viernes, 31 de mayo de 2024

CURIOSIDADES: EL JILGUERO DE LA IGLESIA DE SAN PEDRO

 

El azulejo representa a “Las ánimas del Purgatorio” y se trata de un limosnero con la representación de Jesús de Nazaret, la Virgen María y San Juan Bautista, además está San Pedro que porta las llaves del Cielo y una serie de Papas, obispos y monjes.

Destaca una leyenda escrita en el azulejo, en su composición, que nos recuerda: “Tened compasión de mí. Al menos vosotros mis amigos” y que recuerda que demos una limosna.

Es obra de Juan Oliver y su pajarillo tiene ya renombre nacional, es un jilguero oculto en las volutas de su decoración siendo pintado por el ceramista en el año 1960 y bendecido el 1 de agosto de ese mismo año.

Tiene su inspiración en un cuadro del pintor barroco Domingo Martínez (1688-1749) que tiene destacadas obras en el interior de esta misma parroquia, particularmente en la denominada como “Capilla de las Ánimas” y el azulejo está realizado a su semejanza.

La leyenda cuanta que todo aquel que encuentre el jilguero en el azulejo y rece plegarías así como deje un donativo/limosna en la ranura del mismo, tendrá la suerte de casarse pronto, así que los/las casaderas se afanan en localizarlo y hay quien prefiere pasar de largo sin mirar siquiera...



La leyenda indica que se casará pronto y si no lo encuentra no se casará nunca. Por ello el que haya tantas personas, incluso grupos de turistas buscándolo en una de las numerosas rutas, de diferentes tipos, que se hacen en Sevilla.

Juan Oliver Míguez estuvo aprendiendo de maestros como Enrique Orce Mármol o Manuel Vigil-Escalera, muchos de los azulejos de este ceramista se encuentran en Castilleja de la Cuesta, que era su localidad natal, pero también hay obra suyas diseminadas por toda la provincia.

En otro azulejo anexo se puede leer:

"Soy de la Sacramental                                                                                                             El artista me pintó                                                                                                                     y puso aquí un pajarito                                                                                                         que es su forma de firmar                                                                                                 oculto en un rinconcito.                             

Todo aquel que lo encontró                                                                                                    dio su limosna al pasar;                                                                                                            y a las Ánimas rezó,                                                                                                                  si se quería casar                                                                                                            siempre y pronto lo logró                                       

Ya conoce su historia, yo no he querido desvelar donde se encuentra pero... ¿Se anima a buscarlo?.

jueves, 30 de mayo de 2024

CURIOSIDADES: HAMMAM


No eran unos baños públicos al uso. Compartían el uso higiénico y la utilidad social con cualquiera de los baños de la época, pero se trataba de un hammam bastante exclusivo. Siendo Califa Abu Yacub, quizá el uso de este espacio estaba reservado a una pequeña parte de la sociedad. Su cercanía con la mezquita Aljama y el Alcázar, y su riqueza compositiva y ornamental, han llevado a los expertos a determinar esta evidencia. Y es que el Bar Giralda está a unos 50 metros de la torre que le da nombre; ya presente como alminar, en obras, en la entonces mezquita.

Hasta 89 luceras con cinco formas distintas copan los techos del Bar Giralda, una cantidad muy superior a la habitual en un baño público. En uno de los salones, la antigua sala fría, se encuentran hasta cinco hileras de estas claraboyas, cuando lo normal era construir solo tres. Las paredes completamente cubiertas por pinturas murales con motivos geométricos y lacería en rojo, también son excepcionales. Pocos baños públicos de esa época, ninguno en la Península, cuenta con pinturas más allá del zócalo.

El baño público contaba con las salas comunes en este tipo de lugares: la sala caliente se ubicaba en la zona que hoy es la cocina. De ella, solo queda parte del arco de la entrada y es la que menos ha trascendido. Como su nombre indica, el aire caliente convertía esta estancia en una especie de sauna con pilas de agua para refrescarse. 

La sala templada, que es ahora la sala principal, donde se sitúa la barra. Tenía unas dimensiones de 50 metros cuadrados y era ya la estancia esencial del Hammam. Se han descubierto hasta 52 luceras en esta habitación, distribuidas en los cuatro tramos de cúpulas menores que rodean a la principal. De igual forma, la temperatura ambiente presente en esta sala, en contraste con las otras dos, es la que motiva su nombre. La cúpula octogonal que corona la sala principal es una reconstrucción del siglo XVII, cuando se rebajó la original y se taparon las claraboyas. Aunque mantiene el mismo aspecto que en su origen. Está a menos altura y sustentada por columnas de mármol de esa época.
 
Por último, la sala fría, cuya temperatura también asignaba el nombre y que contaba con otros 50 metros cuadrados. En ella se sitúa ahora parte del salón comedor, el fondo dedicado al arte fotográfico y la zona reservada a doble altura, Aquí se hallan 32 luceras con 5 formas distintas y distribuidas en cinco hileras, cubriendo todo el espectacular techo de la bóveda de cañón. Esta sala fría era la primera a la que se accedía desde el vestíbulo, puerta de entrada al hammam que se situaba en la actual calle Don Remondo y que ahora ocupa el edificio vecino. Esta señalada, en el restaurante, la antigua entrada, con la fotografía de una escalera en perspectiva.

