de misterios...

Uno de esos nuevos misterios de la ciudad hispalense lo encontramos en una de las edificaciones “nuevas” de la ciudad. Un edificio emblemático y de gran importancia administrativa. Se trata del edificio Viapol, edificio destinado, entre otras funciones, a ser los renovados Juzgados de Sevilla.

El edificio Viapol está en la avenida de Ramón y Cajal, junto al popular barrio de San Bernardo, tiene una extensión dedicada a oficinas de 33.000 metros cuadrados, albergan gran cantidad de empresas y servicios públicos y, sin dudas, su nombre evoca innovación y nuevos tiempos para la ciudad. En el Edificio Viapol encontramos la sede de los juzgados de primera instancia, el registro civil y sala de bodas así como numerosas empresas que destacan en sus respectivos sectores.

Pero no es que estemos actuando de agentes inmobiliarios y tratemos de “colocar” en el mercado éste singular edificio. Lo que nos ocupa del mismo son los hechos paranormales que en él han acontecido y que son muy desconocidos para el ciudadano de Sevilla e incluso para el buscador de misterios.

Y es que los funcionarios que allí realizan su labor aseguran que existe un fantasma en las instalaciones de Viapol. En el interior del edificio los vigilantes que controlan las cámaras de seguridad han narrado como a través de los monitores han observado una extraña sombra, oscura, difusa, que pasea por la planta del mismo. Una noche fría decidieron ir a ver que provocaba, o quién proyectaba, esa sombra y la sorpresa fue que la planta estaba desierta, no había nadie, tal y como esperaban, en la misma...

Transcurre lentamente el tiempo para aquellos que realizan su labor en Viapol, cada vez son más los trabajadores que inquietos saben de la otra realidad que se manifiesta en su interior. Algunos vigilantes de seguridad se dan de baja, los compañeros murmuran y rumorean: ascensores que se ponen en funcionamiento de noche cuando no hay nadie en el edificio y se paran todos en la misma planta, luces que tienen un comportamiento anómalo, inteligente, objetos que se mueven solos... Un trabajador afectado por estos incidentes comentaba haber tenido una extraña visión bastante desagradable “una visión de una persona descuartizada”... ¿Un sueño o una cruda realidad de otros tiempos? En torno a todos estos fenómenos sólo hay silencio y hermetismo, pero su existencia es tan real como la vida misma...

Uno de los empleados que allí desarrollan su labor comentaban para esta revista: “aquí pasan cosas muy raras, a veces sientes como te llaman por tu nombre y estás solo en la sala. En otras ocasiones el aire acondicionado se pone solo o el ordenador arranca sin venir a cuento... Todavía si se apaga solo pues tiene un pase...¡¿Pero encenderse?! Otras veces vas al servicio y cuando te vas a ir las cisternas se accionan solas, y no están mecanizadas o las luces parpadean...”

Y no es el único testimonio, una empleada (se preserva la confidencialidad de las identidades), una empleada del edificio entro en los servicios cuando de repente no podía salir de ellos... “Era como si una fuerza tirara de la puerta y no me dejara salir, de repente el secador de mano de activó solo y las luces parpadearon... Fue todo como una pesadilla, un mal sueño, cuando salí de allí no dejé de llorar. Allí hay algo”.

El más reciente de los testimonios apenas tiene unas semanas, de nuevo una “víctima del misterio” se encuentra con lo extraño: “estaba acabando mi trabajo cuando sentí un golpe detrás mía, miré y se habían caído una pila de expedientes. Pensé que estarían mal asentados y se fueron resbalando hasta caer. Los cogí del suelo, los puse bien y los coloqué en la mesa del compañero... A los 5 minutos otra vez se cayeron. Esta vez me dejó más mosqueado... Lo volví a coger, hice dos montones y los coloqué en la mesa, pero nada, al rato ambos montones cayeron. Entonces me levanté y una fuerza invisible me empujo sobre la silla sobre la que caí... Fue una experiencia terrible, aquel lugar está maldito”.

La función a la que está dedicada el edificio hace inviable, se deniegan, una investigación, no obstante se han realizado diferentes ruedas de entrevistas a testigos, se han grabado varias psicofonías y nuevamente lo evidente es innegable: la realidad de un fenómeno inexplicable en el edificio Viapol.

