Luis Cernuda Bidou o Bidón (Sevilla, 21 de septiembre de 1902-Ciudad de México, 5 de noviembre de 1963) fue un poeta y crítico literario español,
El abuelo materno,
Ulises Bidou, era de origen francés, pero castellanizó el apellido como «Bidón»
al instalarse en España; luego, en el exilio, su nieto Luis recobraría el
apellido original francés. Era el único de los abuelos de Luis que vivía cuando
este nació. Tenía una droguería en la plaza del pan (oficialmente
llamada plaza de Jesús de la Pasión) de Sevilla.
El padre, Bernardo Cernuda Bauzá, nacido en Naguabo (Puerto Rico) en 1856, fue comandante de un regimiento de ingenieros. La madre, Amparo Bidón y Cuéllar, era de Sevilla Luis tenía dos hermanas mayores: Amparo, nacida en 1894, y Ana, nacida en 1895. Luis, tercer y último hijo del matrimonio, nació el 21 de septiembre de 1902 en la casa familiar, situada en el número 6 de la calle Conde Tójar, actualmente denominada calle Acetres. Fue bautizado en la iglesia del Salvador
Su afición por la lectura empezó con libros de viajes de la biblioteca paterna. También se cuenta entre sus primeras lecturas un libro de mitología. En 1913 se reeditaron sus obras y dos primas, Luisa y Brígida de la Sota, prestaron a las hermanas de Luis algún ejemplar de las mismas, posiblemente las primeras poesías leídas por él.
Entre 1913 y 1915 estudió bachillerato en el Colegio San Ramón de la calle Bailén. En 1915 el padre ascendió a teniente coronel y la familia se mudó al cuartel del Tercer Regimiento de Zapadores, en el Prado de San Sebastián. En 1915 Luis pasó a estudiar en el colegio de los escolapios. Aquí tendría dos profesores poetas: Jerónimo Córdoba Roldán, prestigioso latinista, y Antonio López, miembro de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. En el curso 1916-1917 López, que impartía Retórica, pidió a sus alumnos que compusieran una décima, empezando entonces Luis a escribir versos. Luis estableció una amistad con Antonio López que duró este y los dos cursos siguientes. Fue este profesor el que le corrigió sus primeros versos, le dio claves para componerlos y le animó a recitar poesía. Antonio López falleció el 20 de diciembre de 1919.
En el curso
1917-1918 Luis fue miembro de la Junta Directiva de Congregaciones Marianas,
dirigida por el músico y compositor Miguel Millán Bonell. En 1918 el padre se
retiró con el rango de general y la familia se trasladó a un nuevo domicilio en
la calle Jáuregui.
Empezó a
estudiar Derecho en la en octubre de 1919. El primer curso conoció
al profesor Pedro Salinas. Enseguida Salinas percibió la singularidad de su
alumno:
Difícil de conocer. Delicado, pudorosísimo, guardándose su intimidad para él solo, y para las abejas de su poesía que van y vienen trajinando allí dentro -sin querer más jardín- haciendo su miel. La afición suya, el aliño de su persona, el traje de buen corte, el pelo bien planchado, esos nudos de corbata perfectos, no es más que deseo de ocultarse, muralla del tímido, burladero del toro malo de la atención pública. Por dentro, cristal. Porque es el más Licenciado Vidriera de todos, el que más aparta a la gente de sí, por temor de que le rompan algo, el más extraño.
En sus años
universitarios entabló amistad con José González Montes y con Carlos García
Fernández, más tarde miembro de la Real Academia Sevillana de las Buenas
Letras.
Con el
fallecimiento de su padre, el 9 de marzo de 1920, la familia se volvió a
mudar, esta vez al número 20 de la calle Conde de Benomar (el actual número 4
de la calle Aire), en el barrio de Santa Cruz.
Entre 1923 y
1924 hizo el servicio militar en el Tercer Regimiento de Artillería. Uno de los
ejercicios consistía en ir a caballo por los alrededores de Sevilla por las
tardes. Años después, en 1958, Cernuda diría que una de esas tardes empezó a
ver las cosas de una forma nueva que le llevaron a escribir una serie de versos
(que no se conservan).
El 15 de enero
de 1924 Cernuda publicó unas prosas llamadas Matices en
el F. E. S., una publicación de la Federación Escolar Sevillana.
Salinas
organizaba casi todas las tardes tertulias literarias a las que asistían,
entre otros, el poeta y pintor Higinio Capote Porrúa y el poeta Joaquín
Romero Murube. En 1924, tras la publicación de sus Matices, Cernuda
se unió a la tertulia.
Salinas le
recomendó a Cernuda poetas franceses del siglo XIX. Por su cuenta, Cernuda leyó también al poeta
surrealista francés Pierre Reverdy, con quien tuvo una gran afinidad.
