La idea de la creación de un museo que versara sobre la historia de la
farmacia surgió a finales del pasado siglo, cuando los profesores de Historia
de la Farmacia y Legislación Farmacéutica de la Facultad de Farmacia de Sevilla
Mª Teresa López Díaz -responsable de la Unidad-, Esteban Moreno Toral, y
Consolación Martínez García, junto con los licenciados en Farmacia Joaquín Espejos
y Javier Ballesteros, empezaron el trabajo de recopilación de material que
fuera de interés para el proyecto de un museo enviando cartas solicitando ayuda
por parte de distintas instituciones, entre ellas a los diferentes Colegios
Oficiales de Farmacia de la comunidad andaluza y personas particulares.
Con el andar del tiempo se emitió un informe en el que se precisaba que la
Fundación Farmacéutica Avenzoar había sido autorizada por el Colegio Oficial de
Farmacéuticos de Sevilla en contrato suscrito por sus presidentes con fecha 15
de marzo de 1995 para ceder en precario y calidad de depósito material al
Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica. Gracias a los primeros años
en la recopilación de material para el museo, vio la luz la exposición “La
Farmacia y el arte de curar” en 1999 en el Museo de Artes y Costumbres
Populares de Sevilla, cuya comisaria fue la profesora del Departamento de
Farmacia y Tecnología Farmacéutica María Teresa López Díaz. Y en la que, además
de los ya citados, participaron como colaboradores Francisco González Lara y
Antonio Ramos Carrillo.
Pero el tiempo pasó y, salvo en 2005, transcurrieron muchos años con el
material almacenado en cajas en la facultad de farmacia de Sevilla hasta que,
en 2012, se pensó dedicar ese mismo espacio a albergar un Museo de Historia de
la Farmacia que sirviera a la par como centro docente para la impartición de
los seminarios de Historia de la Farmacia de la nueva asignatura de grado en
farmacia denominada “Quimioinformática, Investigación e Historia de la
Farmacia”. La idea partió del profesor Antonio Ramos Carrillo, con la
aceptación de Esteban Moreno Toral y con la colaboración de Javier Ballesteros
Morales, la profesora Consolación Martínez García y la farmacéutica Rocío Ruiz
Altaba.
En esencia, se retomó la idea. Buscamos crear un Museo que exprese
claramente su propia personalidad y sea comprensible tanto a niveles de
enseñanza universitaria como de público en general en un diálogo entre los
objetos y las personas y con la misión de la conservación, protección y
mantenimiento del patrimonio. Teniendo también como pilar importante la
investigación, pues ya ha dado lugar a dos trabajos fin de máster y la puesta
en marcha de una Tesis Doctoral. Por demás, se ha editado un video didáctico
con el nombre “Farmacia, Arte y
Bienestar” que completa su vertiente didáctica.
La documentación nos ayudará a dar vida a cada objeto y cuyo colofón es la
recreación de una farmacia de finales del siglo XIX y principios de XX. Además,
no se ha parado en la búsqueda de colaboración de todo aquel que quiera
participar, por lo que cabe destacar la ayuda de alumnos internos, entre los
que citamos a Jesús Guerrero.
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