Javier Ronda, experto en información de Juzgados, escribía no hace demasiado tiempo de otros "fantasmas" en el interior del edificio: “La sala, de unos 60 metros cuadrados y donde trabajan once funcionarios, sufre temblores desde hace dos meses. Los técnicos de la Junta de Andalucía ya la han revisado y, pese a las bromas entre los usuarios sobre la posible existencia de fenómenos paranormales, la causa puede ser más prosaica, ya que el origen de las vibraciones puede estar en el equipo de refrigeración. Esta sala está ubicada en la cuarta planta del edificio de Viapol y es la única que padece estos «fenómenos», unos temblores constantes del suelo. Se espera que los arquitectos atajen el problema”.

Sin embargo el temor y la inquietud se cimentaban en las extraordinarias experiencias que muchos trabajadores están viviendo en su puesto de trabajo en este emblemático edificio llamado Viapol.

miércoles, 20 de diciembre de 2023

EDIFICIOS: EDIFICIO CALLE GAMAZO



 













Fue realizado por Juan José López Sáez en 1933. Es un edificio realizado en un lenguaje ecléctico, probablemente se trate del último edificio construido en este estilo en Sevilla. Sin embargo, en su fachada encontramos referencias al Barroco madrileño con el que López Sáez había estado en contacto. 

El edificio sorprende, sobre todo, por su balcón de forja que hace esquina. Esta magnífica obra de forja es una de las más interesantes de la época. En ella, encontramos referencias al estilo predominante del edificio como las ventanas con esquinas suavemente redondeadas , apareciendo rematada por jarroncillos.

Otro aspecto a destacar es la piel de su fachada simulando grandes bloques de piedra. Su decoración está muy simplificada, aunque sin poder calificarse de Art Decó, por sus pretensiones formales decimonónicas. se observa cierto pudor en el arquitecto en aplicar totalmente un diseño ecléctico. Por ello, se pueden ver numerosos con formas escalonadas.

En conclusión, se trata de una obra atípica, con un estilo peculiar que muestra el tira y afloja que existía en la ciudad entre el movimiento moderno y la arquitectura más tradicional. Una obra que, probablemente en los años treinta, solo podía realizar un arquitecto como José Luis López Sáez

EDIFICIOS: EDIFICIO DEL BANCO SANTANDER


 

En el primer tramo de la Avenida de la Constitución, acera de la izquierda, podemos ver un magnífico edificio que hoy pertenece al Banco de Santander pero que nació como sede del antiguo Banco Central.

El edificio fue construido en 1952 bajo proyecto del afamado arquitecto D. Vicente Traver.
Es curioso, este primer tramo de la Avenida de la Constitución se llamó anteriormente "Calle Génova", en honor a los comerciantes y banqueros genoveses que se habían instalado en ella.

Hoy en día no son genoveses, pero igualmente las entidades bancarias más importantes del país, incluida el Banco de España, tienen su sede en esta avenida.

martes, 19 de diciembre de 2023

EDIFICIOS: EDIFICIO BANCO DE ESPAÑA


 


La sucursal de Banco de España en Sevilla se inaugura el 15 de febrero de 1875, en una casa de la calle de la Estrella que se amplía mediante compra del edificio adyacente, pasando a tener su entrada por la calle de los Pajaritos. El Banco comienza su actividad con el ingreso de un millón de pesetas que realiza la viuda de D. José María Adalid, corresponsal hasta ese momento del Banco de España en Sevilla. De ese millón de las antiguas pesetas, se envían 750.000 a Madrid, destinándose el resto a las necesidades de la plaza. 

El Banco de España inicia sus actividades bajo la dirección de D. Mario de la Escosura. La sucursal permanece en la calle de los Pajaritos hasta 1928, trasladándose entonces a su ubicación actual, en el n.º 17 de la plaza de San Francisco.