Cernuda leía ya habitualmente a poetas clásicos españoles como Garcilaso de la Vega, fray Luis de León, Góngora, Lope de Vega, Quevedo y Calderón de la Barca. Sin embargo, él mismo declaró en 1958 que fue en tiempos en los que conoció a Salinas cuando "percibió el sentido" de lo que habían escrito esos autores. Se licenció en derecho en diciembre de 1924.
En 1925 Pedro Salinas le prestó a Luis algunos libros de André Gide. Gracias a estas lecturas, Luis Cernuda resolvió un conflicto interno con respecto a su homosexualidad. En 1925 Salinas le enseñó a Juan Ramón Jiménez algunos poemas de Cernuda.
En diciembre de 1925 Luis Cernuda publicó nueve de sus poemas en la Revista de Occidente, fundada por José Ortega y Gasset. En enero de 1926 estuvo en Madrid, donde conoció a Ortega y Gasset, a Ramón María del Valle-Inclán y estuvo en casa de Juan Ramón Jiménez. También visitó el Museo del Prado. Posteriormente, regresó a Sevilla.
En 1926 colaboró en los números 56, 57 y 59 del suplemento literario del periódico La Verdad. Ese mismo año publicó en el número 5 de la revista sevillana Mediodía y en el número 2 de la revista malagueña Litoral. Esta última revista, fundada por Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, fue la más representativa de la generación del 27.
A finales de
1926 envió una poesía para la revista murciana Verso y Prosa, fundada por Juan
Guerrero Ruiz y Jorge Guillén y que se editó entre enero de 1927 y
octubre de 1928. Esta poesía le gustó mucho a Guillén, que le envió a Cernuda
una carta elogiosa. En enero de 1927 Litoral publicó tres
poemas suyos y Mediodía uno.
El 25 de mayo Romero y Murube publicó en El Noticiero Sevillano unos apuntes líricos donde decía que "en calidades sevillanas, el salto atrás de Perfil del aire llega hasta Bécquer". El 1 de junio José Bergamín escribió una crítica elogiando al libro y a su autor en La Gaceta Literaria y discrepando de la opinión dada por Ayala, lo que motivó una respuesta de este el 1 de julio en la misma revista.
El 19 de junio Gerardo Diego le escribió una carta a Cernuda valorando positivamente su libro. En octubre de 1927 publicó un nuevo poema en Litoral que empieza diciendo: "Solo escollos de sombra débilmente". En mayo del mismo año publicará en Verso y Prosa cinco poemas. En diciembre de 1927 publicó su Égloga en la revista Carmen, que había sido fundada ese año en Gijón por Gerardo Diego. El 15 de diciembre escribió Elegía, que fue publicada en Verso y Prosa en octubre de 1928. El 1 de enero de 1928 escribió Homenaje, dedicada originalmente a fray Luis de León y que fue publicada en Carmen en marzo del mismo año. Estas tres obras, con influencias de Garcilaso y Mallarmé, se integraron en Égloga, elegía, oda dentro de su libro La realidad y el deseo de 1936. El 1 de abril de 1928 Salvador de Madariaga elogió el poema Homenaje en el diario El Sol de Madrid.
El torero y escritor Ignacio Sánchez Mejías sufragó y organizó con el Ateneo de Sevilla un homenaje a Góngora, que tuvo lugar a mediados de diciembre de 1927 en un salón cedido por la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Al acto asistieron como invitados Federico García Lorca, Rafael Alberti, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Juan Chabás y Jorge Bergamín. Luis Cernuda estuvo entre el público.
Existe correspondencia entre Luis Cernuda y el poeta Fernando Villalón, lo que, junto con un comentario de Luis Ortiz Muñoz en una carta del 24 de febrero de 1928, indica que tuvieron relación por estas fechas. En febrero de 1928 la revista Meseta de Valladolid publicó dos prosas de Cernuda con el título de Huésped eterno. En marzo del mismo año publicó un romance con influencias de Juan Ramón Jiménez y de los romances gitanos de Lorca en Papel de Aleluyas de Huelva.
El 4 de julio de
1928 murió su madre. Cernuda vendió la casa familiar y se alojó en una pensión
de la calle Rosario hasta el 4 de septiembre. Adriano del Valle y Fernando
Villalón le despidieron en la estación de San Bernardo, donde tomó un tren a
Málaga. En esta ciudad se alojó en el hotel Europa y conoció en persona a
Emilio Prados, Manuel Altolaguirre y José María Hinojosa. Realizó excursiones a
Ronda y Campillos.
