La Plaza del Duque estaba
presidida, según el plano de Olavide dibujado en  1771, por la iglesia gótica de San Miguel,
construida en el siglo XIV y derribada por la Gloriosa en 1868. El lado de
poniente de la plaza estaba ocupado, en la alienación de la calle Jesús del
Gran Poder, por un gran edificio, el colegio jesuita de San Hermenegildo que
fue un colegio para enseñanza pública en el que se aprendía gramática latina en
tres clases: Retórica, Artes y Teología. La gran manzana que ocupaba esta
fundación renacentista era la que separaba las plazas del Duque y de la
Gavidia.
Posteriormente, el colegio
fue  transformado en cuartel, siendo
derribados en 1957, salvo su magnífico templo, de planta oval, que se salvó en
el último momento gracias a su declaración como monumento nacional.N
A la demolición del viejo colegio
de San Hermenegildo se añadió la destrucción de la Plaza del Duque con el
derribo de tres palacios: el de los Sánchez Dalp, el de Palomares y el de los
Cavalieri, todo ello bajo el mandato del alcalde Marqués del Contadero. Una
destrucción que sustituía un extenso patrimonio arquitectónico y artístico por
un entorno banal y una arquitectura indiferente y anónima.
El plan urbanístico de la
entonces plaza del 18de julio, hoy Plaza de la Concordia, definía como sus
objetivos: “realizar un importante ensanche y el aprovechamiento de las
posibilidades urbanísticas en orden al adecentamiento, descongestión del
tráfico, aparcamiento y logro de zonas tranquilas de expansión”. Disponía de
tres bloques aislados de edificación y sugería desmontar la Plaza del Duque
para conseguir “aparcamiento para treinta coches”. Como se observa, la
fascinación de la época era el tráfico rodado y su intento de llevarlo hasta el
centro de la ciudad.
Los bloques se suprimieron y se
concentró la edificación en el lado oeste de la plaza. En este solar se
construyó en 1966 la Comisaría de Policía por los arquitectos Monserrat y López
de Asiaín.
Los autores proyectaron un  edificio funcionalista, ajeno al entorno y
apoyado en la última tecnología de la época: estructura metálica y muros
cortina de cristal y paneles, con una voluntad industrial más que artesanal. No
diseñaron específicamente el edificio como comisaría sino como un centro de
oficinas. Fragmentaron el volumen edificable en varios cuerpos de distintas
alturas sin formalizar apenas una fachada a la Plaza de la Concordia.
Con las limitaciones tecnológicas
y constructivas de la época, consiguieron un edificio digno, en la línea de lo
que se hacía en ese momento en toda Europa, incluida la del Este. Una
arquitectura internacional, neutra, al margen de las tradiciones y modelos
constructivos al uso cuyo último fin era la funcionalidad, pero que nunca
planteó su duración y posible consideración monumental, conceptos ajenos a
principios del Movimiento Moderno.
El uso que tuvo el edificio
durante la época franquista, comisaría de policía, creó una imagen muy
negativa, especialmente entre la oposición al Régimen, no en vano pasaron
injustamente por sus calabozos muchos de los políticos veteranos de la
democracia.  Transcurrida casi una década
de la inutilización del edificio, es hora sobrada de decisiones sobre su
futuro. Un acosa está clara: un edificio se protege en función de sus valores
patrimoniales y artísticos, históricos o medioambientales. En la comisaría de
la Gavidia parece que se ha actuado al revés: se han forzado sus valores porque
el edificio se ha protegido únicamente por su singularidad en el conjunto
histórico de Sevilla, como un emblema del Movimiento Moderno. Resulta evidente
que el edificio no está protegido por su historia, valores arqueológicos,
materiales, composición o cualidad de su espacio interior. Lo que define la
protección de su “estilo”, una variación ideológica para un edificio basado en
los principios del Movimiento Moderno que nació como “no estilo” frente a los
anteriores momentos culturales decimonónicos y de comienzos del siglo XX.
