miércoles, 31 de mayo de 2023

CALLE FRANCOS



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El origen del nombre de esta tradicional calle, que se extiende desde el Salvador hasta Placentines, no cabe buscarlo en el genitivo de los galos. Debemos buscarlo en el privilegio otorgado `por Fernando III a los comerciantes aquí alojados. Se desconoce si había segundas intenciones en la decisión del monarca.

Por aquel entonces fue una forma de premiar a estos tenderos que solían abastecer a los soldados, por lo que "francos" procede de estar exentos de pagar ciertos impuestos. Es decir estaban francos de tributos.

Aunque ésta era la denominación con que se conocía a esta travesía, no fue hasta mediados del siglo XIX cuando adopta firmemente este nombre. 

No siempre ha sido tan larga como ahora, pues a mitad de la calzada existe un pequeño ensanche que provoca una desviación en su trazado rectilíneo y desemboca en un ensanche mayor hacia el final de la calle. Esta parte se conocía bajo el nombre de Entalladores, por estar aquí ubicado este gremio artesanal. Posteriormente fue conocida por Imagen, adoptando el nombre de Plazuela del Silencio durante el siglo XVIII.

El escritor Aleixandre en su obra: "Historia del Corazón" se refirió a ella como "una plaza abierta y había olor a existencia". Esta sugestiva denominación cabe explicarse porque allí se alojaba un retablo del Niño Jesús en brazos de la Virgen, y junto a ellos San José y barios ángeles solicitaban silencio colocándose el dedo en los labios. En esta calle también se lucieron dos retablos: el dedicado a la Virgen del Rosario hasta 1840 y el de la Virgen de Belén que desapareció un siglo después.

Los comercios que, tradicionalmente, se han asentado en esta calzada han sido exclusivos, intimistas, variados y muy cuidados. De alguna forma estos atributos persisten en muchos de los locales abiertos de la calle. 

En su número 11 se localizaba la conocida como la botica de la calle Francos, la más antigua de Sevilla. En el número 69, Mariano Garrido explotaba su comercio de cajas de cartón, considerado entre los más antiguos de la ciudad.

En la casa 41, donde creció la escritora Blanca de los Ríos se ubicó un museo que contó, entre sus visitantes, con el monarca Felipe II. 

La famosa casa Honda, grandioso y selectivo comercio de prendas de vestir, muy considerado entre los sevillanos más pudientes, se encontraba en el número 38. Otra tienda de géneros de vestir se ubicaba frente, en los números 39 y 45. Un  poco más adelante, en los números 54 y 56 Basilio del Camino y Hnos. regentaba otra prestigiosa tienda de ropa. Entre los números 60 y 62, la librería de Antonio Izquierdo colaboraba a ofrecer un amplio espectro de artículos en esta tradicional calle.

CALLE XIMÉNEZ DE ENCISO



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta calle larga y sinuosa, que se extiende entre la calle Santa María la Blanca y la confluencia de la calle Jamerdana con los Pasajes de Andreu y Vila, está dedicada a la memoria de Don Diego Ximénez de Enciso (1585-1634) ilustre sevillano dramaturgo y poeta del Siglo de Oro, que estuvo muy integrado en la ciudad, llegando a ser Caballero Veinticuatro y Alguacil Mayor.

Es muy frecuentada por el turismo, ya que es vía de paso desde la Puerta de la Carne al interior del  barrio de Santa Cruz, así como a la Sevilla céntrica y monumental.

Tiene dos tramos muy diferenciados, el primero más corto, coincidiendo con las calles Fabiola y la de Santa María la Blanca que padece un intenso tráfico automovilístico; el otro peatonal, desde su confluencia con la calle Cruces hasta su final en los Pasajes ya mencionados.

Además de las casas señoriales y las tiendas de recuerdos, lo que nos llama la atención son las ruedas  de molino en una de sus fachadas, conocidas como botarruedas.

Servían para preservar las paredes de los golpes de los muchos carros y carruajes que transitaban por ella.

Sobre la fachada del trasero del Oratorio de la Escuela de Cristo, dos hermosos paños de azulejos dedicados al Cristo de la Providencia y a la Virgen de la Misericordia.   

CALLE CHAPINEROS



 

Comienza en la calle Francos, y desemboca en la calle Álvarez Quintero.

Recibe su nombre de época medieval, del gremio de chapineros (fabricantes de chapines, un tipo de calzado femenino) que estuvo asentado en esta calle.

Se trata de una calle de muy corto recorrido y de trazado recto que cuenta con una anchura bastante considerable, algo no muy habitual en esta zona de la ciudad histórica.

De carácter eminentemente peatonal y sin aceras, la calle se encuentra flanqueada por construcciones de notable interés arquitectónico. Así, a uno de sus lados presenta un único edificio de gran porte y calidad arquitectónica, obra del célebre arquitecto sevillano Juan Talavera y Heredia levantado en el año 1929, según se puede leer en la fachada, junto a la puerta de entrada.

En la acera opuesta se encuentra la sede del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla.

