Dirección: calle San Jacinto núm. 29
Teléfono: 954501070 (ext. #205)
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Ovejas Negras llega al Barrio de Santa Cruz con la idea de poner en marcha uno de esos cafés emblemáticos que existen en la mayoría de las grandes ciudades. Un lugar para comer y beber bien, sin que se resienta demasiado la cartera y situado en un emplazamiento de ensueño. El objetivo es que se convierta en la estampa que quieran recordar todos los que los visitan, siendo también cercano para esos sevillanos que no suelen frecuentar el barrio debido a las hordas de turistas que, cámara en ristre, llenan sus calles.
Ovejas Negras rinde así su pequeño homenaje a esos cafés de antaño donde se reunían políticos, escritores e intelectuales y que han sobrevivido al paso del tiempo. A esta nueva propuesta se suma la cuidada decoración realizada por Persevera Producciones. Para dar forma a este proyecto se han unido los antiguos locales de Chicolé y Café Alianza, creando un espacio inspirado en el Barrio de Santa Cruz y dividido por una gran barra central que preside el interior.
Una estética de cafetería vintage, que engloba elementos decorativos
inspirados en formas y materiales de décadas pasadas, creando un espacio
atrevido y sugerente. Un ambiente diferente que combina techos y suelos de
madera con papel pintado, grandes plantas naturales, mesas de café con tapas de
mármol, apliques de pared dorados y lámparas de techo de opalina, sillas de
olmo natural y sillones corridos de terciopelo, dándole al conjunto un toque
único. Fuera, una enorme terraza con una treintena de mesas bajo la sombra de
los naranjos y las sombrillas de la Plaza de la Alianza, con el sonido de fondo
del agua de la fuente.
Gran parte de la restauración sevillana está en manos de grupos hosteleros.
Esto unifica la oferta pero resta personalidad a un legado que forma parte de
nuestro ADN.
El nuevo proyecto avalado por el grupo hostelero Ovejas Negras Company
cubre las necesidades del enorme número de turistas que frecuentan la zona,
pero su verdadero objetivo es recuperar a los sevillanos para que vuelvan a
disfrutar de un barrio que demanda una mejor coexistencia entre vecinos y la
continua legión de forasteros. En definitiva, Café Santacruz es un sitio ideal
para disfrutar de buen tapeo, a precios populares y en un entorno único.
Dirección: Rodrigo Caro núm. 11
Teléfono: 955090910
La lonja de tapas de Sevilla
Frente a las Reales Atarazanas, se
encuentra esta casa construida por el marqués de Torrenueva en el siglo XVIII.
Aunque después fue lonja de pescado, aún mantiene sus columnas romanas rodeadas
de arcos, con muros arañados por el tiempo y una gran colección de cabezas de
toro de diferentes ganaderías y pelajes.
En el barrio del Arenal, la zona con más vida en las calles de Sevilla. En plena zona monumental, Postiguillo se sitúa a espaldas de la Catedral y junto al Arco del Postigo. Una situación inmejorable para conocer el centro histórico de Sevilla.
La remodelación de las Atarazanas y el Mercado de Artesanía del Postigo convierten a Postiguillo en el lugar ideal para empezar y terminar las rutas turísticas por Sevilla.
La decoración está inspirada en los antiguos corrales de comedia de Sevilla. Una pasarela de madera sobrevuela la sala central, de cuyo techo cuelgan ruedas de hierro de forja con lámparas que alumbran con originalidad.
Una luz cálida en un entorno de encanto único que hace más apetecible la gran selección de tapas y vinos. Contamos también con una de las mayores colecciones de cabezas de toro de la ciudad en nuestras paredes.
Posiblemente la cerveza más fría de Sevilla. En el Bar Postiguillo disfrutarás de la cerveza más fría de Sevilla. Podrás acompañarla de las tapas y raciones de cocina andaluza que le han dado fama, así como de los productos del mar y del buen jamón de bellota. Tapas tradicionales como frituras, guisos y chacinas, además de un toque innovador y recetas cercanas a la cocina de vanguardia. Una gastronomía creativa y generosa de la mano de una de las mejores selecciones de vino de la ciudad.
Dirección: calle Dos de Mayo núm. 2
Teléfono: 965565162
Gastronomía
sevillana en un tesoro arquitectónico
Un entorno de
cuento del Siglo de Oro con portadas, fachadas y patios dieciochescos para
arropar un edificio histórico. Durante siglos, hogar de la representación de la
riqueza en forma de moneda. Durante años, casa de vinos, cerveza y
tapas. Tras un gran trabajo de restauración, La Moneda vuelve a recuperar
su esplendor arquitectónico y sus costumbres de buen beber y mejor comer.
Varios usos antecedieron a la fábrica de moneda. Algunos vestigios indican que su primer uso tenía fines portuarios durante la época romana. También puede ligarse su uso a basílicas visigodas y fortalezas musulmanas, lo que explica el amurallamiento patente de la parcela.
Destruida por las disputas territoriales, la zona pasó por periodos de ruinas e incluso hizo las veces de huerta. El entorno fue reurbanizándose para acoger Atarazanas, Colegios o la propia Aduana de la ciudad durante los siglos XIII y XIV.
