El Hotel Cavalta de Triana abrió las puertas en los bajos de su edificio de Balbuena y Huertas. El restaurante toma su nombre del arquitecto Ramón Balbuena y Huertas, autor del edificio de estilo regionalista de 1924 en el que se ubica. Consta de una sala interior con una capacidad para unos 80 comensales. José Luis Pastrana es el chef, que apuesta por el producto de cercanía y presentaciones elegantes. Se come a base de menús degustación que van cambiando por temporada. En cuanto a vinos, disponen de referencias de todos los orígenes, centrándose en los andaluces. También apuestan por la coctelería de autor.
Guillermo Colchero y Bárbara Gómez, dos empresarios sevillanos han decidido lanzarse al ruedo de la hostelería con una fuerte apuesta basada en la calidad y el buen gusto, muy por encima de los miramientos económicos y han instalado, al final de la calle San Jacinto, el que será el primer hotel de cinco estrellas gran lujo del barrio: Hotel Cavalta y su restaurante Balbuena y Huertas. El establecimiento cuenta con una sala interior marcada por la elegancia, con sillones y una amplia bancada de terciopelo junto a mesas de mármol. Además cuenta con una acogedora barra de coctelería y mesas altas italianas para el aperitivo. En el exterior, se encuentran los veladores, con mesas altas y bajas que tienen capacidad para 30 personas. El edificio en el que se ubica data del 1925 y destacan los paneles cerámicos policromados que reflejan la tradición ceramista de Triana.
El regionalismo gastronómico se interpreta como la idea de utilizar ingredientes locales y técnicas de cocina tradicionales para crear platos contemporáneos que reflejan la cultura y la historia de nuestra región. En nuestro caso, implica acentuar el protagonismo de productos andaluces de proximidad y primer nivel como el aceite de oliva, los pescados y mariscos del Atlántico y del Mediterráneo, las carnes y embutidos de Sierra Morena, los vinos de Jerez y Montilla-Moriles, los quesos de productos andaluces, los panes artesanales o los productos frescos de la huerta sevillana.
El concepto gastronómico es de los "para dejarse llevar". Tienen buena parte de sus platos de carta en versión tapas, pero lo ideal es ir a este sitio y apostar a caballo ganador. El nombre del caballo es "menú degustación con maridaje". A un potente, sabroso y contundente menú, s ele suma la versatilidad de la coctelería con vinos de Jerez como protagonistas para poner en valor que, en muchas ocasiones, uno más uno no son dos, sino doscientos. La elaboración de dichos cócteles se realiza en vivo. Un plus más a sumar a este espacio cuya dirección ha decidido que sea Triana el punto de partida de este proyecto que empieza ahora.
A las tapas y a la carta se pone a su disposición un menú degustación de diez pases compuesto de delicias como la ostra, salicornia y esfera de gazpacho; el cascarón, atún, trufa y albahaca; una interesante creación que denominan "el croissant perfecto"; el bricohe de steak tartar d evaca y anguila ahumada; la navaja en tempura, caviar baerii y holandesa de jengibre; el raviolón de "pringá", yema de huevo e hierbabuena; el rodaballo asado, ajo blanco, PX y berberechos o el solomillo de vaca a la brasa con pimientos del cristal; los langostinos de Sanlúcar al ajillo en manteca "colorá" y huevo de corral frito. Incluso cuenta con un menú vegetariano. Este menú se acompaña por cualquiera de sus referencias de vinos donde, al igual que el producto, tratan de dar protagonismo a la cercanía de la provincia de Sevilla, aunque con algunos coqueteos con los vinos del Marco de Jerez.
Tal es el arraigo que pretenden Guillermo y Bárbara para su establecimiento que han colocado unos atractivos veladores en la puerta para quienes pretendan un tentempié. Además de servir desayunos de su nivel.
En octubre de 2023, la guía Michelín lo ha incluido como restaurante recomendado.
Dirección: calle San Jacinto núm.89
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