Fuente realizada en mármol formada por una taza de sección circular de cuyo centro se levanta un cuerpo que actúa como surtidor. Está coronado por un remate decorado con cuatro cartelas portadas por cuatro ángeles. Presenta otros elementos decorativos como las veneras, máscaras zoomórficas…
Esta fuente al principio estuvo ubicada en la plaza delantera, justo al lado del desaparecido convento de las Agustinas de la Encarnación. Originalmente, cumplía la función de abastecer el agua que recogía procedente de los Caños de Carmona. Posteriormente adquirió un sentido exclusivamente ornamental. En 1820 se traslada al mercado de abastos donde permanece hasta 1948 cuando se ubica en el lugar actual. Durante años ha permanecido sin su remate, que fue recolocado en 2007.
Se encuentra en el centro de la plaza de la Encarnación. Esta plaza surge tras el derribo del convento de la Encarnación en 1810. De considerables dimensiones y trazado rectangular, su formación es resultado de diferentes operaciones urbanísticas desde el siglo XVI hasta la actualidad. Su ambiente ha estado siempre condicionado por la presencia del mercado de la Encarnación. La plaza se ha orientado hacia locales bancarios y de oficinas. Registra permanentemente un gran tránsito de personas.
Esta fuente tiene un gran valor al tratarse de una de las fuentes más antiguas conservadas de la ciudad y recuerdo del carácter popular y comercial de esta plaza en tiempos pasados. Las características morfológicas y estéticas de este tipo de mobiliario urbano han conseguido una perfecta estética unitaria del entorno, aportando a esta plaza una imagen característica y reconocible dentro del entramado urbano de la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario