La fábrica de Gaseosas "El Progreso Industrial" constructora de este edificio en 1929 y presidida por el empresario Juan Lamadrid, fue adquirida, hacia 1950, por la empresa "La Casera". Con el tiempo esta fábrica de gaseosas desapareció y, entonces, el edificio fue adquirido por una entidad bancaria.
Construida por Antonio Arévalo Martínez (1921-1929) es de planta rectangular y se organiza originalmente en dos partes diferenciadas. En la crujía paralela a Luis Montoto se desarrollaba la producción, mientras que la zona de oficinas y laboratorios daba a la calle Santo Domingo.
La composición de la fachada recuerda la influencia historicista que se concreta en la ordenación simétrica a partir de un cuerpo central(portada en planta baja y triple hueco en la superior) que organiza cuatro módulos a cada lado definidos por los vanos y que remarcan las esquinas con un apilastramiento pronunciado a modo de torreones.
Utiliza un lenguaje neobarroco con elementos figurativos de tema industrial (ruedas dentadas, instrumentos científicos y el inevitable reloj del orden y el progreso). Las molduras son de ladrillo tallado.
Es uno de los escasos ejemplos de arquitectura industrial que se integra plenamente en la trama de la ciudad conformando el parcelario y que se resuelve a nivel estilístico en clave historicista con rasgos regionalistas.
Este edificio es un interesante testimonio del proceso industrializador llevado a cabo en la antigua calle Oriente, hoy Luis Montoto. Se encuentra en una zona de arquitectura residencial y comercial consolidada. Al igual que en el Porvenir, el barrio de Nervión también fue colonizado por pequeñas fábricas y almacenes. En Nervión apenas quedan edificaciones industriales debido sobre todo a la gran transformación sufrida por la antigua calle Oriente.
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