domingo, 14 de enero de 2024

PABELLONES EXPO 29: PABELLÓN DE TELEFÓNICA


                      

La compañía Nacional Telefónica solicitó, en 1925, un lugar, en los terrenos de la Exposición, con el fin de instalar una subcentral automática que diera el servicio adecuado de teléfono a los distintos países y entidades participantes en el evento, ordenando al servicio telefónico presentar una instalación que muestre la construcción de aparatos de teléfonos y una oficina dedicada a propagar telefónica y telegráficamente por América la riqueza de España, concediendo al Comité, al Dirección General de Comunicaciones, franquicia postal y telegráfica, montando instalaciones el Servicio de Telégrafos con oficina de telegrafía y radiotelegrafía.

En el mes de febrero se presenta una solicitud formal para la construcción, en los terrenos de la Exposición, que se habían señalado, una central permanente para prestar sus servicios en el certamen, y dos instalaciones provisionales para la exposición de aparatos y para oficina de Información Hispano Americana, requiriendo se fijaran las condiciones para dicha concesión, teniendo en cuenta que al ser una construcción permanente, en terrenos del Parque de María Luisa, de titularidad municipal, se requería la autorización del Ayuntamiento, que es otorgada en el mes de noviembre.

La parcela concedida por la Comisión para la instalación del Pabellón tenía una superficie de 1.186 metros cuadrados y se encontraba situado en la avenida Isabel la Católica, entre la Glorieta de Covadonga y la fachada trasera de la Torre Sur de la Plaza de España.

Esta avenida junto con su continuación, la de don Pelayo, servía de unión del eje que se iniciaba en la entrada principal de la Glorieta de San Diego,  continuaba por la Plaza de España y finalizaba en uno de los extremos de la Plaza de América.

La Compañía Telefónica encargó al arquitecto Juan Talavera Heredia, la construcción del edificio en 1925 estando concluido dos años más tarde. Éste con una superficie de casi 1.000 metros cuadrados. Es de una sola planta con sótano solo en la parte central de la construcción.

La construcción se realizó de forma convencional, mediante el sistema a base de muros de carga con pilares metálicos sobre el que se apoya el forjado de hormigón armado. Las cubiertas las hay de dos tipos: a la andaluza en el edificio principal y de teja árabe con perfil de cerámica bicolor, en el cuerpo porticado y en pabellones exteriores.

El pabellón se articula mediante tres edificaciones elevadas alrededor de un jardín con alberca adosada a la elevación del edificio central. Éste de mayor entidad que los otros, se encuentra elevada como el resto del complejo sobre un basamento; tras acceder por las escalinatas laterales del estanque, se encuentra una construcción volumétrica cúbica de gran rotundidad, en la que se abre un gran arco de acceso que ocupa este espacio. A ambos lados, se abren huecos con los ventanales, el central decorado con hierro de forja. Se remata el conjunto con dos torres octogonales con cúpulas de media naranja cubiertas con azulejos amarillo. En las paredes de las torres, se abren pequeños vanos que sirven para dar verticalidad a la construcción, copiando el enmarcado de azulejos de éstos, de la fachada del convento de Santa Paula.

Del cuerpo central, tras las torres octogonales, parten dos alas porticadas curvas que se adelantan respecto a la fachada principal y que culminan en dos pabellones. Estas construcciones de menor entidad y de carácter provisional, pero no obstante de gran solidez, son de planta rectangular en cuyas fachadas se inscriben tres arcos de medio punto sostenidos por dos columnas de mármol blanco, que dan acceso a un pequeño atrio, en los lienzos laterales a la fachada se abren sendos huecos con ventanas enrejadas de hierro forjado y bancos adosados revestidos de cerámica.

Este edificio fue un paréntesis en el estilo constructivo de Juan Talavera, cuando el neobarroco se encontraba en el cenit de su desarrollo. Talavera mira hacia atrás y recoge el neo-mudéjar del principio del regionalismo. La decoración exterior presenta los materiales constructivos con total pureza tratados con técnica impecable, huyendo de la recargada ornamentación en yesos y azulejos. Utiliza modelos existentes del mudéjar como el Convento de Santa Paula y los claustros de San Isidoro del Campo y de la Rábida, siendo un auténtico y espléndido muestrario artesanal desde el hierro  forjado hasta las roscas de ladrillo visto y adovelado, llegando a niveles de virtuosismo sin igual.

Talavera se basa en la tradición localista del mudéjar, que se manifiesta en las roscas de los arcos de acceso y del patio, así como los yesos, azulejos y artesonado del vestíbulo y patio. La portada se inspira en la del Convento de Santa Paula, del que copia desde los motivos de los azulejos del fondo de la cenefa del arco,  hasta los fondos y sus guirnaldas de flores y frutos, no así los motivos que se repiten en las enjutas de los arcos de las galerías curvas, incluso la biocromia de la misma, haciendo lo mismo del claustro del monasterio de San Isidoro para dar forma a la arquería de los brazos curvos.