CALLE PLACENTINES



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Se encuentra situada en el centro histórico de la ciudad y en el interior de su emblemático barrio de Santa Cruz. Une la calle Francos con la plaza Virgen de los Reyes, siendo atravesada hacia la mitad de su recorrido por la calle Argote de Molina, y ya próxima a la plaza se le une la calle Alemanes

Es ésta una calle de trazado algo curvo y de un ancho irregular, con algunos tramos muy estrechos. Se encuentra flanqueada por edificios que son en su mayoría de carácter residencial y de dos y tres plantas de altura.

Cuenta con numerosos establecimientos dedicados al pequeño comercio y a la hostelería, enfocado principalmente al turismo, en especial en el tramo más próximo a la catedral, desde donde la vista de la Giralda en toda su altura es espléndida.

El uso de esta calle es eminentemente peatonal, con aceras que en ocasiones son especialmente pequeñas y en otras más amplias, a veces ocupadas por terrazas de bares y restaurantes.

CALLE FABIOLA



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comienza en la confluencia de las calles Aire y Madre de Dios y desemboca en la calle Ximénez  de Enciso, formando parte de la delimitación del barrio de Santa Cruz.

Recibe su nombre de la famosa novela Fabiola, escrita en 1854 por el Cardenal Nicholas Patrick Wiseman, Obispo de Westminster. Precisamente Wiseman nació en la casa-palacio del nº 5 de esta calle, donde residía la familia Wiseman. Actualmente esta casa es sede de la "Fundación José Manuel Lara".

Antes de recibir este nombre era parte de la calle Aire.

Se trata de una calle estrecha y de recorrido sinuoso, delimitada por construcciones que en general poseen un marcado carácter residencial.

Como elemento peculiar y más significativo de esta calle, contiguo al palacio se conserva un fragmento de una de las murallas interiores de la ciudad, con varias piedras de molino incrustadas como botarruedas.

Su pavimento a base de adoquines y lo irregular de sus aceras aumentan la imagen de calle de trazado antiguo, muy propia de la zona histórica donde se incluye.

CALLE ALEMANES


  

Esta calle sevillana, la encontramos en la fachada norte de la Catedral, va desde la Avenida de la Constitución a la calle Cardenal Carlos Amigo, no hasta hace mucho llamada la calle Placentines. Pertenece al Casco Antiguo.

En el S. XIII el último tramo de la calle es conocido como la plazuela de Santa María. A finales del S. XIV o principio del S. XV se la conoce como la calle Gradas, topónimo que es conocida los otros dos laterales de la Catedral. Ya en documentos del S. XVII se la designa como Gradas Altas y en el S. XVIII y XIX, como Gradas Bajas. 

En 1868 se la rotula oficialmente como calle del Sagrario, ya que en ella se encuentra una de las fachadas de la iglesia de ese nombre, pero no durará mucho, poco después se la volverá a nombrar como calle Gradas. 

Poco después ya pasa a tomar el nombre de calle Alemanes. Este nombre lo toma por encontrarse en estos parajes locales regentados por comerciantes de esta nacionalidad. Con este nombre llega a nuestros días, salvo un pequeño período entre los años 1913 y 1936, en el que se la conoce como Moret, en homenaje a D. Segismundo Moret Prendergast. Político liberal, varias veces ministro, que murió en el 1913 cuando ostentaba el cargo de presidente del Congreso.

El origen de esta calle la encontramos en el S. XII, cuando se construye la mezquita aljama, que tenía en esta calle la fachada principal y de la que aún podemos encontrar restos, como la Puerta del Perdón o el Patio de los Naranjos.

Como bien podemos comprobar, se trata de una calle recta, relativamente ancha, con un andén o lonja elevada, en la acera de los pares y que bordea toda la catedral. Esta lonja está limitada por una serie de columnas y cadenas montadas en el S. XIV.

Otra de las características de esta calle, son sus soportales, muy extendido en toda la ciudad y en la calle. Aunque son pocas las viviendas que aún lo conservan, ya que muchos de los soportales desaparecieron en el S. XVIII.

a.-Los soportales son aguantados por pilares, en algunos casos y por columnas en otros. Una de las columnas más curiosas la encontramos en la esquina con Hernando Colón y con ello desvelamos el primer secreto. En el capitel de la columna vemos la siguiente inscripción: "Arias Correa labró esta su casa año 1591"

b.-Pero lo que hace especial estos soportales es una inscripción, hecha en una de las vigas a la altura de la vivienda de la casa del nº 9. La inscripción pone "Soi de Kreibig". Y con esto desvelamos el segundo secreto.

Tratando de dar respuestas a estas cuestiones, son varias las teorías que existen. D. Antonio Fernández Comesaña en una carta dirigida a un periódico viene a decir que la inscripción la hizo su amigo y compañero de clase Rodolfo

Rodolfo fue nieto de un matrimonio alemán, que con sus dos hijos llegan de Alemania y montan una tienda de relojes y óptica en ese lugar. Don Antonio define a su amigo como una mezcla de sangre alemana y española y de tener mucho ingenio y gracia. Por lo que todo fue una "broma-travesura" a la que fecha en Octubre de 1933.

c.-El tercero de los secretos, lo encontramos en la puerta del Perdón, que da acceso al patio de los naranjos. A la derecha de la puerta encontramos a San Pablo con sus tres manos. 

BARES: PATIO SAN ELOY (LAS COLUMNAS)

Dirección: calle San Jacinto núm. 29 Teléfono: 954501070 (ext. #205) Patio San Eloy