Las obras depararon una sorpresa mayúscula con el descubrimiento de los restos de un baño árabe en la Cervecería Giralda. Lo sorprendente fue el excelente estado de 89 luceras y la magnífica conservación de las pinturas en sus paredes, que suben hasta la cúpula de las distintas salas del baño público.

Cuando el Grupo Patanchón adquiere el restaurante en 2007, además del testigo de un bar mítico, recibe una reliquia. Un curioso visitante, Al Sayvid Salem, catedrático de la Universidad de Alejandría, atraído por la herencia de la cultura almohade y sabedor de la importancia que los baños públicos tenían en esa época puso toda su atención y conocimiento al servicio de las averiguaciones sobre la Giralda. De su erudita observación surge un artículo publicado en 1956, que analizaba las formas arquitectónicas conservadas en el edificio y proponía que se trataba de un hammam del siglo XII

Un documento así crece en importancia en base al interés que se le aplique. El hostelero sevillano Federico G. Patanchón, amante de las artes e indagador de la historia, vio, en sus manos, la oportunidad perfecta de recuperar una joya. Y así pasaron diez años. De 2007 a 2017, buscando el momento oportuno para emprender la confirmación de lo que ese documento único planteaba. El Hammam de la calle Mateos Gago era un local lujoso por la alta sociedad almohade y con una riqueza ornamental incomparable.

Es entonces, en 2017, y ya con la colaboración del arquitecto Fran Díaz, cuando Federico se decide a descubrir la maravilla que una capa de yeso separaba de la ciudad de Sevilla. Tres años más tarde, el proyecto al fin veía la luz. Y Sevilla, sus luceras. Con la sospecha como premisa, nada más iniciarse los trabajos de restauración, los albañiles cedieron su puesto a los arqueólogos.

Tras unas primeras catas sin éxito y con el ánimo en peligro de decepción, aparece la primera lucera y el planteamiento, como era de esperar, cambia. Se retrasa la obra y empieza el estudio del Patrimonio. El arquitecto Fran Díaz, los arqueólogos Álvaro Jiménez, José Manuel Rodríguez, Fernando Amores y la empresa Gares asumen la tarea de recuperación del espacio.

Cada día y cada metro de techo que se trabaja, confirma y mejora las expectativas. Según los expertos, el trabajo del arquitecto Vicente Traver a inicios del siglo XX fue clave para el estado de conservación actual de la Cervecería Giralda. Traver reformó el edificio para convertirlo en un hotel. Sabedor de la riqueza de su ornamentación, la protegió a conciencia. De aquella época, se conserva también el zócalo de azulejos trianeros de Ramos Rojano y la barra de madera.

miércoles, 29 de mayo de 2024

CURIOSIDADES: PANTEÓN DE ILUSTRES SEVILLANOS

                        Lorenzo Suárez de Figueroa y Benito Arias Montano


Es la cripta que se encuentra bajo la Iglesia de la Anunciación en calle Laraña y que tiene acceso desde la Facultad de Bellas Artes, por la puerta obra de Hernán Ruiz II que se comunica con lo que antaño era la Casa Profesa de la Compañía de Jesús en Sevilla.

 Igualmente se accede por la propia Facultad de Bellas Artes en la bajada a un lugar lleno de misterios y de encanto. Es una cripta con planta de cruz latina, abovedada, revertida con granito gris, en un ambiente muy frío. .Fue el rey Carlos III, en 1767, quién decreta la expulsión de la Compañía de Jesús del Reino y fue Pablo de Olavide el que pide al monarca esta Casa y el Templo para una Universidad. En 1769, por Real Orden, se asigna por sede de la Universidad Literaria. En 1836 Manuel López Cepero, deán, propone a la Universidad el rescate de todo aquello que eran motivos funerarios y que habían sido saqueado por los franceses o las desamortizados. 

                                Valeriano Bécquer y Gustavo Adolfo Bécquer

Sería el Templo de la Anunciación que albergaría todo ello. Siendo en el siglo XX cuando el director general de Bellas Artes, Florentino Pérez Embid promueve obras y la transformación de la cripta jesuita para ser el Panteón de los Sevillanos Ilustres donde se trasladarían los restos y motivos funerarios de la iglesia de la Anunciación. Dando origen y semilla a lo que hoy conocemos.

                                           Rodrigo Caro


         Rector Mota Salado, Jorge Díez y Antonio Lecha-Marzo Martínez


                                                 José Gestoso y Pérez

Allí podemos encontrar lápidas conmemorativas de Pedro Ponce de León y su esposa. El conmemorativo a Francisco Duarte de Mendicoa, de tiempos de Carlos I de España así como su esposa Catalina de Alcocer. Los túmulos de Lorenzo Suárez de Figueroa o Benito Arias Montano, Jerónimo Girón de Moctezuma y Ahumada y Salcedo, marqués de las Amarillas; de Antonio Desmaisieres Flores Rasoir y Peán y Manuela Fernández de Santillán, marqueses de la Motilla; y frente a éstos, el de Luís José Sartorius y Tapia, conde de San Luis y vizconde de Priego, Alberto Lista, Félix Reinoso, Federico Sánchez Bedoya, José Gestoso, Antonio Martin Villa, José Amador de los Ríos, Francisco Mateos Gatos, José María Izquierdo, los hermanos Bécquer, tanto Gustavo Adolfo como Valeriano y, por supuesto, Cecilia Bölh de Faber.

martes, 28 de mayo de 2024

CURIOSIDADES: GALERÍA DE ILUSTRES SEVILLANOS

 


La galería de los doce sevillanos ilustres es un conjunto de doce estatuas ubicadas en el Palacio de San Telmo.