El edificio actual del Banco de España en Sevilla se inaugura el 8 de diciembre de 1928. El proyecto ganador del concurso para su construcción es del arquitecto D. Antonio Illanes del Río. Dicha propuesta sufre algunas modificaciones durante su ejecución. La principal de ellas es la eliminación de las columnas de la fachada. Según el marqués de Cabra, subgobernador del Banco y académico de la Real de Bellas Artes de San Fernando, ofrecían al edificio un aire demasiado ostentoso. 

Las obras son dirigidas por el arquitecto D. Ricardo Magdalena Gallifa, auxiliado por D. José Astiz. El director de la sucursal de Sevilla en ese momento es D. Luis García y Fernández. 

El inmueble, de corte clasicista, tiene una superficie construida de 4.588 m2 , levantado sobre un solar de 1.210 m2 , ocupado anteriormente por un antiguo teatro. El edificio consta de tres plantas, planta sótano y azotea. 

Frente a su fachada principal, se encuentra una de las fuentes más antiguas de Sevilla: la fuente de Mercurio. Fachada. Entrada principal.  

El Banco de España desarrolla sus funciones a través de sus centros de trabajo, ubicados en Madrid y en una red de sucursales repartidas por toda la geografía nacional. La sucursal del Banco de España en Sevilla ofrece, entre otros, los siguientes servicios al público: recogida de billetes y monedas falsos, canje de billetes deteriorados, suscripción de deuda pública, solicitud de información de la Central de Información de Riesgos y presentación ante el Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones de quejas y consultas relativas a los servicios bancarios que prestan las entidades de crédito. Otros servicios e información de interés están a disposición del ciudadano en el sitio web del Banco de España.

lunes, 18 de diciembre de 2023

EDIFICIOS: EDIFICIO LA ADRIÁTICA


 











Se levantó entre los años1914 y 1922 en la calle Cánovas del Castillo, actual Avenida de la Constitución. Pero todo el mundo lo ha conocido como Edificio Filella por la hasta ahora famosa confitería situada en su planta baja, punto de encuentro para muchos.

Proyectado por el arquitecto José Espiau y Muñoz para la importante Compañía de Seguros La Adriática, constituye un bello ejemplo de arquitectura ecléctica donde se combinan elementos de ascendencia islámica con otros de estilo plateresco y otros claramente regionalistas. El edificio se construye en pleno auge constructivo de la ciudad con motivo de la apertura y el ensanche de la Avenida y próximo al gran evento de la Exposición Iberoamericana de 1929.

La particularidad de su situación sobre un solar de planta triangular con ángulo muy acusado sobre una manzana muy bien ubicada en la configuración de la Avenida con la Plaza Nueva y la Plaza de San Francisco, fue aprovechada por la creatividad de su autor para diseñar un edificio único, con unas perspectivas poco comunes en la ciudad y con unas formas en las que predomina el estilo neomudéjar tan presente en la Sevilla de aquella época.

El elemento visualmente más potente del edificio es su logrado mirador de planta circular que presenta en la esquina, en el estrecho ángulo que forma en la confluencia entre las dos calles; un cuerpo cilíndrico de cuatro pisos con una espectacular galería de arcos sobre pórtico curvo en el segundo cuerpo, que se inspira en los antiguos minaretes árabes y que se corona con una vistosa cúpula de azulejos vidriados policromados recuperada de la original sustituida anteriormente por un cuerpo almenado.

Además de lo conseguido de esta composición es de admirar su esmerado estudio cromático, basado en la combinación de paños de ladrillo rojo con otros lisos en color crema; los tramos revestidos de cerámica policromada y las franjas blancas con relieves de jarrones y grutescos.

La fachada a la Avenida de la Constitución forma como un cuerpo aparte, organizado entre dos estrechos miradores verticales; el más extremo con una altura más que el resto. Entre ellos queda un cuerpo horizontal retranqueado que se aprovecha para incluir en el nivel principal otro mirador cerrado por columnas de mármol y barandillas de forja, similar al del cuerpo cilíndrico, sobre el que se crea un aterraza cubierta revestida de tejas vidriadas.

Todo el conjunto del edificio combina los arcos peraltados de perfil rebajado enmarcados por alfiz, de clara inspiración islámica, con arcos apuntados al más puro estilo gótico. Y en su decoración aparecen con profusión las clásicas franjas de frisos con relieves de grutescos enmarcando huecos, y en pilastras exteriores separando los arcos del mirador curvo.

