martes, 2 de enero de 2024

EDIFICIOS: EDIFICIO DE LA GAVIDIA



La Plaza del Duque estaba presidida, según el plano de Olavide dibujado en  1771, por la iglesia gótica de San Miguel, construida en el siglo XIV y derribada por la Gloriosa en 1868. El lado de poniente de la plaza estaba ocupado, en la alienación de la calle Jesús del Gran Poder, por un gran edificio, el colegio jesuita de San Hermenegildo que fue un colegio para enseñanza pública en el que se aprendía gramática latina en tres clases: Retórica, Artes y Teología. La gran manzana que ocupaba esta fundación renacentista era la que separaba las plazas del Duque y de la Gavidia.

Posteriormente, el colegio fue  transformado en cuartel, siendo derribados en 1957, salvo su magnífico templo, de planta oval, que se salvó en el último momento gracias a su declaración como monumento nacional.N

A la demolición del viejo colegio de San Hermenegildo se añadió la destrucción de la Plaza del Duque con el derribo de tres palacios: el de los Sánchez Dalp, el de Palomares y el de los Cavalieri, todo ello bajo el mandato del alcalde Marqués del Contadero. Una destrucción que sustituía un extenso patrimonio arquitectónico y artístico por un entorno banal y una arquitectura indiferente y anónima.

El plan urbanístico de la entonces plaza del 18de julio, hoy Plaza de la Concordia, definía como sus objetivos: “realizar un importante ensanche y el aprovechamiento de las posibilidades urbanísticas en orden al adecentamiento, descongestión del tráfico, aparcamiento y logro de zonas tranquilas de expansión”. Disponía de tres bloques aislados de edificación y sugería desmontar la Plaza del Duque para conseguir “aparcamiento para treinta coches”. Como se observa, la fascinación de la época era el tráfico rodado y su intento de llevarlo hasta el centro de la ciudad.

Los bloques se suprimieron y se concentró la edificación en el lado oeste de la plaza. En este solar se construyó en 1966 la Comisaría de Policía por los arquitectos Monserrat y López de Asiaín.

Los autores proyectaron un  edificio funcionalista, ajeno al entorno y apoyado en la última tecnología de la época: estructura metálica y muros cortina de cristal y paneles, con una voluntad industrial más que artesanal. No diseñaron específicamente el edificio como comisaría sino como un centro de oficinas. Fragmentaron el volumen edificable en varios cuerpos de distintas alturas sin formalizar apenas una fachada a la Plaza de la Concordia.

Con las limitaciones tecnológicas y constructivas de la época, consiguieron un edificio digno, en la línea de lo que se hacía en ese momento en toda Europa, incluida la del Este. Una arquitectura internacional, neutra, al margen de las tradiciones y modelos constructivos al uso cuyo último fin era la funcionalidad, pero que nunca planteó su duración y posible consideración monumental, conceptos ajenos a principios del Movimiento Moderno.

El uso que tuvo el edificio durante la época franquista, comisaría de policía, creó una imagen muy negativa, especialmente entre la oposición al Régimen, no en vano pasaron injustamente por sus calabozos muchos de los políticos veteranos de la democracia.  Transcurrida casi una década de la inutilización del edificio, es hora sobrada de decisiones sobre su futuro. Un acosa está clara: un edificio se protege en función de sus valores patrimoniales y artísticos, históricos o medioambientales. En la comisaría de la Gavidia parece que se ha actuado al revés: se han forzado sus valores porque el edificio se ha protegido únicamente por su singularidad en el conjunto histórico de Sevilla, como un emblema del Movimiento Moderno. Resulta evidente que el edificio no está protegido por su historia, valores arqueológicos, materiales, composición o cualidad de su espacio interior. Lo que define la protección de su “estilo”, una variación ideológica para un edificio basado en los principios del Movimiento Moderno que nació como “no estilo” frente a los anteriores momentos culturales decimonónicos y de comienzos del siglo XX.