Las esculturas se disponen sobre la balaustrada de la fachada donde se accede al apeadero del palacio, en la calle Palos de la Frontera, en dirección al Hotel Alfonso XIII.

 Las esculturas representan a doce personalidades, nueve de ellas nacidas en la ciudad, mientras que las otras tres restantes vivieron y murieron en ella:

1.-Juan Martínez Montañés (1568-1649), escultor nacido en Alcalá la Real. Completó su educación en Sevilla, donde se estableció para el resto de su vida, convirtiéndose en el máximo exponente de la escuela sevillana de escultura.

2.-Rodrigo Ponce de León y Núñez (1443-1492), noble y militar nacido en Arcos de la Frontera. II marqués y I duque de Cádiz, destacado por ser uno de los principales capitanes de los Reyes Católicos en la Guerra de Granada.

3.-Diego Rodríguez de Silva y Velázquez <81599-1660).Pintor barroco, considerado uno de los máximos exponentes de la pintura española y maestro de la pintura universal.

4.-Miguel de Mañara Vicentelo de Leca (1627-¡679), filántropo y religioso de ascendencia italiana, fundador del Hospital de la Caridad.

5.-Lope de Rueda (1510-1565), uno de los primeros actores profesionales españoles, dramaturgo y director de teatro, considerado el precursor del Siglo de Oro del teatro comercial en España.

6.-Diego Ortiz de Zúñiga (1636-1680), historiador y genealogista, reconocido sobre todo por su obra “Annales Eclesiásticos y Seculares de la muy noble y muy Leal Ciudad de Sevilla, Metrópoli de Andalucía”, publicada en 1677

7.-Fernando de Herrera (1534-1597), apodado “El Divino”, escritor del Siglo de Oro, conocido especialmente por su obra poética.

8.-Luis Daoíz (1767-1808), militar destacado por su participación en el Levantamiento del 2 de mayo de la Guerra de la Independencia española.

9.-Benito Arias Montano (1527.1598), humanista hebraísta, biólogo y escritor políglota nacido en Fregenal de la Sierra, que se formó en la ciudad, a la que regresó en su retiro tras una fructífera carrera.

10.-Bartolomé Esteban Murillo (1617.1682), pintor barroco considerado figura central de la escuela sevillana de pintura, con un elevado número de discípulos y seguidores.

11.-Fernando Afán de Ribera y Téllez-Girón (1583-1637), noble, diplomático y hombre de estado, también fue mecenas de las bellas artes, destacando su biblioteca en su residencia de la Casa de Pilatos.

12.-Bartolomé de las Casas (1484-1566), cronista, teólogo, filósofo y jurista que ocupó la dignidad de obispo de Chiapas y fue autor de la Brevísima relación de la destrucción de las Indias.

CURIOSIDADES: PERSONAJES ILUSTRES DE LA PLAZA DE ESPAÑA


San Fernando

Sobre los 48 bancos de la Plaza de España hay 52 bustos que representan a ilustres personajes de la historia española. En ellos podemos ver a personalidades como Quevedo o Velázquez.

La Plaza de España es semicircular, comprendida entre las dos torres e interrumpida por tres edificios: la puerta de Aragón, el pabellón principal y central que conocemos como Puerta de Castilla y León (Capitanía General) y la puerta de Navarra. En los cuatro tramos de fachadas comprendidos entre los elementos anteriores es donde encontramos los bancos provinciales, la galería porticada que recorre todo el semicírculo y en las enjutas de los arcos, a estos ilustres personajes, trece en cada uno de los cuatro tramos.

Los 52 personajes ilustres fueron realizados por Pedro Navia Campos, extremeño formado y afincado en Sevilla y se encuentran representados en tondos de cerámica vidriada. Son bustos de color blanco, recortados sobre fondo azul, muy al estilo de las obras de Andres della Robbia de finales del siglo XV. Esto es algo que no debe extrañarnos pues son varias las obras que se conservan en Sevilla y que fueron de gran influencia siglos atrás. No podemos olvidar, además, la influencia que tuvo en el arte local la presencia en Sevilla de Niculoso Pisano, también durante el final del siglo XV y principios del siglo XVI, que supuso una verdadera revolución en la forma de trabajar la cerámica en nuestra ciudad. No podemos olvidar un dato importante, el renacimiento es una de las principales fuentes de inspiración del regionalismo y en concreto la plaza de España, tiene en ese estilo principal eje argumental

Cada personaje está identificado con su nombre, el cual puede leerse desde donde los ve el visitante, facilitando así que se les reconozca con claridad. Están ordenados cronológicamente, comenzando con Séneca, nacido a finales del siglo I a. C y finalizado con Sorolla, fallecido cuando la plaza de España estaba ya en plena construcción. Dos mil años de historia representados a través de 52 personajes de la historia española. Faltan muchos, especialmente mujeres pues se echan en falta muchas. De los 52 personajes, solo dos mujeres en un mundo De hombre. 