Lo curioso es que visualizamos rápidamente la fantástica cúpula que remata el edificio, sin embargo dicha cúpula original fue derribada a finales de los 70, siendo recuperada fielmente en 2003 a iniciativa de la empresa Renta Antigua López-Brea.

De carácter similar realizó el propio Espiau otro edificio llamativo en la ciudad de Sevilla -que pasa bastante más inadvertido-, conocido como Ciudad de Londres, en una de las esquinas de la calle Cuna.


En esta foto anterior a su construccion vemos que antes su solar estaba ocupado por otro bonito edificio de tres plantas, el cual contaba con un comercio en sus bajos y que fue derribado para dar paso al edificio que conocemos hoy en dia…



EDIFICIOS: EDIFICIO PARA MAURA LABANDA




1921-23 Casa para Maura Labanda. Calle Feria, núm. 64 esquina calle/Cruz Verde
 

EDIFICIOS: EDIFICIO EN LA CALLE TEMPRADO
















1914 Edificio de viviendas. Calle Temprado, núm. 10. Obra de José Espiau y Muñoz

 

EDIFICIOS: EDIFICIO LA CASERA




La fábrica de Gaseosas "El Progreso Industrial" constructora de este edificio en 1929 y presidida por el empresario Juan Lamadrid, fue adquirida, hacia 1950, por la empresa "La Casera". Con el tiempo esta fábrica de gaseosas desapareció y, entonces, el edificio fue adquirido por una entidad bancaria.

Construida por Antonio Arévalo Martínez (1921-1929) es de planta rectangular y se organiza originalmente en dos partes diferenciadas. En la crujía paralela a Luis Montoto se desarrollaba la producción, mientras que la zona de oficinas y laboratorios daba a la calle Santo Domingo.

La composición de la fachada recuerda la influencia historicista que se concreta en la ordenación simétrica a partir de un cuerpo central(portada en planta baja y triple hueco en la superior) que organiza cuatro módulos a cada lado definidos por los vanos y que remarcan las esquinas con un apilastramiento pronunciado a modo de torreones.

Utiliza un lenguaje neobarroco con elementos figurativos de tema industrial (ruedas dentadas, instrumentos científicos y el inevitable reloj del orden y el progreso). Las molduras son de ladrillo tallado.

Es uno de los escasos ejemplos de arquitectura industrial que se integra plenamente en la trama de la ciudad conformando el parcelario y que se resuelve a nivel estilístico en clave historicista con rasgos regionalistas.

Este edificio es un interesante testimonio del proceso industrializador llevado  a cabo en la antigua calle Oriente, hoy Luis Montoto. Se encuentra en una zona de arquitectura residencial y comercial consolidada. Al igual que en el Porvenir, el barrio de Nervión también fue colonizado por pequeñas fábricas y almacenes. En Nervión apenas quedan edificaciones industriales debido sobre todo a la gran transformación sufrida por la antigua calle Oriente.

EDIFICIOS: EDIFICIO CALLE RIOJA
















Este edificio es uno de los últimos de estética modernista que se construyó en Sevilla, en 1912,. Su arquitecto Antonio Arévalo Martínez, autor de otro edificios edificios modernistas como el laboratorio municipal, no realizaba habitualmente edificios particulares.

Se sitúa en un lugar emblemático, en el cruce de la calle Rioja y Sierpes. Y se caracteriza por un gran panel cerámico realizado por Mensaque y donde se ve, además la firma del arquitecto. Este paño cerámico representa al dios Mercurio arrodillado ofreciendo a una divinidad una bandeja con flores y una jarra.

La ornamentación floral está también presente en la forja de los balcones, balcones que en su planta superior son redondeados proporcionando movimiento a la fachada. Ciertamente la obra es una mezcla entre el modernismo y el clasicismo, este último está presente en la balaustrada que cierra la azotea o en los capiteles de volutas de las pilastras que recorren la fachada.

