a.-El cementerio de Curro
Curro, diseñada por el alemán por Heinz
Edelmann, fue la mítica mascota de la Expo 92, todo un símbolo del que se
aprovechó el merchandising de la época. Este alegre pájaro estaba presente en
llaveros, camisetas, peluches y hasta la sanluqueña empresa Ibense Bornay sacó una serie de helados con el Curro como
protagonista. Tampoco faltaron los balancines, a miles en diferentes
establecimientos, bares y comercios. Unos balancines que, 30 años después,
todavía se conservan en un almacén situado en la carretera de Dos Hermanas. El
anticuario familiar Romano Antigüedades es el particular cementerio de un Curro
que sigue vivo en la memoria colectiva de quienes recuerdan de manera especial
aquella exposición internacional.
Unos 40 millones de visitantes (55 por ciento de españoles
y 45 por ciento de extranjeros) visitaron la Expo 92. Entre los más conocidos
estuvieron 17 jefes de Estado de Gobierno iberoamericanos, así como el príncipe
Carlos de Inglaterra o las princesas Diana de Gales y Carolina de Mónaco. Todo
un premio Nobel de Literatura como Gabriel García Márquez también pasó por la
isla de la Cartuja.
A día de hoy se conservan únicamente 29 –entre los que se encuentran el de Andalucía, España, Francia y el de la Navegación– de los 102 pabellones que representaron a los 108 países participantes, 23 organizaciones internacionales y las 17 comunidades autónomas españolas. Una gran parte de los pabellones fueron destruidos al poco tiempo de finalizar la exposición. Durante años, parte de las 215 hectáreas dedicadas al evento han estado en una situación total de abandono. La Asociación Legado está tratando, junto a otras organizaciones, intentar reactivar un lugar al que acuden diariamente más de 35.000 personas para trabajar o estudiar.
d.- Un único superviviente político
José Borrell, el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, es el único de los políticos que sobrevive en el cargo de representante institucional desde aquella exposición universal. Felipe González era por entonces el presidente del Gobierno de España. Manuel Chaves era el máximo exponente de la Junta de Andalucía. Han pasado tres décadas, sólo queda Borrell en activo, pero la política sigue utilizando la Expo 92 para sus campañas.
En el año 92 todavía no había noticias del euro. La
peseta era la moneda reinante en España y para conmemorar la exposición
universal se acuñaron varios modelos que tenían símbolos representativos de
Sevilla en una cara. Por la otra, la imagen del por entonces rey Juan Carlos I. Pasar todo el día en la Expo
92 costaba 4.000 pesetas de la época y también había una entrada (1.000
pesetas) para aquellos que apostaban por visitar la isla de la Cartuja de
noche.
f.- Uniformes de Victorio y Lucchino
Los empleados de la Expo 92 contaron para la ocasión con unos uniformes diseñados por los modistos sevillanos Victorio y Lucchino. La parte superior del uniforme estaba compuesta por una camiseta simulando la bandera española, una prenda que en la España actual hubiera generado mucha polémica.
g.- La transformación total de Sevilla
Sevilla se abría al mundo en 1992 con una exposición que cambió su fisonomía. La ciudad sufrió una revolución urbanística con motivo de este evento. Se levantaron nuevos puentes para reordenar el tráfico y mejorar las comunicaciones con el centro histórico, se construyó la estación de Santa Justa y amplió el aeropuerto de San Pablo. También se restauró el cauce fluvial histórico del Guadalquivir como dársena y se llevó a cabo el soterramiento del ferrocarril.
h.- Puesta en marcha del AVE
La Expo 92 también trajo a España la alta velocidad en el tren. Un día después de la inauguración oficial de la exposición universal, un AVE Madrid-Sevilla realizó su primer viaje comercial. Con una inversión de más de 3.250 millones de euros y una infraestructura de transporte de 470,5 kilómetros, las obras del AVE supusieron en aquella época la mayor obra de ingeniería ferroviaria ejecutada en nuestro país.
Como no podía ser de otra forma en España, la corrupción también estuvo muy presente en una Expo 92 que contó con una inversión por parte de las administraciones de un billón de las antiguas pesetas. Y, en las idas y venidas de dinero, no faltaron los comisionistas.
El por entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón estuvo investigando durante siete años presuntas irregularidades en las cuentas de la Exposición Universal de Sevilla. Pero, tras petición del entonces fiscal Carlos Jiménez Villarejo, el caso quedó archivado sin que nadie explicase por qué se pagaron en comisiones 6.500 millones de pesetas a la sociedad suiza Telemundi.
La celebración de esta efeméride está convirtiéndose
en un viaje al pasado para aquellos niños del ayer que visitaron la Expo y que
hoy recuerdan en redes aquel acontecimiento mundial.
k.-Carta de Curro
Unos meses antes del inicio de la Exposición, todos los sevillanos recibimos esta bonita carta de Curro, la mascota de la Expo 92.
El gran logro de Manuel Olivencia, primer comisario de la Expo 92, fue confirmar la participación de 112 naciones (52 más de las previstas en el Plan Director), 24 organizaciones internacionales y numerosas empresas privadas, superando así a la exposición universal de Osaka (Japón).
La Expo ocupó 215 hectáreas. Estaba previsto construir 300.000 metros cuadrados, pero el resultado final fueron 650.000 metros cuadrados. La Muestra se anticipó a las exigencias de biodiversidad al crear 45 hectáreas de espacio público y plantar 30.000 árboles y 600.000 arbustos de mil especies distintas, y construir 50.000 metros cuadrados de pérgolas con plantas. La superficie ajardinada superó los 300.000 metros cuadrados. Fue, sin duda alguna, el proyecto de jardinería y forestación de Europa. Además, los lagos y los canales ocupaban cerca de 20 hectáreas.