El uso, el tiempo y el abandono
han transformado el edificio en irreconocible y ha hecho que su arquitectura
funcionalista ya no funcione. La normativa contra incendios, medioambiental, el
aislamiento térmico y de accesibilidad, ha cambiado tanto en estos años que
resultaría imposible rehabilitar el edificio tal cual está sin cambios
sustanciales que lo modificaran en profundidad. Su imagen actual es lamentable,
cubierto de redes y toldos  para evitar
la caída de materiales. A este edificio podría aplicarse la injustificable idea
que causó cientos de derribos históricos en el centro de Sevilla: el
agotamiento de la vida de un edificio. Esta arquitectura, después de cincuenta
años, está agotada.
Su propietario, el Ayuntamiento
de Sevilla, debe tomar una decisión meditada y transparente al tener la
condición de edificio público. Y esta decisión debe tomarse en base a la
información, no a la ideología. Lo primero es contar con un informe detallado,
sobre el estado constructivo del edificio., fundamentalmente su cimentación,
estado de conservación de la estructura metálica y confirmar que no haya
amianto en los cerramientos y cubiertas como se ha apuntado en algunos foros.
Una vez determinados estos factores, buscar cómo mantener los valores que han
supuesto su protección y encontrar la mejor utilización posible del edificio
para la ciudad.
27-07-2022
Cuenta atrás para recuperar un
edificio que se había convertido en una rémora. Las obras en la antigua
comisaría de la Policía Nacional de la Gavidia comenzarán en septiembre. Así lo
ha asegurado este martes el alcalde Antonio Muñoz, durante una visita realizada
junto al delegado de Hábitat Urbano, Juan Manuel Flores; el delegado del
distrito Casco Antiguo, Juan Carlos Cabrera y el arquitecto de la empresa que
compró el edificio, Mario Ronquillo, quien ha desgranado las líneas básicas del
proyecto. La intervención, que durará dos años, contempla la construcción de un
hotel de cinco estrellas, una zona de oficinas y un espacio dedicado a la memoria
democrática en los sótanos.
El edificio de la antigua
comisaría, cerrado y abandonado desde hace décadas, era un lastre para el
Ayuntamiento de Sevilla que, en varias ocasiones, había intentado su
enajenación. La compra-venta del edificio, situado en pleno centro, en un
amanzana delimitada por las Plazas de la Concordia y la Gavidia y las calles
San Juan de Ávila y Teniente Borges, se cerró por una cifra superior a los diez
millones de euros (más IVA9. Tras superar todos los trámites previos, el proyecto
obtendrá este viernes la licencia de obras por parte de la Gerencia de
Urbanismo. “Llevamos tiempo trabajando con la propiedad en la redacción del
proyecto. La concesión este viernes de la licencia de obras es buena noticia.
Ha pasado y cuenta con todos los informes 
favorables: urbanismo, patrimonio, memoria democrática. En otoño, podría
verse el inicio de los trabajos”, ha explicado el alcalde, Antonio Muñoz.
El edificio, realizado en estilo
Momo por el arquitecto Ramón Monserrat, se convertirá en un hotel de cinco
estrellas que estará gestionado por una cadena internacional, un espacio de la
memoria democrática y un coworking, pero va a afectar a todo el entorno, que
sufrirá una importante transformación
Aunque este proyecto está todavía
en fase de redacción, el alcalde avanzó las líneas básicas de transformación de
una zona un tanto caótica: “Será, sin duda, más amable para el peatón. Se
generará un gran espacio peatonal que desde la Gavidia permitirá realizar un
recorrido que llegará hasta Altadis por Tetuán, la Plaza Nueva, la Avenida y la
nueva pasarela. También se preparará para la llegada del tranvía a Ponce de
León. En definitiva, no se trata solo del edificio. Es un proyecto mucho más
ambicioso que afecta a todo el entorno”
Esta intervención global para
homogeneizar la zona y eliminar las distintas cotas que hay ahora será
sufragada por la empresa y contará con una intervención de un millón de euros.
El arquitecto que ha redactado el
proyecto, Mario Ronquillo, ha explicado que hay bastante interés de varias
cadenas hoteleras internacionales para gestionar el futuro hotel. La
intervención será “muy delicada” con el edificio, respetando todas sus
protecciones y siendo muy respetuoso con la volumetría y su pureza de líneas:
“Vamos a potenciar los aspectos arquitectónicos originales”.
La intervención en las fachadas
será también sutil. En la que da al Sur, a la calle Teniente Borges, se
aplicará una piel a modo de velo, que servirá para mejorar la eficiencia
energética.
La propuesta de rehabilitación se
centra en la adaptación de la construcción actual a los nuevos usos que se van
a implantar y a “su relación con el espacio público próximo”, la Plaza de la
Concordia. Todo ello, respetando al máximo su volumen edificado y la
configuración del edificio.
El inmueble se estructura
segmentando los usos por plantas. De la primera a la quinta se sitúan las
habitaciones del espacio  hotelero
(también se localizan algunas habitaciones en planta baja).El hotel cuenta con
la categoría de cinco estrellas y con 105 habitaciones, siendo cuatro de ellas
accesibles. El edificio tiene tres núcleos de comunicación vertical, con
ascensores accesibles en cada uno de ellos.
En la planta baja, la actuación
se centra en la liberación de los espacios, para establecer una conexión entre
la Plaza de la Concordia, los dos patios existentes y los diferentes usos que
se proponen en la actuación. En la planta semisótano se concentran las
instalaciones necesarias para el buen funcionamiento del hotel.
Actualmente, el  edificio se encuentra abandonado y  vandalizado. Está vallado y protegido con una
serie de mallas para evitar daños por posibles desprendimientos de la fachada.
Presenta un sótano que ocupa casi la totalidad de la parcela y una edificación
sobre rasante que varia en altura según las zonas.
En cuanto al aspecto
exterior, que será lo que más llame la atención, modificándose la envolvente de
vidrio, así como la reparación de las cubiertas. En parte del exterior se
aplicará un acabado de mortero de cal.
En cuanto al
interior, el edificio funcionalmente responde a una planta baja de uso del
hotel donde se sitúan la recepción, el comedor, un bar y una sala de
televisión. En esta planta también se sitúan cuatro habitaciones en la zona más
privada. Por San Juan de Ávila se accederá a la zona de coworking. La entrada
del servicio del hotel también se produce por esta calle.
Los dos patios interiores se mantienen, bajándose de cota el de menores dimensiones con el objeto de iluminar y ventilar la zona de oficinas. El sótano ocupa casi toda la parcela bajo rasante. Se conservarán los núcleos de escaleras existentes que permiten la conexión de las distintas plantas. El proyecto contempla modificar lo imprescindible la distribución de la tabiquería actual para adaptar las estancias al uso hotelero.
El arquitecto ha confirmado que las obras arrancarán en otoño y que, en septiembre, comenzarán a instalarse los andamios y otras medidas de seguridad. El plazo previsto de ejecución, si todo marcha de manera normal, será de dos años.
La inversión será de 9.652.113,90 euros de los que 8.521.200 euros se emplearán en el hotel; 368.550 euros, en el espacio coworking;165.847, en la zona de museo; y 596.515, en la urbanización.
La Plaza de la Concordia cuenta con un aparcamiento subterráneo rotatorio y para muchos residentes de la zona, cuya concesión a la empresa Saba finaliza en muy corto plazo, el alcalde ha asegurado que la reurbanización prevista tendrá en cuenta la existencia de esta infraestructura y que el Ayuntamiento está muy interesado en su mantenimiento.: “Mi opinión es que el centro debe seguir contando con un aparcamiento de estas características. La voluntad del gobierno es volver a licitarlo. Será uno de los elementos a tener en cuenta en el proyecto. El entorno es bastante mejorable pero no hay intención de eliminar el aparcamiento”.
Con la operación de venta del inmueble de la Gavidia el Ayuntamiento ha obtenido 10,5 millones de euros, destinados a distintos proyectos urbanísticos en los barrios o de rehabilitación del patrimonio municipal. Mientras, la empresa adjudicataria invertirá otros 12 millones de euros en la rehabilitación del edificio y su puesta en uso con los distintos equipamientos hoteleros, de emprendimiento, cultural y museístico.

No hay comentarios:
Publicar un comentario