EDIFICIOS: EDIFICIO CABO PERSIANA




Ubicado en la calle San Pablo número 2 es conocido popularmente como "Cabo Persiana" y fue construido entre 1938 y 1940. Obra de Rafael Arévalo Carrasco y Gabriel Lupiáñez Gely.

En su origen el edificio se nombraba como la casa de alquiler para Manuel Marcos y al tiempo de su construcción se levantó una notable polémica por su lenguaje racionalista, innovador entonces, dentro de la trama de la ciudad histórica y se llegó a decretar su derribo en 1940 por el Ayuntamiento de Sevilla pero el arquitecto municipal, Juan Talavera y Heredia, se opuso al mismo y consiguió que se paralizase.

Construido entre la Guerra Civil y la Posguerra, la imagen de la obra parecía como uno de los buques de la naviera Ybarra, entonces en Sevilla, cuyos barcos llevaban el nombre de conocidos cabos geográficos, como el Cabo de la Buena Esperanza o el Cabo de Hornos y los vecinos terminaron por llamarle "Cabo Persianas" por el llamativo número de ellas que tenían las ventanas.

Es un inmueble exento de planta cuadrangular irregular muy alargada. Ofrece en alzado dos aspectos muy distintos, el de la Plaza de la Magdalena y el de la calle San Pablo, por un lado; y el visible desde las pequeñas calles laterales. Las fachadas a las calles principales muestran una planta baja de comercios y entreplanta retranqueadas, sobre las que vuela el cuerpo del edificio, de tres plantas horadadas por una secuencia de ventanas entre pilares, con los extremos curvos, en las que hay un claro predominio de la composición en franjas horizontales. Las fachadas de las calles secundarias son completamente lisas, con múltiples distribuidas en toda la altura, abriéndose los vanos de luz de la caja de la escalera con ritmo distinto al de otras estancias.

El edificio está destinado a locales, oficinas y viviendas y cuenta con un sótano refugio tal como establecían las ordenanzas militares de la época. Fue rehabilitado por completo en 2016.

Desde un punto de vista histórico patrimonial, la edificación constituye una de las manifestaciones arquitectónicas del Movimiento Moderno en Andalucía y que, junto a otros edificios representativos de la provincia de Sevilla, fueron inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como bienes de catalogación general por Orden de 22 de julio de 2008 de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y goza del nivel de protección establecido para dichos bienes en la Ley 14/2007 de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía, singularmente en los artículos 23, 24, 43, 59 y 109.

domingo, 17 de diciembre de 2023

EDIFICIOS: EDIFICIO CALLE ARFE














En la sevillana calle Arfe podemos ver este impresionante edificio de estilo regionalista, obra del arquitecto sevillano Antonio Arévalo Martínez en 1921.

Este edificio nos recuerda mucho al del Gallo Azul de Jerez de la Frontera por su redondez, aunque no es el mismo arquitecto el que lo crea. Tiene cuatro plantas, y destaca del mismo sus balcones de forja.

Obra del mismo  arquitecto son: la iglesia de la Concepción, el Bar España de la calle San Fernando, la casa de doña María Luisa Gracia de Tejada en el Porvenir. Es considerado como uno de los maestros del regionalismo, donde se conjuga a la perfección el ladrillo visto, el hierro, sin olvidar las impresionantes cierres.

EDIFICIOS: EDIFICIO PARA MANUEL GARCÍA (II)




Edificio para Manuel García Alonso en la Avenida de la Constitución núm. 4 Obra de José Espiau y Muñoz.

EDIFICIOS: EDIFICIO MANUEL GARCÍA


 

Espiau y Muñoz también dejo un importante legado en la Avenida de la Constitución.  Las viviendas para Manuel García, de 1912-13:


EDIFICIOS: EDIFICIO TODOGOMA

   


Este edificio que hace esquina entre la calle Adriano y el paseo de Colón lleva el nombre de una empresa que estuvo instalada aquí: Todogoma.

El edificio Todogoma. En Adriano 34, esquina con Paseo de Colón y lindante en su parte trasera, con Genil. Un precioso palacete típicamente sevillano de principios de siglo pasado y protegido por su valor histórico artístico. 