TRAMO I: TORRE NORTE- PUERTA DE ARAGÓN

1.-Séneca

2.-S. Isidoro

3.-D.Pelayo

4.-Rodrigo Díaz de Vivar

5.-Jaime I el Conquistador

6.-Fernando III el Santo

7.-Raimundo Lluch

8.-Alfonso X de Castilla el Sabio

9.-Cristóbal Colón


                                      Cristóbal Colón

10.-Antonio Marchena Padre Marchena

11.-Hermanos Pinzón

12.-Isabel I de Castilla

13.-Gonzalo Fernández de Córdoba

 

TRAMO 2: PUERTA DE ARAGÓN-CAPITANÍA

1.-Juan Luis Vives

2.-Francisco Jiménez de Cisneros

3.-Carlos I de España

4.-Hernán Cortés

5.-Francisco Pizarro

6.-Francisco de Magallanes

                                             Fernando de Magallanes

7.-Fray Bartolomé de las Casas

8.-Fray Luis de León

9.-Diego Hurtado de Mendoza

10.-Fernando de Rojas


                                      Fernando de Rojas

11.-Francisco de Laso y Azpilicueta

12.-San Francisco Javier

13.-Teresa Sánchez de Cepeda


TRAMO 3: CAPITANÍA GENERAL-PUERTA DE NAVARRA

 1.-Felipe II

2.-Juan de Herrera

3.-Juan de Austria

4.-El Greco

5.-Lope de Vega

6.-Diego Velázquez


                                       Diego de Velázquez

7.-Quevedo

8.-Calderón de la Barca

9.-Miguel de Cervantes

10.-Luis de Góngora

11.-Alonso de Ercilla

12.-Juan Martínez Montañés


                                      Martínez Montañés

13.-José de Ribera


 TRAMO 4: PUERTA DE NAVARRA- TORRE SUR                         

1.-Murillo

                                      Bartolomé Esteban Murillo

2.-Zurbarán

                                            Francisco de Zurbarán

3.-Alonso Cano

4.-Tomás Luis de Victoria

5.-Goya

6.-Mariano Álvarez

7.-Fortuny

8.-Eduardo Rosales

9.-Emilio Castelar

10.-Jacinto Verdaguer

11.-Marcelino Menéndez Pelayo

12.-Andrés Manjón

13.-Joaquín Sorolla

lunes, 27 de mayo de 2024

CURIOSIDADES: BANCO DE PAMPLONA


                                 Banco correspondiente a Pamplona

La Plaza de España es uno de los puntos más emblemáticos de Sevilla. Fue construida con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 y busca representar con sus bancos y azulejos las diferentes zonas del reino de España. Sin embargo,  tiene un par de errores curiosos.

Las 46 provincias que tenía España en el momento de la construcción de la Plaza y los dos archipiélagos están representados por orden alfabético. Para marcarlas y distinguirlas cada una tenía un banco, siendo un total de 48, así como un mapa hecho de azulejos y una representación de algunos de sus más importantes momentos históricos de cada territorio, también en azulejo.

Los nombres de las provincias pueden leerse en azulejos que representan el momento histórico. Sin embargo, hay una provincia en la que se pierde el orden alfabético. Y es que el nombre de Pamplona aparece donde debería estar su provincia, Navarra, ignorando así dicho orden. (partiendo de la Torre Norte, el orden sería: Murcia, Pamplona y Orense)

Esto se debe a que tras la exposición se realizó un cambio en los azulejos que representaban a esta provincia. Los originales mostraban una escena violenta, la muerte de García IV, rey del histórico Reino de Pamplona en el siglo XII que sería reemplazada por una escena que simboliza el Reparto del Reino de Navarra en la que el rey aparece rodeado de sus hijos. Una escena mucho más apta para que puedan disfrutarla todos los visitantes que llegan a la Plaza de España.

La de Navarra no fue la única cerámica sustituida en los tiempos que precedieron a la Exposición Iberoamericana. Algunos se cambiaron también por cuestiones de incorrección histórica o motivos políticos y de adecuación a la imagen que la ciudad quería dar de cara a sus visitantes con esta plaza. Sin embargo, parece que la pieza representante de Navarra fue la única en la que no se tuvo en cuenta que el cambio rompía con el orden de distribución marcado para el resto de provincias.

Otro detalle que ya se ha comentado, este fruto del paso del tiempo, es la disonancia entre el número de bancos que hay en la plaza y el total de las provincias en las que se encuentra dividida España a día de hoy. Esto se debe, obviamente, a los cambios en la distribución territorial que se concretaron tiempo después de la construcción de la Plaza de España. Y, aunque ahora, es un detalle curioso, es también un recordatorio de que nada es inmutable y que España no era como lo es ahora, ni en su momento se dividía en las mismas unidades territoriales.

CURIOSIDADES: PIEDRAS DE UTRERA


 


Las obras comenzaron bajo la dirección del maestro mayor Diego de Riaño. En enero de 1527 empezaron a llegar cargamentos de piedras de Utrera que habían sido contratadas con los canteros Juan y Francisco García.​ 

En marzo de 1527 el herrero Juan Doncel proporcionó a Diego de Riaño herramientas para los canteros de la obra. Entre los primeros trabajadores figura como aparejador Arnao. En la obra participaron canteros de Sevilla, las Vascongadas y Francia.​ A lo largo de 1528 fue llegando más piedra de Utrera y de El Puerto de Santa María. Las obras fueron paralizadas el 24 de diciembre de 1529 por falta de fondos.​

No sería hasta finales de este siglo, en 1573, cuando se concluirían la obra con la colocación de vidrieras, rejas y el artesonado dorado.