Alfonso X es el primero que ordena la manufactura de Pipiones y Maravedís en el barrio. Herreros y Monederos pasan a ocupar entonces las viviendas sitas en el complejo. Tras la concesión de los Reyes Católicos dos siglos después, y con la intención de unificar la moneda en los reinos, una de las pocas Cecas (fábricas de moneda) reales también sería ubicada aquí.
En 1585 comienzan las obras de la que podemos considerar la actual Real Casa de La Moneda, obra de Juan de Mijares. Se inaugura en 1587 y cientos de trabajadores pasan a fabricar moneda en las instalaciones. Como Real Fábrica, sufrió varias remodelaciones, siendo la más llamativa la que en el siglo XVIII incluyó la espectacular portada de acceso que hoy se mantiene, obra de Van der Borcht, presente también en el diseño de la Real Fábrica de Tabacos.
En el siglo XIX la fábrica deja de funcionar y, aunque el complejo mantuvo el uso residencial, el edificio se fue deteriorando hasta volver a quedar en ruinas. A finales del XX volvió a restaurarse, acogiendo el mítico bar La Moneda, nuestro predecesor en estas lides.
Aunque la Casa de la Moneda vuelve a ser un bar, poco tiene que ver con su predecesor.
Homenaje a la historia del edificio, los techos de madera de sus dos niveles, se sostienen con una réplica de los Caños de Carmona, acueducto que cruzaba sus aledaños camino del Alcázar, y vigas de hierro moteadas con los tonos que el tiempo hubiese dejado marcados.
Las baldosas del suelo forman un espectacular mosaico que dota al restaurante de un aire imperial, indicando el camino que acaba en una chimenea que preside el salón mayor. Tras los “Caños”, un jardín vertical cubre al completo una de las paredes enladrilladas para hacer juego con las decenas de plantas naturales que rodean las mesas.
El local se ilumina con decenas de lámparas de pie y réplicas de lámparas de aceite enjauladas, pero sobre todo con los grandes ventanales que ocupan toda la fachada exterior. El restaurante tiene acceso por la puerta principal, en Adolfo Rodríguez jurado y junto a la gran portada, y por la parte posterior, ya dentro del patio que arropa la misma portada. A través de cada puerta se accede a los distintos niveles del bar, anexionados en su interior tanto por una pequeña escalera como por un ascensor, lo que le dota de total accesibilidad.
Los elementos homenaje a la Moneda están presentes por todo el restaurante. Ánforas llenas de oro y el esqueleto enjaulado de un desdichado buscador, ocupan parte de la sala de entrada. El aseo puede considerarse la propia cueva del tesoro, con las paredes cubiertas de monedas y lingotes y un sistema de espejos que nos envuelve en el preciado metal.
Los cuadros, una mezcla de pinturas y fotografías de todas las épocas. Podemos encontrarnos cara a cara con las actrices Louis Brooks o Maggie Smith, con la extraña pareja Winehouse – Joplin, con las estrellas más relevantes del jazz o con los iconos más destacados del movimiento Mod, a la vez que con un majestuoso retrato del poeta inglés Coventry Patmore.
Su oferta se sustenta en el recetario tradicional sevillano, con tapas tan reconocibles como la ensaladilla de la casa, surtidos de croquetas, solomillo al whisky, huevos estrellados con jamón, cola de toro al estilo tradicional o pescaíto frito.
Una propuesta dirigida a una clientela variopinta, con un menú donde han querido plasmar una cocina actualizada pero de marcado carácter local. Un equilibrio difícil en el que ser fiel a su esencia, pero tratando de agradar a consumidores mayoritariamente extranjeros. Pese a este tira y afloja, en La Casa de la Moneda no renuncian a colocar en el menú exquisiteces locales. Hay tomates aliñados con melva, pimientos asados con gambas de cristal, gazpacho, carrillada ibérica en salsa o garbanzos con langostinos. También encontramos buenas carnes a la brasa, presente en el menú a través del lomo bajo de ternera, la presa ibérica o el Tbone de ternera (500 gr), bien trabajados. De postre no os perdáis el helado de turrón con Luis Felipe o la tarta de queso con mango
El local lo puso en marcha el 18 de mayo de 2020 Gabriel Cebrero. El sitio es pequeño y tiene una pequeña barra con algunas mesas altas en el interior a lo que suman otra pequeña terraza también de mesas altas
Es una bodeguita que ofrece buenos productos, además de desayunos con panes que traen directamente de La Algaba como bobitos, bollos o molletes y recetas más elaboradas. Montaditos, ibéricos de Cumbres Mayores, salazones y un amplio surtido de quesos conviven con otras propuestas de más enjundia.
En
una cuidada vajilla emplatan garbanzos con cola de toro, fabes con pulpo,
fabada o carrillada. También son frecuentes platos como fabes con jabalí,
judías con perdiz, pote asturiano, callos manchegos, espinacas con garbanzos,
codillo o garbanzos con langostinos.
Además,
tienen sugerencias que van variando cada semana, entre las que se encuentran:
piquillos preñaos de merluza y langostinos, hígado de rape o mousse de pato
sobre Inés Rosales y mermelada. Hay vinos del Marco de Jerez
Dirección: calle
Chicarreros núm. 9
Dirección: calle San Jacinto núm. 29 Teléfono: 954501070 (ext. #205) Patio San Eloy