Diseñado y construido por José Espiau y Muñoz, genial arquitecto, entre cuyas obras se encuentra el Hotel Alfonso XIII, construido entre 1916 y 1928, por encargo de Su Majestad, el Rey, con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 y con el que guarda, en muchos de sus detalles ornamentales, un innegable parecido estilístico. Parecido que se comprueba, como se aprecia en la foto de la derecha, en la forma de sus balcones, hornacinas superiores, torreones, miradores o incluso, en los remates cerámicos del tejado, jugando de forma soberbia con materiales comunes como el ladrillo, azulejos, maderas, cerámicas y forjas, combinados en un todo armonioso y señorial, como sólo él supo hacerlo. 

A principio del siglo XXI, la familia Pérez Medina restauró este edificio conservando y recuperando su bellísima fachada, sus originales miradores y respetando los materiales y ornamentos de su primigenia construcción. Sin escatimar esfuerzos. Manteniendo tejas, ladrillos, cerámicas, maderas o forjas. Todo y cada uno sus exquisitos detalles. Estudiando azulejo por azulejo, teja por teja, elemento por elemento, aquellos que a pesar de los años, seguían en buen estado de conservación, restaurando uno por uno, aquellos otros que eran recuperables y sustituyendo por otros idénticos, los que el devenir del tiempo había perdido o destrozado completamente. Reconstruyendo fielmente su diseño original. Preservando, en definitiva, una obra singular para la posteridad tal y como Espiau lo concibió.

EDIFICIOS: EDIFICIO PARA ÁNGEL SANZ



El arquitecto juega con la volumetría en primer lugar. La situación de la esquina hace al arquitecto recurrir a una esquina curvada retranqueada con respecto a la fachada de la calle San Pablo. La galería comercial, afortunadamente intacta aparece igualmente retranqueada.

La fachada a San Pablo se compone de cuatro cuerpos. El primer cuerpo está compuesto por cinco varios cuadrados; el segundo, de cinco vanos con arcos de medio punto formando galería al más puro estilo renacentista típico de la arquitectura sevillana del siglo XVI; en el tercer, la altura de los vanos se reducen, duplicándose. El arquitecto remata la fachada con un mirador en el centro de la misma con una profunda decoración neobarroca. La fachada quedó limpia de parte del ornamento, sin embargo se pueden encontrar elementos como el citado mirador, algún escudo en la fachada retranqueada o la balaustrada que decoran los vanos.

Está técnica será usada por Talavera por ejemplo en el edificio de la calle Amor de Dios, 44 (1927) donde el arquitecto adelanta parte de la fachada a Amor de Dios repitiendo la secuencia de vanos cuadrados y vanos con arcos de medio punto en la segunda planta.

EDIFICIOS: EDIFICIO DE LA AUDIENCIA PROVINCIAL



El imponente edificio de la Audiencia Provincial de Sevilla se levanta en el Prado de San Sebastián y en su interior además de las ocho secciones de este órgano también acoge la sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en Sevilla, gran parte de la Fiscalía, la sede del Colegio de Abogados para solicitar letrado de oficio, los calabozos y el Juzgado de Guardia de Detenidos.

El edificio fue inaugurado en los años 70 y cuenta con siete plantas, seis de oficinas judiciales y la última sin uso, ya que en ella se ubican dos viviendas que fueron empleadas en su momento por el representante del Poder Judicial y el fiscal jefe. De hecho, se llegó a realizar un proyecto que incluía su remodelación para utilizar esta planta para el TSJA, pero el plan quedó aparcado. El principal problema es la «falta de espacio», dice la responsable de Justicia del CSIF, Águila Fernández, ya que fue creado para albergar un número menor de funcionarios, jueces y fiscales, que tienen que compartir de despachos hasta de tres en tres. Los calabozos fueron adecentados recientemente, y se dotó de nuevas instalaciones al Colegio de Abogados para la atención al público. Fuentes de la Consejería de Justicia, explicaron que este año se licitará la reforma de los aseos y se adecuarán las oficinas de la Fiscalía.

