Antonio Machado Ruiz (Sevilla, 26 de julio de 1875- Colliure, 22 de febrero de 1939) fue un poeta español, el más joven representante de la Generación del 98. Su obra inicial, de corte modernista evolucionó hacia un intimismo simbolista con rasgos románticos, que maduró en una poesía de compromiso humano, de una parte, y de contemplación de la existencia, por otra; una síntesis que en la voz de Machado se hace eco de la sabiduría popular más ancestral. Fue uno de los alumnos distinguidos de la Institución Libre de Enseñanza, con cuyos idearios estuvo siempre comprometido. Murió en el exilio durante la Guerra Civil Española.
Antonio Cipriano José María Machado Ruiz nació el 26 de julio de 1875 en una de las viviendas de alquiler del llamado Palacio de Dueñas, en Sevilla. Fue el segundo varón que dio a luz su madre, Ana Ruiz Hernández, de una descendencia de ocho en total. Once meses antes había nacido Manuel, el primogénito, compañero de muchos pasajes de la vida de Antonio, y con el tiempo también poeta y dramaturgo.
La familia materna de Machado tenía una confitería en el barrio de Triana, y el padre, Antonio Machado Álvarez, era abogado, periodista e investigador del folclore, trabajo por el que llegaría a ser reconocido internacionalmente con el seudónimo de «Demófilo». En otra vivienda del mismo palacio son vecinos sus abuelos paternos, el médico y naturalista Antonio Machado Núñez, catedrático y rector de la Universidad de Sevilla y convencido institucionalista, y su esposa, Cipriana Álvarez Durán, de cuya afición a la pintura quedó como ejemplo un retrato de Antonio Machado a la edad de cuatro años.
La infancia sevillana de Antonio Machado fue evocada en muchos de sus poemas casi fotográficamente. En 1883, el abuelo Antonio, con sesenta y ocho años y el apoyo de Giner de los Ríos y otros colegas krausistas, gana una oposición a la cátedra de Zoografía de Articulaciones Vivientes y Fósiles en la Universidad Central de Madrid. La familia acuerda trasladarse a la capital española donde los niños Machado tendrán acceso a los métodos pedagógicos de la Institución Libre de Enseñanza.
El 8 de
septiembre de 1883, el tren en el que viajaba la familia Machado hizo su
entrada en la estación de Atocha. Diez días después, Manuel (nueve años),
Antonio (ocho) y José (cuatro), ingresan en el local provisional de la Institución
Libre de Enseñanza (ILE). A lo largo de los próximos años, sus profesores serán
el propio Giner de los Ríos, Manuel Bartolomé, Cossío, Joaquín Costa,, José de
Caso, Aniceto Selma, Joaquín Sama, Ricardo Rubio, y otros maestros menos
conocidos. Entre sus compañeros estaban:
Julián Besteiro,
Juan nUña, José Manuel Pedregal, Pedro Jiménez-Landi, Antonio Vinent y Portuondo
o los hermanos Eduardo y Tomás García del Real
La Institución,
en coherente armonía con el ambiente familiar de los Machado marcarían su
ideario intelectual. Con la ILE, descubrió Machado el Guadarrama.
El 16 de mayo de
1889, Machado (al que apenas faltan tres meses para cumplir catorce años)
asiste al Instituto San Isidro, donde la Institución Libre estaba entonces
colegiada, para superar la reválida de ingreso en el bachiller estatal. En
junio aprueba Geografía, pero suspende Latín y Castellano, y su expediente es
adjudicado al Instituto Cardenal Cisneros para el curso 1889-1890.
Entretanto, la
economía en casa de los Machado, que llevaba años siendo muy apretada, alcanzó
un nivel crítico. Ana Ruiz acababa de tener su noveno y último parto, una niña
nacida el 3 de octubre de 1890 que moriría años después. Su marido, un
«Demófilo» agotado, desilusionado, cuarentón y con siete hijos, decidió aceptar
el puesto de abogado que le ofrecían unos amigos en San Juan de Puerto Rico.
Conseguido el
permiso del Ministerio de Ultramar, Antonio Machado Álvarez (padre de Antonio
Machado) se embarcó rumbo al Nuevo Continente en agosto de 1892. No
consiguió fortuna sino el infortunio de una tuberculosis fulminante que
acabó con su vida, sin llegar a cumplir los cuarenta y siete años. Murió en
Sevilla, el 4 de febrero de 1893.
