domingo, 5 de noviembre de 2023

CASAS: SALVADOR GUARDIOLA FANTONI
















La Casa Guardiola (1880) es una auténtica obra de arte, un referente en el estilo sevillano y por ello es estudiada en las universidades.

Aunque fue construida en pleno movimiento romanticismo Sevillano, resultó toda una revolución porque además de ser de las obras privadas la más completa del eclecticismo sevillano del S. XIX, se anticipó con elementos que serían la base de la arquitectura regionalista sevillana; un movimiento que tendría su esplendor 50 años más tarde con la Expo del 29.

Andrés Parladé y Sánchez de Quirós, Conde de Aguiar, pintor, político y arqueólogo fue quien la mandó construir (tío abuelo del famoso interiorista Jaime Parladé).

El conde de Aguiar fue todo un artista, y también pintó obras aunque rara vez expuestas al público. Sus medios económicos le permitieron pintar por afición, por lo tanto su clientela era muy reducida y no se obsesionó con exponer en museos. Si bien actualmente hay obras suyas en en el Museo del Prado en Madrid, el Museo de Orsay en París y Museo de Bellas Artes en Sevilla.

El diseño de la casa se debe al gusto y la dirección estética de su dueño quién al ostentar cargos políticos como senador de Sevilla o Director de las excavaciones de Itálica, pudo dotar a la casa con joyas históricas, a parte de la majestuosidad de su patio de columnas, como la auténtica cruz de la Inquisición.

La cultura del XIX fue ecléctica y como tal, fue su arte: que se basaba en confundir elementos de todos los estilos para producir composiciones híbridas.

En la construcción de la casa se introdujeron nuevos materiales como son las estructuras y soportes metálicos y se emplearon otros de antaño, pero siempre con material de primera calidad: desde la madera de los artesonados de casetones, hasta la madera de los suelos y chimeneas. Todo madera de importación procedente de la India, o de su lugar de origen, ya sea pino de Flandes, Canadá… Hasta el mármol de suelos y columnas o las telas de damasco en seda natural revistiendo paredes, y hasta el ladrillo visto de la zona de servicio.

Tras la muerte del Conde y al morir éste sin descendencia, su viuda puso en venta la casa. Doña Mª Luisa Domínguez que solía pasar por delante, siempre había estado enamorada de ella y fue adquirida por su marido D. Salvador Guardiola Fantoni, empresario, ganadero y agricultor a donde se trasladaron a vivir junto con sus 16 hijos.

Actualmente es regentada por los herederos de este matrimonio, que la han reformado y dotado de las necesidades adecuándola para dar eventos: nuevos cuartos de baño, zona habilitada para el cátering, cuarto insonorizado para el baile, estancia museo con las guarniciones antiguas de la época…

A parte de su historia y belleza, no podemos olvidar su perfecta ubicación en pleno centro histórico de Sevilla, comunicada con paradas de taxi, metro y tranvía, así como parking público.

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GRAFFITIS: BAR ALCUZA

Bar Alcuza, calle Harinas. Autora: Alexandra del Bene