El uso, el tiempo y el abandono han transformado el edificio en irreconocible y ha hecho que su arquitectura funcionalista ya no funcione. La normativa contra incendios, medioambiental, el aislamiento térmico y de accesibilidad, ha cambiado tanto en estos años que resultaría imposible rehabilitar el edificio tal cual está sin cambios sustanciales que lo modificaran en profundidad. Su imagen actual es lamentable, cubierto de redes y toldos  para evitar la caída de materiales. A este edificio podría aplicarse la injustificable idea que causó cientos de derribos históricos en el centro de Sevilla: el agotamiento de la vida de un edificio. Esta arquitectura, después de cincuenta años, está agotada.

Su propietario, el Ayuntamiento de Sevilla, debe tomar una decisión meditada y transparente al tener la condición de edificio público. Y esta decisión debe tomarse en base a la información, no a la ideología. Lo primero es contar con un informe detallado, sobre el estado constructivo del edificio., fundamentalmente su cimentación, estado de conservación de la estructura metálica y confirmar que no haya amianto en los cerramientos y cubiertas como se ha apuntado en algunos foros. Una vez determinados estos factores, buscar cómo mantener los valores que han supuesto su protección y encontrar la mejor utilización posible del edificio para la ciudad.

27-07-2022

Cuenta atrás para recuperar un edificio que se había convertido en una rémora. Las obras en la antigua comisaría de la Policía Nacional de la Gavidia comenzarán en septiembre. Así lo ha asegurado este martes el alcalde Antonio Muñoz, durante una visita realizada junto al delegado de Hábitat Urbano, Juan Manuel Flores; el delegado del distrito Casco Antiguo, Juan Carlos Cabrera y el arquitecto de la empresa que compró el edificio, Mario Ronquillo, quien ha desgranado las líneas básicas del proyecto. La intervención, que durará dos años, contempla la construcción de un hotel de cinco estrellas, una zona de oficinas y un espacio dedicado a la memoria democrática en los sótanos.

El edificio de la antigua comisaría, cerrado y abandonado desde hace décadas, era un lastre para el Ayuntamiento de Sevilla que, en varias ocasiones, había intentado su enajenación. La compra-venta del edificio, situado en pleno centro, en un amanzana delimitada por las Plazas de la Concordia y la Gavidia y las calles San Juan de Ávila y Teniente Borges, se cerró por una cifra superior a los diez millones de euros (más IVA9. Tras superar todos los trámites previos, el proyecto obtendrá este viernes la licencia de obras por parte de la Gerencia de Urbanismo. “Llevamos tiempo trabajando con la propiedad en la redacción del proyecto. La concesión este viernes de la licencia de obras es buena noticia. Ha pasado y cuenta con todos los informes  favorables: urbanismo, patrimonio, memoria democrática. En otoño, podría verse el inicio de los trabajos”, ha explicado el alcalde, Antonio Muñoz.

El edificio, realizado en estilo Momo por el arquitecto Ramón Monserrat, se convertirá en un hotel de cinco estrellas que estará gestionado por una cadena internacional, un espacio de la memoria democrática y un coworking, pero va a afectar a todo el entorno, que sufrirá una importante transformación

Aunque este proyecto está todavía en fase de redacción, el alcalde avanzó las líneas básicas de transformación de una zona un tanto caótica: “Será, sin duda, más amable para el peatón. Se generará un gran espacio peatonal que desde la Gavidia permitirá realizar un recorrido que llegará hasta Altadis por Tetuán, la Plaza Nueva, la Avenida y la nueva pasarela. También se preparará para la llegada del tranvía a Ponce de León. En definitiva, no se trata solo del edificio. Es un proyecto mucho más ambicioso que afecta a todo el entorno”

Esta intervención global para homogeneizar la zona y eliminar las distintas cotas que hay ahora será sufragada por la empresa y contará con una intervención de un millón de euros.

El arquitecto que ha redactado el proyecto, Mario Ronquillo, ha explicado que hay bastante interés de varias cadenas hoteleras internacionales para gestionar el futuro hotel. La intervención será “muy delicada” con el edificio, respetando todas sus protecciones y siendo muy respetuoso con la volumetría y su pureza de líneas: “Vamos a potenciar los aspectos arquitectónicos originales”.