Junto a la Audiencia está el edificio de los juzgados, de tres plantas. En la actualidad alberga los órganos de Instrucción, al Clínica Forense y los archivos. Este año la Junta abordará las obras para el traslado de los juzgados de Violencia de la Mujer –en la actualidad en la Buhaira–. Estos juzgados vendrán a ocupar el espacio que dejaron libres los juzgados de lo Penal, tras trasladarse a la Buhaira. Recientemente, la Junta también abordó «puntuales obra de adecentamiento, que no remedian en modo alguno las crónicas carencias y deficiencias de unas instalaciones obsoletas e impropias de esta ciudad», destaca el TSJA en su memoria. Además, carece de un acceso adecuado para los detenidos y los juzgados de Instrucción «presentan problemas de seguridad, accesibilidad, archivos, falta de espacios y dependencias de protección de testigos». En este edificio se han producido en más de una ocasión plagas de pulgas, chinches y ratones. Justicia licita este año las obras de los aseos.

EDIFICIOS: EDIFICIO SEVILLA I



El edificio Sevilla I fue uno de los primeros edificios en construirse en la nueva arteria comercial de Sevilla: el eje San Francisco Javier-Luis de Morales. A lo largo de esta avenida se han ido construyendo innumerables edificios de oficinas desde los años 70 hasta principios del siglo XX.

Es uno de los mejores ejemplos del Racionalismo en oficinas en Sevilla. Esta declarado como Bien de interés Cultural por ello. El edificio se compone de dos cuerpos rectangulares, uno sirve como escalera y ascensores mientras que en el otro se dispone los módulos de oficinas. El diseño es puramente racionalista de líneas puras y cristaleras con una geometría simplista, donde prevalece el uso del hormigón.

Sin embargo, todo hay que considerarlo como el conjunto, no solo está el edificio, también se planificó un aparcamiento aledaño, varias zonas ajardinadas junto a la avenida, huyendo así de otro urbanismo imperante como es el caso de Los Remedios. Si bien debemos considerar que en el año de su construcción, 1972, el racionalismo estaba ya en una etapa demasiado avanzada sin arquitectos.

Luis Fernández Gómez y Manuel Trillo de Leyva supieron crear un proyecto contemporáneo y en consonancia con la arquitectura imperante a nivel mundial.

EDIFICIOS: EDIFICIO PEDRO ROLDÁN




Diseñado, en 1925, por José Espiau y Muñoz, fue construido para la casa de tejidos Pedro Roldán. Una vez más Espiau muestra su faceta de arquitectura espectáculo que quizás haga de él uno de los edificios regionalistas más fotografiados por los turistas que visitan la ciudad. Al igual que en la Adriática recurre a un mirador para hacer destacar el edificio. En este caso, un mirador octogonal de inspiración gótica. El edificio posee una clara inspiración italiana.

La cúpula del mirador recuerda a la que realizara para el Duomo florentino Bruneleschi, mientras los grandes ventanales siguen el modelo de loggia veneciano. Era necesario ofrecer una iluminación óptima al visitante de los almacenes Pedro Roldán por ello Espiau elige esta configuración con grandes ventanas, sin renunciar a la estética que ofrecen los arcos conopiales. El interior está reforzada con vigas de hierro que permitían al edificio tener plantas totalmente diáfanas. Estos ventanales, igualmente, respondían a un criterio funcional, ya que proyectaban suficiente luz al interior como para que fueran iluminadas sin necesidad de luz artificial.

Existe un claro esquema cromático en la composición. Esta mezcla cromática responde a criterios puramente comerciales, tan solo hay que comparar este edificio con su edificio anexo de estilo romántico. La composición de colores cálidos como el rojizo del ladrillo y la decoración cerámica azul es uno de los secretos que hacen que este edificio llame poderosamente la atención. Por último Espiau incluye unos pináculos rematando los pilares principales del edificio, idénticamente haría en 1928 con el edificio de la Avenida de la Constitución para Antonio González, donde estos pináculos de tradición herreriana se han perdido. En definitiva una mezcla de estilos, que dan como resultado un edificio de difícil armonía.

CURIOSIDADES: CAMPANAS DE LA GIRALDA

La Giralda cuenta con un total de 24 campanas, de las que 18 son de volteo y 6 de badajo; hay que añadir la campana del reloj en un piso sup...