En el interior del cuerpo central, se encuentran distribuidas las diferentes estancias alrededor del patio central con jardín de crucero, rodeado de galerías a modo de claustro con una pequeña fuente instalada en medio de éste.

A ambos lados del vestíbulo, se encontraban las salas comerciales, cabinas para los locutorios y aseos. En esta zona, las puertas se encuentran enmarcadas por unas bellas molduras de escayolas de motivos vegetales de inspiración árabe, al igual que los arcos de acceso a la galería del patio. En las paredes, un zócalo de azulejos de colores lo envuelve, formado por paños centrales de forma geométricas rodeado de anchas cenefas con motivos vegetales y heráldicos.

Estos mismos elementos ornamentales, son los que decoran las paredes del patio con detalles de azulejería y soportados por columnas de mármol blanco de la galería, formando un conjunto de belleza y elegancia sin igual.

El Pabellón de Telefónica no tenía acceso al público, siendo un edificio construido para prestar servicios. Alrededor del patio, se ubicaban las instalaciones propias de la Compañía Telefónica en diferentes salas a las que se accedían desde la galería. Éstas eran las de distribución de líneas automáticas, la de servicio automático, equipada para 1.000 abonados y con capacidad para duplicarlos; las salas de maquinaria y para las baterías, y del público, donde se habían colgado una serie de fotografías que mostraban la construcción de una línea interurbana en todas sus etapas.

El servicio automático fue inaugurado el 12 de octubre de 1928 con la asistencia de autoridades locales y reales. La visita del Rey se produjo el 14 de mayo de 1929 que elogió la bella arquitectura de la portada, patio y galerías del edificio central, así como de las instalaciones  y equipos modernos y pasó después a recorrer los pabellones laterales donde se mostraban material y aparatos de la compañía. 

El 12 de octubre de ese mismo año, se inauguró el servicio telefónico directo entre España-Argentina y España-Uruguay, así como diversas automatizaciones en distintas capitales de provincia. Para entonces existían en el país 2.240 centros, que daban servicio a 174.000 abonados, de ellos 122.000 disfrutaban de servicio automático repartidos en catorce capitales de provincia.

El Comité de la Exposición contrató con la Compañía Telefónica unas sesenta líneas telefónicas que se instalaron en diferentes puntos del recinto.

El Pabellón de Telefónica ha sido, probablemente, el que durante más tiempo ha estado conservado de forma original y en funcionamiento (1928-1989), tanto exteriormente como en sus instalaciones industriales internas.

Hoy día solo se conserva el precioso edificio de Juan Talavera diseñado ex-profeso para la Exposición.

Una vez concluida la Exposición, el edificio continuó prestando servicio a la CNTE durante la Guerra Civil, y algunos años posteriores, se ubicó también el Parque de Farmacia del Ejército. A finales de los años 80 se suprimió la actividad de la Central de la Exposición, como era conocida, quedando sus instalaciones abandonadas, empezando a producirse su deterioro lógico por su falta de mantenimiento. En la década de los años 90, aún siendo propiedad de la CNTE, fue cedido a la Consejería Cultura de la Junta de Andalucía para albergar la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

En 1991 se redactó el proyecto de rehabilitación del edificio para este fin realizado por los arquitectos Ramón Gómez Bustillo y Alfonso Guajardo, cuyo presupuesto fue de 138.000 pesetas y en el que se actuaba fundamentalmente en la sustitución de la cubierta plana, solado y nueva instalación de redes de electricidad, fontanería,  saneamiento, etc ya que el estado general del mismo era bastante aceptado no detectándose problemas que afectaran a su seguridad. Solo los pabellones exteriores, de carácter provisional, necesitaron una rehabilitación más profunda, debido a su claramente inferior calidad constructiva.

Esta intervención no llegó a realizarse por motivos presupuestarios, por lo que hubo que esperar siete años para que se actuara en él, ya que la situación del pabellón se hacía cada vez más lamentable, cerrado y abandonado desde 1992. Así, en 1998, la Fundación Forja XXI, mediante una escuela taller y tres años de trabajo, consiguen restaurar y acondicionar el inmueble merced a un convenio suscrito entre dicha Fundación, el Ayuntamiento de Sevilla y otras entidades públicas y privadas, para que sirva de sede a la Escuela de Jardinería y Centro de Estudios Medioambientales "Joaquín Romero Murube", la cual fue inaugurada en enero de 2000 como centro formativo.

En resumen, el magnífico uso del ladrillo, tanto liso como tallado, así como el azulejo y la forja complementan la decoración de este edificio. que a su vez ve resaltada sobre las superficies de blancas paredes, conformando una de las obras cumbres del estilo historicista sevillano, logrando con la cal y el ladrillo una síntesis mediterránea de lo latino y lo islámico entendido a la andaluza.

Pab. de Telefónica

Fuente: Juan José Cabrero Nieves

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GRAFFITIS: FLAMENCO

Plaza de la Gavidia, cerramiento de edificio