Ya, en el siglo XIX, se expropiaron las casas colindantes a este edificio para realizar una ampliación del mismo y que toda la plaza de San Francisco fuera de propiedad municipal.

miércoles, 22 de mayo de 2024

CURIOSIDADES: BASÍLICA DE LA MILAGROSA


 

Aníbal González proyectó un templo neogótico en los Jardines de la Buhaira que, por dimensiones podría haber rivalizado con la Catedral de Sevilla. La Basílica de la Milagrosa, el último sueño del arquitecto sevillano.

En los años 20 del siglo pasado, no solo lo imaginaron, sino que lo diseñaron, lo proyectaron e incluso,  el propio rey Alfonso XIII acudió al acto en el que se bendijo la colocación de la primera piedra a cargo del Cardenal Ilundain. Pero la misma muerte prematura de Aníbal González, responsable y gran impulsor de este ambicioso proyecto, acabó con este sueño que podía haber cambiado la historia, la imagen y el perfil urbanístico de Sevilla tal como se conoce hoy.

La Basílica de la Inmaculada Milagrosa forma hoy parte de la Sevilla oculta y no todos los sevillanos conocen esta parte de la historia de la ciudad la cual aún quedan algunos vestigios junto a los Jardines de la Buhaira. En concreto, los cimientos y el basamento de más de tres metros de altura que permite recrear, en la mente  la magnitud que pretendía tener el edificio.

El reconocido arquitecto sevillano no pasaba por su mejor momento cuando decidió poner en marcha la construcción de la Basílica de la Milagrosa. Tras dimitir como director del proyecto de la Exposición del 29 después de dedicarle 15 años de su vida debido a sus continuas desavenencias con el comisario regio nombrado por el general Primo de Rivera, José Cruz Conde. González retomó en 1926 el proyecto de la Basílica, ideado por primera vez en 1920

El encargo de la Compañía de Jesús era construir, en unos terrenos donados a los jesuitas en Huerta del rey, una basílica y un centro educativo (actual Colegio Portaceli). Aníbal González ideó una colosal iglesia neogótica de dimensiones extraordinarias que rivalizaría en grandiosidad con los templos más importantes de Europa, entre ellos la propia Catedral de Sevilla, y en altura con la mismísima Giralda. De hecho, algunos historiadores apuntan a que las medidas, que se contemplaban en el proyecto, eran similares a las de la Catedral hispalense.

"Era una iglesia muy compleja y de una gran inmensidad. Si se hubiera construido hubiera sido algo majestuoso" destaca Aníbal González Serrano, nieto del arquitecto sevillano: "Mi abuelo tenía mucha relación con los Jesuitas, por eso asumió este proyecto. De hecho, entre 1916 y 1918, construyó la Capilla de los Luises y la residencia de los padres Jesuitas en la calle Trajano".

Todo estaba diseñado a lo grande, aunque existen diferentes versiones sobre las medidas exactas del edificio, Víctor Pérez Escolano, catedrático de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, habla de una fachada de 45 metros de altura, flanqueada por dos torres de 90 metros cada una (la Giralda mide 97,3 metros), mientras que el nieto de Aníbal González señala que las torres contempladas iban a medir 65 metros. A esto hay que sumar una superficie en planta de casi 10.000 metros cuadrados frente a los 11.520 metros de la Catedral de Santa María de la Sede y de la Asunción. No cabe duda de que, tras su construcción, la Basílica de la Milagrosa, se hubiera convertido en un referente mundial de la arquitectura religiosa.

"Por lo general, solo se habla de la iglesia, pero el plan de mi  abuelo no solo  era construir una basílica, sino un gran complejo educativo. Delante del templo, diseñó una gran plaza de unos 120 metros de diámetro, con un enorme obelisco cuyo extremo superior estaría coronado por el Sagrado Corazón de Jesús", explica Aníbal González Serrano.

El arquitecto proyectó también un centro de enseñanza para unos mil estudiantes, una sala de conferencias, aulas, una residencia para los religiosos, un internado y una escuela de arte y oficios, según detalla su nieto: "La construcción de todo este proyecto hubiera sido el refrendo a toda su obra en la Exposición del 29", exclama González Serrano.

El catedrático Víctor Pérez Escolano, por su parte, cree que este proyecto estaba abocado al fracaso desde el primer momento: "Era un proyecto imposible, nunca se hubiera terminado. El arquitecto sevillano ya estaba enfermo cuando asumió este proyecto y acababa de ser apartado como director de la Exposición Iberoamericana. Además, aún estaba finalizando el proyecto de la Plaza de España, aunque ya no como director".

Tanto Víctor Pérez como González Serrano coinciden al afirmar que se trataba de un trabajo muy personal y costoso: "Estoy seguro de que, quienes apoyaron económicamente, fue porque detrás del proyecto estaba Aníbal González. La prueba está en que cuando éste murió, el proyecto original no salió para delante" apunta el catedrático Víctor Pérez.

Las exageradas dimensiones del proyecto llevan a algunos historiadores a dudar de si lo que pretendía Aníbal González era mostrar su talento y retar a quienes lo habían apartado de la Exposición del 29 o plasmar su devoción. El nieto del arquitecto asegura que su abuelo era "muy devoto de la Milagrosa", de ahí que asumiera este gran reto personal, mientras que Pérez apunta más a su lado personal.

Las obras comenzaron a sufragarse mediante donaciones particulares y de comunidades religiosas, pero debido al elevado presupuesto, empezaron los recortes. A pesar de los problemas financieros y a algún que otro contratiempo más, el 6 de julio de 1928, se iniciaron los trabajos.

