Se halla ubicado en pleno centro histórico de la ciudad, en el barrio de Santa Catalina, siendo una institución pública de carácter administrativo y cultural.
Construido entre 1895 y 1908 como Palacio de Justicia de Sevilla, según proyecto de José Sáez y José Gallegos, se levantó en el solar de la antigua alhóndiga.
Durante la década de 1970 los juzgados se trasladaron, y el edificio pasó a formar parte del patrimonio municipal, permaneciendo cerrado y en estado de abandono. En 1981 se firmó un convenio entre el Ayuntamiento de Sevilla y el Ministerio de Cultura de España, mediante el cual este último se hacía cargo de la reforma y acondicionamiento del edificio para albergar el Archivo Municipal; a cambio, la ciudad cedía a perpetuidad al Estado la mayor parte del edificio para que fuera destinado a Archivo Histórico Provincial, que aún no estaba creado. En 1982 se dio comienzo a las obras, cuyo proyecto fue realizado por Cruz y Ortiz
Después de su restauración su fachada muestra un pórtico de estilo neoclásico. Su interior contiene dos patios con galerías y una escalera central de mármol. El Archivo Histórico Provincial de Sevilla tiene su entrada por el pórtico principal, en la calle Almirante Apodaca. El Archivo y Hemeroteca Municipal, dependientes del Servicio de Archivo, Hemeroteca y Publicaciones del Ayuntamiento de Sevilla, tiene su entrada por la esquina de las calles Almirante Apodaca y Alhóndiga.
Los Archivos Históricos Provinciales nacieron en virtud del Decreto de 12 de noviembre de 1931, pero tuvieron que transcurrir 56 años para que se creara el Archivo Histórico Provincial de Sevilla por Orden del Ministerio de Cultura de 2 de julio de 1987 (BOE 20 de julio de 1987) con la finalidad de reunir, conservar y difundir los fondos documentales de carácter histórico de la Administración del Estado generados en la provincia de Sevilla. Así mismo formaría parte del Archivo la documentación procedente de la Administración Periférica de la Junta de Andalucía que hubiera perdido su vigencia administrativa.
El Archivo fue inaugurado oficialmente el 1 de septiembre de 1991, abriéndose al público en noviembre de ese mismo año.
El papel de los archivos públicos se fundamenta en tres principios recogidos en la Constitución de 1978: el principio de eficacia de las Administraciones Públicas (artículo 103.1), el derecho de acceso de las personas a los archivos y registros administrativos (artículo, 105.b) y la conservación del patrimonio documental público (artículo 46). Su transposición se concreta en tres facetas:
-Gestión de documentos y de información, en organizaciones y administraciones públicas, sirviendo de apoyo a la eficacia de su gestión, pues en ellos se conservan antecedentes necesarios para fundamentar y justificar sus decisiones
-Protectores de derechos individuales y colectivos, al conservar pruebas válidas para acreditar los derechos.
-Salvaguarda de la memoria cultural, fuente indispensable para la investigación histórica, facilitando el estudio y la difusión cultural.

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