Sevilla es una ciudad milenaria, un crisol
de culturas que han visto pasar por sus calles desde enigmáticos tartessos hasta
orgullosos musulmanes... Una tierra llena de esperanza de intrigas, de secretos
y de misterios...
Uno de esos nuevos misterios de la ciudad hispalense
lo encontramos en una de las edificaciones “nuevas” de la ciudad. Un edificio
emblemático y de gran importancia administrativa. Se trata del edificio Viapol, edificio destinado, entre otras funciones, a ser los renovados
Juzgados de Sevilla.
El edificio
Viapol está en la avenida de Ramón y Cajal, junto al popular barrio
de San Bernardo, tiene una extensión dedicada a oficinas de 33.000 metros
cuadrados, albergan gran cantidad de empresas y servicios públicos y, sin
dudas, su nombre evoca innovación y nuevos tiempos para la ciudad. En el
Edificio Viapol encontramos la sede de los juzgados de primera instancia, el
registro civil y sala de bodas así como numerosas empresas que destacan en sus
respectivos sectores.
Pero no es que estemos actuando de agentes
inmobiliarios y tratemos de “colocar” en el mercado éste singular edificio. Lo
que nos ocupa del mismo son los hechos paranormales que en él han acontecido y
que son muy desconocidos para el ciudadano de Sevilla e incluso para el buscador de misterios.
Y es que los funcionarios que allí realizan su labor
aseguran que existe un fantasma en las instalaciones de Viapol. En el interior
del edificio los vigilantes que controlan las cámaras de seguridad han narrado
como a través de los monitores han observado una extraña sombra, oscura,
difusa, que pasea por la planta del mismo. Una noche fría decidieron
ir a ver que provocaba, o quién proyectaba, esa sombra y la sorpresa fue que la
planta estaba desierta, no había nadie, tal y como esperaban, en la misma...
Transcurre lentamente el tiempo para aquellos que
realizan su labor en Viapol, cada vez son más los trabajadores que inquietos
saben de la otra realidad que se manifiesta en su interior. Algunos vigilantes
de seguridad se dan de baja, los compañeros murmuran y rumorean: ascensores que
se ponen en funcionamiento de noche cuando no hay nadie en el edificio y se paran
todos en la misma planta, luces que tienen un comportamiento
anómalo, inteligente, objetos que se mueven solos... Un trabajador afectado por
estos incidentes comentaba haber tenido una extraña visión bastante desagradable “una visión de una persona descuartizada”... ¿Un sueño o
una cruda realidad de otros tiempos? En torno a todos estos fenómenos sólo hay
silencio y hermetismo, pero su existencia es tan real como la vida misma...
Uno de los empleados que allí desarrollan su labor
comentaban para esta revista: “aquí pasan cosas muy raras, a veces
sientes como te llaman por tu nombre y estás solo en la sala. En otras
ocasiones el aire acondicionado se pone solo o el ordenador arranca sin venir a
cuento... Todavía si se apaga solo pues tiene un pase...¡¿Pero encenderse?!
Otras veces vas al servicio y cuando te vas a ir las cisternas se accionan
solas, y no están mecanizadas o las luces parpadean...”
Y no es el único testimonio, una empleada (se preserva
la confidencialidad de las identidades), una empleada del edificio entro en los
servicios cuando de repente no podía salir de ellos... “Era como si una fuerza tirara de la puerta y no me dejara salir, de repente el secador
de mano de activó solo y las luces parpadearon... Fue todo como una pesadilla,
un mal sueño, cuando salí de allí no dejé de llorar. Allí hay algo”.
El más reciente de los testimonios apenas tiene unas
semanas, de nuevo una “víctima del misterio” se encuentra con lo extraño:
“estaba acabando mi trabajo cuando sentí un golpe detrás mía, miré y se habían
caído una pila de expedientes. Pensé que estarían mal asentados y se fueron
resbalando hasta caer. Los cogí del suelo, los puse bien y los coloqué en la
mesa del compañero... A los 5 minutos otra vez se cayeron. Esta vez me dejó más
mosqueado... Lo volví a coger, hice dos montones y los coloqué en la mesa, pero
nada, al rato ambos montones cayeron. Entonces me levanté y una fuerza
invisible me empujo sobre la silla sobre la que caí... Fue una experiencia
terrible, aquel lugar está maldito”.
Javier Ronda, experto en información de Juzgados,
escribía no hace demasiado tiempo de otros "fantasmas" en el
interior del edificio: “La sala, de unos 60 metros cuadrados y donde trabajan
once funcionarios, sufre temblores desde hace dos meses. Los técnicos de la
Junta de Andalucía ya la han revisado y, pese a las bromas entre los usuarios
sobre la posible existencia de fenómenos paranormales, la causa puede ser más
prosaica, ya que el origen de las vibraciones puede estar en el equipo de
refrigeración. Esta sala está ubicada en la cuarta planta del edificio de
Viapol y es la única que padece estos «fenómenos», unos temblores constantes
del suelo. Se espera que los arquitectos atajen el problema”.
Sin embargo el temor y la inquietud se cimentaban en las extraordinarias experiencias que muchos trabajadores están viviendo en su puesto de trabajo en este emblemático edificio llamado Viapol.
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