Fue tal la expectación que la colocación de la primera piedra del templo fue bendecida por el Cardenal Ilundain y contó con la presencia del rey Alfonso XIII. El chaparrón que cayó sorprendió a todos los presentes al acto aquel día. Parecía ya augurar que el plan no llegaría a buen puerto. Existe una fotografía de aquella jornada tomada por Cecilio Sánchez del Pando en la que se ve a un numeroso grupo de ciudadanos ataviados con sus mejores galas sujetando sobre sus cabezas, al revés, las tradicionales sillas sevillanas de enea y madera para protegerse de la lluvia.

Pese a los esfuerzos, el sueño de Aníbal González y de la Compañía de Jesús se esfumó con la muerte del arquitecto a los 53 años de edad el 31 de mayo de 1929, apenas 11 meses después de que arrancaran las obras de la Basílica y solo tres semanas después de la inauguración de la Exposición del 29 que transformó Sevilla bajo su batuta: "Solo dio tiempo a levantar los cimientos y el basamento, que iba a ser de color blanco, en honor a la Inmaculada", cuenta el nieto del arquitecto a la vez que enseñó el libro "Inspiración, trabajo y constancia. Trayectoria personal y profesional del arquitecto Aníbal González", un trabajo de investigación de 11 años de González Serrano.



¡Si Aníbal González levantara la cabeza, como se suele decir, y viera el deplorable estado y abandono, de su proyecto de obra monumental!

"No me hago a la idea de que este proyecto se hubiera llevado a cabo", responde Pérez cuando le preguntan qué hubiera supuesto para la ciudad un monumento de estas características", "La Plaza de España ya es un canto de cisne". Y dos cantos de cisne no se producen de manera simultánea. Estoy seguro de que, de una manera u otra, el proyecto de la Basílica de la Milagrosa no hubiera llegado nunca a buen puerto; y en el hipotético caso de haberlo hecho, no podía haber competido con la Catedral de Sevilla". Tras el fallecimiento de Aníbal González ningún arquitecto quiso  asumir las obras de la colosal basílica. No fue hasta los años cuarenta cuando otro arquitecto sevillano, Antonio Illanes del Río, cogió las riendas del proyecto, pero solo en parte, abandonando el plan del templo y centrándose en la construcción del actual Colegio Inmaculado Corazón de María, Portaceli. La basílica fue abandonada y su enorme basamento de más de tres metros de altura solo sirvió como campo de juego para los alumnos del Portaceli. El propio Víctor Pérez, ex alumno de este colegio, recuerda la "aventura" que suponía jugar de niño alrededor de estos restos.



No fue hasta finales del año 2000 cuando, a través de un concurso público, el terreno fue adjudicado para la apertura de un restaurante que llevó por nombre "La Basílica" y que abrió en 2003. Su diseño mantenía intacto algunos elementos arquitectónicos ya existentes en el proyecto original, como la planta en forma de cruz latina olas girolas exteriores. Desde finales de 2020, el restaurante permanece cerrado tras expirar la concesión y hoy las malas hierban colonizan lo que fue el restaurante y los restos de un sueño que pudo ser y no fue: una ciudad con dos catedrales.

martes, 21 de mayo de 2024

CURIOSIDADES: CISTERNA ROMANA


Cisterna romana en la Plaza de la Pescadería. Esta estructura hidráulica puede ser interpretada como el castellum aquae de un acueducto. Puede considerarse que el trazado de este acueducto correspondiese con el de los denominados Caños de Carmona de época almohade y abasteciese de agua a Hispalis desde la actual localidad de Alcalá de Guadaira.

La edificación de la estructura puede ser datada en el siglo II d. C. y se mantuvo hasta el siglo V d. C., momento a partir del cual se documentan un momento de reocupación, el derrumbe y xpolio de bóvedas, así como progresiva colmatación, completada durante el período islámico

La excavación en extensión de la nave oriental de la cisterna se ha desarrollado en un área de 237 metros que corresponde aproximadamente a la mitad de su superficie total, encontrándose la mitad sur bajo la calzada de Cuesta del rosario y la línea de edificios adyacentes. Esta restitución hipotética está basada en la identificación del vano de comunicación situado al sur del área excavada como parte de uno de los ejes del edificio, considerando un trazado simétrico de la planta del mismo. 

De este modo, la dimensión total de la cisterna sería de 45 metros de largo y 20,7 metros de ancho, midiendo cada una de las naves 41 metros de longitud y 3 metros de anchura. Por otra parte, dado el conjunto de circunstancias favorables se decidió efectuar una limpieza arqueológica en extensión en toda la zona baja de la plaza, con el objeto de contextualizar el hallazgo en la trama urbana contemporánea y valorar los restos existentes de cara a la posibilidad de continuar en futuras intervenciones la documentación de un área arqueológica tan significativa

El Ayuntamiento la cubrió con una estructura acristalada de la que, difícilmente, se puede distinguir el interior., que solo ha permitido visitas en alguna edición de la Noche en Blanco.

lunes, 20 de mayo de 2024

CURIOSIDADES: PUERTA DEL PERDÓN


 


Fue hasta finales del siglo XIV la puerta principal de la Catedral, primero como mezquita y luego como catedral. Es muy habitual que los principales templos y especialmente las catedrales, tengan algunas de sus puertas bautizadas con el nombre de Perdón, muy relacionado con la concesión de indulgencia y perdón de los pecados en determinadas celebraciones, romerías, procesiones o festividades. El perdón de los pecados permite al fiel entrar al templo purificado para su encuentro con Dios. En el caso sevillano, la denominación de Puerta del Perdón se usa al menos desde 1407.