La intervención en las fachadas será también sutil. En la que da al Sur, a la calle Teniente Borges, se aplicará una piel a modo de velo, que servirá para mejorar la eficiencia energética.

La propuesta de rehabilitación se centra en la adaptación de la construcción actual a los nuevos usos que se van a implantar y a “su relación con el espacio público próximo”, la Plaza de la Concordia. Todo ello, respetando al máximo su volumen edificado y la configuración del edificio.

El inmueble se estructura segmentando los usos por plantas. De la primera a la quinta se sitúan las habitaciones del espacio  hotelero (también se localizan algunas habitaciones en planta baja).El hotel cuenta con la categoría de cinco estrellas y con 105 habitaciones, siendo cuatro de ellas accesibles. El edificio tiene tres núcleos de comunicación vertical, con ascensores accesibles en cada uno de ellos.

En la planta baja, la actuación se centra en la liberación de los espacios, para establecer una conexión entre la Plaza de la Concordia, los dos patios existentes y los diferentes usos que se proponen en la actuación. En la planta semisótano se concentran las instalaciones necesarias para el buen funcionamiento del hotel.

Actualmente, el  edificio se encuentra abandonado y  vandalizado. Está vallado y protegido con una serie de mallas para evitar daños por posibles desprendimientos de la fachada. Presenta un sótano que ocupa casi la totalidad de la parcela y una edificación sobre rasante que varia en altura según las zonas.

En cuanto al aspecto exterior, que será lo que más llame la atención, modificándose la envolvente de vidrio, así como la reparación de las cubiertas. En parte del exterior se aplicará un acabado de mortero de cal.

En cuanto al interior, el edificio funcionalmente responde a una planta baja de uso del hotel donde se sitúan la recepción, el comedor, un bar y una sala de televisión. En esta planta también se sitúan cuatro habitaciones en la zona más privada. Por San Juan de Ávila se accederá a la zona de coworking. La entrada del servicio del hotel también se produce por esta calle.

Los dos patios interiores se mantienen, bajándose de cota el de menores dimensiones con el objeto de iluminar y ventilar la zona de oficinas. El sótano ocupa casi toda la parcela bajo rasante. Se conservarán los núcleos de escaleras existentes que permiten la conexión de las distintas plantas. El proyecto contempla modificar lo imprescindible la distribución de la tabiquería actual para adaptar las estancias al uso hotelero.

El arquitecto ha confirmado que las obras arrancarán en otoño y que, en septiembre, comenzarán a instalarse los andamios y otras medidas de seguridad. El plazo previsto de ejecución, si todo marcha de manera normal, será de dos años.

La inversión será de 9.652.113,90 euros de los que 8.521.200 euros se emplearán en el hotel; 368.550 euros, en el espacio coworking;165.847, en la zona de museo; y 596.515, en la urbanización.

La Plaza de la Concordia cuenta con un aparcamiento subterráneo rotatorio y para muchos residentes de la zona, cuya concesión a la empresa Saba finaliza en muy corto plazo, el alcalde ha asegurado que la reurbanización prevista tendrá en cuenta la existencia de esta infraestructura y que el Ayuntamiento está muy interesado en su mantenimiento.: “Mi opinión es que el centro debe seguir contando con un aparcamiento de estas características. La voluntad del gobierno es volver a licitarlo. Será uno de los elementos a tener en cuenta en el proyecto. El entorno es bastante mejorable pero no hay intención de eliminar el aparcamiento”.

Con la operación de venta del inmueble de la Gavidia el Ayuntamiento ha obtenido 10,5 millones de euros, destinados a distintos proyectos urbanísticos en los barrios o de rehabilitación del patrimonio municipal. Mientras, la empresa adjudicataria invertirá otros 12 millones de euros en la rehabilitación del edificio y su puesta en uso con los distintos equipamientos hoteleros, de emprendimiento, cultural y museístico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANTIGÜEDAD COMERCIAL: BARES ANTIGUOS

BAR LAS ESCOBAS 1386 BAR LA AURORA 1913   Lista de algunos de los bares más antiguos de la capital hispalense: 1.-Bar La Aurora (1913), call...