En 1895, Antonio Machado aún no había acabado el bachillerato. Al año siguiente, dos días antes de su vigesimoprimer cumpleaños, murió su abuelo, el luchador Krausista, íntimo amigo de Giner y eminente zoólogo Antonio Machado Núñez. A la pérdida familiar se unió el descalabro económico de una familia. Ociosos, los jóvenes hermanos Machado, entonces inseparables, se entregaron a la atractiva vida bohemia del Madrid de finales del siglo XIX. Cafés de artistas, tablaos, tertulias literarias, el frontón y los toros, todo les interesa.
Les deslumbra la
rebeldía esperpéntica de Valle-Inclán y un Sawa o la personalidad de
actores como Antonio Vico y Ri8cardo Calvo; en lo literario hacen amistad con
un Zayas o un Villaespesa, en general, se dejan estimular por la vida pública
de la mayoría de los intelectuales de la época.
En octubre de 1896 Antonio Machado, apasionado del teatro, entró a formar parte como meritorio en la compañía teatral de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza. La bohemia oscura y luminosa del Madrid del final del siglo XIX se alternaba con la colaboración de ambos hermanos en la redacción de un Diccionario de ideas afines, dirigido por el exministro republicano Eduardo Benot. Era inevitable que los jóvenes Machado sintiesen la atracción de París.
En junio de 1899, Antonio Machado viajó
a París, donde ya le esperaba su hermano Manuel. En la capital francesa
trabajaron para la Editorial Garnier. Antonio regresó a Madrid en octubre de
ese mismo año, incrementando su trato con el «estado mayor» del modernismo. En
abril de 1902, Antonio y Manuel hacen su segundo viaje a París. Allí se reencuentran
con otro hermano, Joaquín (El viajero), que regresa de su experiencia
americana «enfermo, solitario y pobre», y Antonio se vuelve con él a España el
1 de agosto. A finales de ese año, de vuelta en Madrid, el poeta entregó a la
imprenta de A. Álvarez Soledades (1899-1902), su primer libro.
Entre 1903 y 1908, el poeta colaboró en
diversas revistas literarias. En 1906, por consejo de Giner, preparó
oposiciones a profesor de francés en Institutos de Segunda Enseñanza, que
obtuvo al año siguiente.
En 1907 publicó en Madrid su segundo
libro de poemas, Soledades. Galerías. Otros poemas. El poeta tomó
posesión de su plaza en el instituto de la capital soriana el 1 de mayo y
se incorporó a ella en septiembre. Diferentes versiones han especulado sobre
las razones que Machado pudo tener para escoger Soria. Quizá le pareció la
plaza más cercana a Madrid a la que su escaso currículo le permitió acceder.
Ángel Lázaro dejó escrito lo que el propio poeta contestaba, cuando los amigos
le preguntaban sobre su decisión:
Yo tenía un recuerdo muy bello de
Andalucía, donde pasé feliz mis años de infancia. Los Hermanos Quintero estrenaron
entonces en Madrid El genio alegre, y alguien me dijo: ″Vaya usted a verla. En
esa comedia está toda Andalucía″. Y fui a verla, y pensé: ″Si es esto de verdad
Andalucía, prefiero Soria.″ Y a Soria me fui.
El Machado del París simbolista y el
Madrid bohemio reflejado en sus Soledades y galerías dio paso
en la descarnada realidad soriana a un hombre diferente. En lo literario, así
quedó reflejado en su siguiente libro, Campos de Castilla; en lo profesional,
inició su vida de maestro de pueblo; en lo sentimental, descubrió a Leonor, el
gran amor de su vida.
En diciembre de
1907, al cerrarse la pensión en la que vivía Machado, los huéspedes se
trasladaron a un nuevo establecimiento sito en la entonces llamada plaza de
Teatinos. En la nueva pensión, regida por Isabel Cuevas y su marido Ceferino
Izquierdo, sargento de la Guardia Civil jubilado, quiso el destino que el poeta
conociera a Leonor Izquierdo, la hija mayor, y aún apenas una niña de trece
años. El embeleso de Machado fue tan intenso que por primera vez quizá en su
vida se mostró impaciente, y cuando tuvo la certeza de que su amor era
correspondido acordó el compromiso con la madre de Leonor. Había pasado poco
más de un año, y los novios aún tuvieron que esperar otro hasta que ella
alcanzase la edad legal para casarse. Y así, el 30 de julio de 1909 se celebró
la ceremonia en la iglesia de Santa María la Mayor de Soria. Hace un mes
que Leonor ha cumplido los quince y el poeta ya tiene treinta y cuatro. Y
contra todo pronóstico, el matrimonio fue modelo de entendimiento y felicidad,
hasta tal punto que la novia se apasionó por el trabajo del poeta con toda la
ilusión de su juventud. Así lo han referido todos los testigos de este episodio
de la vida de Antonio Machado.


No hay comentarios:
Publicar un comentario