La de Sevilla fue la primera exposición universal que abrió sus puertas durante la noche. Abría cada día desde la 10 de la mañana a dos de la madrugada.
Los jefes de estado y de
gobierno, así como casas reales europeas respaldaron desde un principio la
Expo'92 con su presencia en el recinto. En los 176 días que duró la Expo'92
visitaron la Muestra 37 miembros de familias reales, entre ellos Lady Di y Carlos de Inglaterra, 43 visitas de Jefes de Estado, como Francoise Miterrand, que rompió el protocolo al decidir dar un paseo a pie y
26 visitas de Jefes de Gobierno. El resultado final fue que los sevillanos se
volcaron en la Expo y repitieron en sus visitas, por lo que el saldo final
fueron 41,8 millones de vistas y 15,5 millones de visitantes. La media diaria
fue de 237.583 personas. El día que más visitas tuvo la Expo'92 fue el 3 de
octubre, cuando se registraron 629.000 personas sin que ocurriera «ningún
incidente ni accidente», como bien recuerda Emilio Cassinello, comisario de la
Muestra tras el cese de Olivencia. Se vendieron unos 300.000 pases de
temporada, que valían 30.000 pesetas los de adulto y 15.000 los infantiles.
Los visitantes tuvieron acceso a una amplia oferta gastronómica repartida por
327 restaurantes, bares y cafeterías, de los cuales 98 estaban dentro de los
pabellones. Además, la Cartuja acogió 296 tiendas de concesionarios conectados
a la organizadora a través de terminales de punto de venta que registraron 33,5
millones de transacciones, según recoge la Memoria de la Expo 92.
En el recinto había también guarderías, asistencias sanitaria, 16 oficinas bancarias, 11 oficinas de información y 200 puntos de información electrónica. Esos ordenadores te permitían además un recorrido virtual por el recinto, ver el periódico digital de la Expo'92, reservar en restaurantes, comunicarte mediante mensajería con otros visitantes y te daban información de servicios, espectáculos... «Hoy parece infantil la red digital de servicios integrados, pero en aquel momento el cableado de fibra óptica o las tarjetas con chip incorporado eran una auténtica novedad», recuerda Emilio Cassinello, quien subraya que «en el Pabellón de la UE se retransmitió por primera vez en televisión de alta definición»
La seguridad estaba garantizada con una
comisaría de Policía en la isla de la Cartuja. Más de mil efectivos de la
Policía y la Guardia Civil trabajaron cada día en la Muestra, según Antonio Peláez, otrora director de Seguridad de la Expo'92 y hoy máximo
responsable de Isla Mágica.
Para desplazarse dentro de
la isla, los visitantes contaban con autobuses (unas 100.000 personas lo usaron
de media cada día), trenes neumáticos, seis trenes monorraíl, 106 unidades de
telecabina y los 6 catamaranes. Para llegar a la Cartuja se hizo el mayor
parking construido en el mundo, con capacidad para 36.000 turismos, 1.410
autocares y 2.578 para servicios. Cuatro millones de turismos usaron el
parking.
La Expo'92 trajo consigo
también un ambicioso programa de espectáculos, tanto dentro como fuera del
recinto. En la Muestra se celebraron 30.987 espectáculos en los que actuaron 74.784
actuantes y personas de apoyo en el Auditorio y los teatros Central, Lope de
Vega o Maestranza. El espectáculo más visto en el Auditorio fue «Azabache», con
108.462 espectadores y «Antología de la Zarzuela» con 36.643 espectadores. En
el Teatro Maestranza se representaron, durante seis meses, seis óperas. Las
mejores orquestas, los directores más célebres y todo un abanico de géneros,
estilos y épocas tuvieron cabida en la temporada sinfónica.
Se acreditaron 23.900
periodistas de 8.491 medios. Sólo el día de la inauguración se acreditaron mil
periodistas. Se publicaron 300.000 artículos dedicados a la Expo'92 y se
emitieron 2.000 horas de televisión en relación con la Muestra Universal
37.046 MILLONES DE PESETAS DE DÉFICIT ACUMULADO
La Expo'92 fue un proyecto de Estado que evitó que el
Ayuntamiento de Sevilla se arruinara, como ocurrió en la Expo del 29. El total
de la inversión de la Sociedad Estatal Expo 92 en la isla de Cartuja fue de
130.009 millones de pesetas (casi 800 millones de euros), registrando
finalmente un déficit acumulado de 222 millones, según datos del Tribunal de
Cuentas del Estado.
¿Fue rentable o deficitaria la Expo'92? Para Emilio Cassinello, comisario de la Muestra, en la ecuación de rentabilidad hay que incluir las inversiones realizadas, las rehabilitaciones de monumentos, la introducción de nuevas tecnologías, la creación de camas hoteleras... Visto así, la Expo 92 fue sin duda un proyecto rentable para Sevilla y Andalucía, toda vez que la ciudad renovó su red viaria, aeroportuaria, ferroviaria, recuperó el río y su dársena, se construyeron siete nuevos puentes en Sevilla, se reformó el puerto y se construyó una nueva esclusa, renovó su oferta cultural y hotelera, se rehabilitaron sesenta iglesias, casas-palacios, hospitales, monasterios, murallas... De hecho, la inversión de las administraciones en Sevilla y su área metropolitana alcanzó los 1.6580 millones de euros, según la Memoria de la Sociedad Estatal. Sólo Ciudad Expo —que albergó a los comisarios y participantes— costó 162 millones.
Los países participantes invirtieron en la Exposición Universal 600 millones de euros y 300 millones las empresas participantes. La inversión de las administraciones para la Expo 92 en Andalucía (excluida Sevilla y área metropolitana) fue de 5.200 millones de euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario