Fue realizada, en 1908, para Manuel Grosso. Diseñada por José Espiau dentro
de su etapa modernista se construyó a la par que su vecino, el número 5. Casa
también modernista realizada por José Gómez Millán heredando el estilo
ecléctico impuesto por Gali Lassaleta, de cierta inspiración victoriana.
La Casa Grosso destaca por su cuidada decoración. Los remates en forma de
manguitos de máquina la relaciona con la casa para Heriberto Pons del
arquitecto catalán Soler y March.
Es sumamente interesante su forja, sus cierres nos recuerdan al edificio
que podemos encontrar en Álvarez Quintero, aunque en esta ocasión la decoración
floral es más profusa. Ciertamente la decoración se basa en flores y hojas
varias, las hojas alcanzan incluso su puerta, totalmente original, aunque en un
estado de conservación de la misma no demasiado bueno a pesar de que el
edificio fue renovado recientemente.
También observamos en su fachada un cierto toque clasicista, con detalles como las pilastras laterales, la piel de su fachada de piedra o su configuración 3 x 3.
No hay comentarios:
Publicar un comentario