Esta entrada al templo mayor hispalense es posiblemente, uno de los elementos  que mejor resume la historia de la ciudad y la importancia del maravilloso conjunto monumental de su iglesia mayor. Ocho siglos de historia contados principalmente a través de tres estilos artísticos: almohade, mudéjar y renacentista. ”la puerta más antigua de la catedral, una puerta musulmana en un templo cristiano, la puerta del patio de los naranjos, puertas de bronce almohades para una catedral, la puerta de la mezquita que se convirtió en catedral o alguno otro título alusivo a la expulsión de los mercaderes del templo, a las esculturas de Miguel Perrín, a las gradas de la catedral, a las tres manos de San Pablo o a la cara del gruñón que marca las horas según el sol.

La Puerta del Perdón tiene su origen en la etapa final de la ciudad musulmana, de cuando Sevilla se llamaba Isbilya. La ciudad había tenido su mezquita mayor en lo que hoy es la iglesia del Salvador, desde el siglo IX hasta mediados del siglo XII. Cuando la ciudad es conquistada por los almohades en el año 1147, Isbilya se prepara para vivir su última etapa bajo dominio musulmán, precisamente la de mayor esplendor. La ciudad  se convirtió en capital de los almohades y serán ellos los que construirán gran parte de la Sevilla que hoy conocemos.

La antigua mezquita se mantendría pero levantarán una nueva mezquita aljama (mezquita principal) de un tamaño muy superior a la anterior. El nuevo edificio seria más digno para la capital del nuevo imperio. Con ella se construirá el alminar que, siglos después, se convertiría en la Giralda. Durante esta etapa la ciudad verá ampliar enormemente su muralla, se creará el primer puente sobre el Guadalquivir y dos edificios que servirán para el control del puerto y su defensa: la Torre del Oro y el Castillo de Triana.

La nueva mezquita mayor fue una de las más grandes del Islam y de ella  hoy conservamos gran parte del alminar, el Patio de los Naranjos y la puerta de acceso a éste, la Puerta del Perdón.

La Puerta del Perdón era por tanto la entrada principal de la gran mezquita, la que daba acceso al patio de abluciones para posteriormente entrar en la enorme sala de oración. Al ser conquistada la ciudad por los cristianos en 1248, la mezquita pasa a usarse como catedral, conservando el edificio y modificando solamente su orientación. En lugar de rezar mirando al sur, los cristianos lo harían mirando hacia el este. Durante el siglo XV, el edificio almohade se iría destruyendo a la vez que se levantaba la actual catedral gótica, la mayor de este estilo en el mundo.

La Puerta era el nexo de unión de la ciudad con la mezquita y el palacio real. Sería  el punto donde la Medina se encontraba con la parte sagrada y palatina de Isbilya. La Mezquita se encontraba junto al Alcázar dentro de un segundo recinto amurallado, justo en el extremo sur de la ciudad. Por tanto, la parte civil, estaba separada de la religiosa y de la regia. La Puerta del Perdón seria ese punto donde la ciudad pública y la privada se unían. Estaba concebida a modo de torreón cuadrangular, de cierto carácter militar y defensivo, en cuyo interior, tres arcos de herradura apuntados daban acceso al patio de abluciones. Las primeras referencias la sitúan en 1196, siendo mucho más sobria y simple de lo que ahora vemos, debido a las reformas posteriores.

La portada original tendría como remate una azotea, con un pretil de merlones de gradas, de los que aún se conserva uno original y fragmentos de otros dos.

Lo que más destacaría sin duda, eran las dos hojas batientes de la puerta, conservadas in situ y que son una verdadera joya. Datan de finales del siglo XIII, tienen una altura de 7,24 m y cada hoja de la puerta mide de ancho 1,97 m. Están hechas de madera de cedro y forradas en bronce, con una decoración a base de hexágonos alargados, que contienen temas florales y letreros en cúfico florido y octógonos inscritos en estrellas de cuatro punto.

 


Este diseño geométrico, según Torres Balbás, está relacionado con las puertas que aparecen en la Cantiga número 32 de Alfonso X compuestas varias décadas después. En los hexágonos aparecen textos procedentes de las  suras XV y XXIV del Corán (el poder pertenece a dios. La eternidad es dios). Gracias a la última restauración, se sabe que la Puerta estaba policromada, al menos en parte, usando el rojo para destacar relieves e inscripciones

Otra de las joyas de la puerta son las aldabas de bronce, cuyos originales se exponen en el interior de la catedral, en una de las cámaras de subida a la giralda. Las que vemos en la puerta son copias realizadas en 1982. En las aldabas también aparecen inscripciones procedentes del Corán, así como en las bandas que rodean las largueras de ambos batientes, perfilando ambos rectángulos.

 


Sobre la ya menciona azotea, ya en época cristiana y en estilo mudéjar, se levantaría una cámara con cinco ventanas que abren al interior del patio, donde se sabe que hasta al menos 1486, esta cámara la formaban dos habitaciones que se alquilaban.

Del siglo XV son también las yeserías que la decoran, siendo por tanto mudéjares, realizadas ya en época cristiana. Durante el tiempo que el edificio sirvió como catedral, antes de la construcción del edificio gótico, la Puerta del Perdón ejercicio también de fachada principal del templo mayor sevillano, algo que se prolongaría hasta la conclusión de las obras en el siglo XVI.

