Es la calle más estrecha de Sevilla, por la que pasear de dos en dos no es una de las mejores ideas. El punto más estrecho de esta calle cuenta con 106 cm. en la que no podremos ni estirar los brazos con facilidad. Se encuentra situada en el entrañable barrio de Santa Cruz, donde las calles estrechas son habituales.
Esta histórica calle es muy característica por su temperatura fresca, algo bastante inusual en Sevilla. Su estrechez es la que le confiere las temperaturas agradables tan ideales para todos los que pasean por ella. En ella el sol no se refleja a ninguna hora del día y la sombra es la que predomina en esta calle y la mayoría de los rincones del barrio de Santa Cruz.
Su nombre actual, denominada como Calle Reinoso, no es el más conocido por los sevillanos, sino el de la "calle de los besos". Aunque en el siglo XVII era conocida como calle del Moro Muerto, su nombre de calle Reinoso viene dado por el poeta Félix José Reinoso desde 1840, en homenaje al artista, que residía en el barrio de Santa Cruz.
Muchos se preguntan de dónde viene este nombre tan
característico y a quién se lo ocurrió. Como todas las leyendas no se
sabe si la explicación que tradicionalmente se le ha dado es real, pero
lo que sí es verdad es que la calle se ha bautizado así para siempre.
La leyenda cuenta que, al ser una calle tan estrecha, los balcones tenían tal proximidad que los propietarios se podían saludar con dos besos al asomarse a ellos. Este curioso hecho es el que ha impulsado el conocimiento de todos de la calle de los besos.
La peculiar disposición de las calles de la antigua judería de Sevilla, estrechas e irregulares, se debía a la defensa de la ciudad y a asegurar la sombra debido a las altas temperaturas. En la calle de
los besos estas teorías cobran especial relevancia debido a su
fisionomía.
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