El 17 de septiembre de 1928 llegó a Madrid. Se alojó en una pensión en el número 19 de la calle Narváez. Tomó contacto con Salinas, que vivía entonces en Madrid, y visitó en su casa al poeta Vicente Aleixandre. En noviembre Salinas le ayudó a conseguir un puesto de lector de español en la Universidad de Toulousse. En Toulouse se instaló en el número 37 de la rue Benjamin Constant. Dejó Toulouse a mediados de junio de 1929 y pasó por Barcelona, que le encantó. Luego se instaló en Madrid, en la calle Fuencarral, número 151, 5º.
En otoño de 1929 acudió con frecuencia a la casa de Vicente Aleixandre. En marzo de 1930 empezó a trabajar en la librería de León Sánchez Cuesta, situada en la calle Mayor. El poeta vivía entonces en el 2º izquierda del número 1 de la Glorieta de Bilbao. En mayo de 1929 publicó algunos poemas de esta obra en Litoral y en noviembre del mismo año hizo lo mismo en la Revista de Occidente. El 14 de mayo de 1930 publicó otros poemas en Nueva Revista El día 11 de enero de 1931 acudió a una comida ofrecida por la hispanista francesa Mathilde Pomés en el restaurante Buenavista. En esta comida también estuvieron Pedro Salinas, Juan Guerrero Ruiz, Federico García Lorca, León Sánchez Cuesta, José Bergamín y Gerardo Diego.
El 18 de enero de 1931 se publicó en El Sol un artículo titulado José Moreno Villa o los andaluces en España, donde decía que la poesía española moderna había comenzado con el poemario Garba de ese autor malagueño, publicado en 1913. El 14 de abril de 1931, día de proclamación de la Segunda República, Cernuda estuvo en un manifestación republicana que recorrió la calle Alcalá en dirección a la Puerta del Sol.
Lorca le presentó a un joven actor gallego llamado Serafín Fewrnández Ferro y tuvieron un romance. La relación sentimental entre Luis y Serafín había terminado en abril de 1932.
El 6 de agosto de 1931 se constituyó el Patronato de Misiones Pedagógicas, presidido por Manuel Bartolomé Cossío y con Pedro Salinas como vocal. Este patronato organizaba bibliotecas para niños y adultos y llevaba copias de cuadros del Museo del Prado a pueblos alejados en lo que se conoció como Museo del Prado o Museo Circulante, del cual era colaborador el pintor Ramón Gaya. En un informe del Patronato para los años 1931-1933 se menciona a Cernuda en una misión en Las Navas del Marqués en la provincia de Ávila, del 13 al 18 de julio de 1932. El 9 de marzo de 1933 consta que estuvo en una misión en Toledo. El 10 de octubre de 1933 publicó en el diario Luz un artículo titulado Soledades de España. Con el Museo del Pueblo, donde narra una misión en Pedraza, provincia de Segovia. En 1934 visitaría Andalucía con las misiones: en enero estuvo en Cádiz; en febrero y marzo estuvo por la provincia de Almería; a comienzos de julio pasó por Sevilla; el 18 de julio se encontraba en Aracena, el 1 de agosto en Ayamonte, el 23 y el 23 de agosto en Huelva, y el 28 de agosto en Chiclana; el 29 de agosto pasó un día en Cádiz, el 30 de agosto regresó a Chiclana; el 4 de septiembre estuvo en Medina Sidonia, el 13 de septiembre en Arcos de la Frontera, el 20 de septiembre en Grazalema; entre el 21 y el 24 de septiembre estuvo en Olvera, el 27 de septiembre en Ronda y la noche del 29 de septiembre tomó un tren en Córdoba con destino a Madrid.
En febrero de 1932 Gerardo Diego publicó Poesía española. Antología. 1915-1931 en la que incluía obras de diecisiete poetas abarcando desde los más veteranos, como Unamuno o los hermanos Manuel y Antonio Machado, hasta los jóvenes, como Cernuda, Alberti o Altolaguirre. Este libro abarca tres generaciones de escritores: la del 98, la del 14 y la del 27.
En junio de 1932 asistió a la boda entre Altolaguirre y Concha Méndez. Por entonces había publicado ya en la revista Héroe, de Altolaguirre, un poema que se incluyó luego en Los placeres prohibidos. Entre mayo de 1932 y mayo de 1933 escribió los diecisiete poemas que componen su obra Donde habite el olvido. Dos de estos poemas aparecieron en la revista Héroe y otros cuatro en la Revista de Occidente. Según Vicente Aleixandre, este poemario es el último homenaje de Cernuda a Serafín.
En enero de 1933 Altolaguirre publicó con su editorial "La Tentativa poética" una antología de poemas de Cernuda titulada La invitación a la poesía. En febrero de 1933 publicó un artículo sobre Juan Ramón Jiménez titulado Unidad y diversidad en la revista Los cuatro vientos y, ese mismo mes, apareció un poema de Los placeres prohibidos en la revista valenciana Murta.


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