Dos grandes reformas de la Puerta, serán las que le den su aspecto actual. La primera se realizará en torno a 1520 y la segunda entre 1578 y 1580. La primera reforma la llevará a cabo Miguel Perrín, autor de las dos portadas de la catedral que dan al este (Campanillas y Palos). En la Puerta del Perdón, Perrín cristianizará la portada exterior con un relieve y cuatro esculturas de  terracota. El relieve representa la expulsión de los mercaderes del templo ¿Por qué? Tiene su explicación

En la Puerta del Perdón se ubican las gradas de la catedral, en la calle Alemanes. En el siglo XV Y XVI, gradas era el nombre oficial del lugar (concretamente gradas altas y gradas bajas). En estas gradas, que rodean al edificio y especialmente en las del lado norte donde se sitúa la puerta, es donde se llevaban a cabo la mayor parte de contratos y transacciones comerciales en esos tiempos de esplendor tras el descubrimiento de América. Por ella se pasaban comerciantes de  medio mundo y la carrera de Indias tenía, en ellos, su principal centro de negocios.

Esto no gustaba al cabildo catedralicio y aún menos cuando las inclemencias del tiempo, obligaban a todas esas masas humanas a refugiarse en el interior del patio. E incluso, en el interior del templo. Fueron varias las peticiones del Cabildo a la corona para que se crease un edifico donde estos pudieran llevar a cabo sus negocios. Seria Felipe II quién autoriza y manda construir la lonja de los mercaderes, justo en el lado opuesto de la catedral, en su lado sur. Esta lonja es desde el siglo XVIII el famoso Archivo de indias.

Hasta la creación de la antigua lonja, varios fueron los intentos del cabildo de disuadir y alejar el bullicio de este comercio de las puertas del templo, que tantas veces impedía o disturbaba las celebraciones religiosas en el interior. Por eso estas gradas están rodeadas por columnas de granito y cadenas de hierro, para remarcar el perímetro de la jurisdicción eclesiástica y para evitar que los animales entraran en el recinto. Serán estas cadenas las que dividan en esta calle de los Alemanes, lo que se conoce como gradas altas y gradas bajas

En este contexto, el escultor Miguel Perrin coloca en la Puerta del Perdón a San Pedro y San Pablo (consulte la curiosidad “Las Tres Manos”), una anunciación y sobre la entrada, el ya citado y magnifico relieve con la expulsión de los mercaderes del templo. El mensaje era dirigido a esa multitud que diariamente se concentraban en las gradas. Con  el relieve querían mostrar el malestar que producía a los canónigos aquel bullicio.

En torno a 1578 se iniciara una segunda reforma de no menos importancia aunque menos conocida. En ella se realiza una espadaña, la cual sería campanario del sagrario de la catedral. La Capilla del Sagrario se situaba en esa época precisamente ahí, en el lateral izquierdo de la Puerta del Perdón (hoy la iglesia del Sagrario ocupa todo el lateral oeste del patio de los naranjos, con entrada desde la Avenida de la Constitución)

En esta espadaña, la influencia de la Giralda será patente y Asensio de Maeda, maestro de la Catedral en esa etapa, llevará la serliana, que Hernán Ruiz, el Joven realiza en el campanario de la Giralda una década antes, al nuevo remate de la Puerta del Perdón.

En esta etapa hay que citar también un guardapolvo de madera para resguardar la portada, fechado en 1579, al que se añadió al año siguiente un tejado de azulejos blancos y azules. Como indica Amador de los Ríos, estos añadidos desaparecieron en 1838, debido al estado de ruina, siendo sustituido por un relieve con la Giralda y las dos jarras de azucenas, símbolo del cabildo catedralicio.

El canónigo Francisco Pacheco diseñador de los principales programas iconográficos de la Catedral en la segunda mitad del siglo XVI, añadiría  a la puerta una inscripción latina que rodearía el relieve de la “Expulsión de los Mercaderes”, y también unas esculturas de las virtudes de la Victoria, Vigor, Celo y Fortaleza. Tanto la inscripción como las virtudes al igual que las yeserías que ocupaban toda esa parte superior de la puerta desaparecieron, pero podemos apreciar cómo eran en algunos grabados utilizados antes de la desaparición. Ni que decir tiene, que toda la parte de muro visible de la fachada, construida en ladrillo, llevó antiguamente un enlucido y encima sillares pintados, algo muy habitual en muchas fachadas de edificios antes de que se impusiera la moda del encalado.

La cara interior de la Puerta del Perdón, la que da al Patio de los Naranjos, aparecen  lo que fueron dos habitaciones en alquiler hasta finales del siglo XV y sus cinco vanos. Por otro lado, y siendo el elemento que más llama la atención, por encontrarse  coronando la construcción, podemos ver un rostro grotesco, conocido popularmente como el gruñón y que forma parte del reloj solar que se encuentra justo debajo.

Este es uno  de los siete relojes de sol con los que cuenta la Catedral, seis verticales, más o menos visibles y uno horizontal, en las cubiertas del templo y visible solo subiendo a las mismas.

Llama la atención el tejaroz de madera, a modo de guardapolvo protector del arco de entrada. Es similar al que tendría la Puerta en su fachada opuesta, la que da a la calle. Este se colocó ya en el siglo XX recuperando así el aspecto que la Puerta tendría en el siglo XVI.

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