Es un edificio del siglo xvi. Es el primero de estilo plateresco realizado en España. Es la sede del Ayuntamiento de Sevilla.
En la Edad Media se construyó junto a un lienzo de muralla el corral de los Olmos. Este se encontraba junto a la fachada este de la catedral y la fachada principal del palacio arzobispal, en el entorno de la actual plaza Virgen de los Reyes. El corral de los Olmos albergaba el cabildo municipal y el cabildo catedralicio, que era el propietario de todo el conjunto. El cabildo municipal era de estilo mudéjar y se realizaron obras en el mismo en 1437, dirigidas por el maestro de obras del Alcázar, Hamete, y por el maestro albañil Abraham. A comienzos del siglo xvi los maestros de obras Francisco Jiménez y Bartolomé Díaz hicieron una portada mudéjar.
A comienzos del siglo xvi el cabildo municipal decidió la construcción de una nueva sede. La ciudad había experimentado un gran crecimiento económico debido a que en 1503 se había instalado en ella la Casa de Contratación de Indias. En marzo de 1526 tuvo lugar en la urbe la boda del emperador Carlos I de España V del Sacro Imperio Romano Germánico con su prima Isabel de Portugal.
Se decidió que la nueva sede fuese en la plaza de San Francisco, donde ya se encontraba la Real Audiencia. Entonces, esta plaza era un lugar para el comercio. Cerca de aquel lugar estaba la alcaicería de la Seda. El nombre de la plaza se debía a que en el lado oeste estaban la entrada del compás y la cabecera de la iglesia del convento de San Francisco, que era la casa grande de la orden en Sevilla. Las obras empezaron en el último trimestre de 1526.
Las obras comenzaron bajo la dirección del maestro mayor Diego de Riaño. En enero de 1527 empezaron a llegar cargamentos de piedras de Utrera que habían sido contratadas con los canteros Juan y Francisco García. En marzo de 1527 el herrero Juan Doncel proporcionó a Diego de Riaño herramientas para los canteros de la obra. Entre los primeros trabajadores figura como aparejador Arnao. En la obra participaron canteros de Sevilla, las Vascongadas y Francia. A lo largo de 1528 fue llegando más piedra de Utrera y de El Puerto de Santa María. Las obras fueron paralizadas el 24 de diciembre de 1529 por falta de fondos.
Las obras se reanudaron en 1532. Riaño viajó a El Puerto de Santa María para encargar más cargamentos de piedra. En agosto, empezó la realización de los relieves el entallador Nicolás de León, que ya había colaborado con el maestro mayor en la construcción de las capillas de los Alabastros de la catedral de Santa María de la Sede de Sevilla. En 1533 Riaño fue a buscar más artistas para los relieves a Plasencia, donde estaba construyendo la catedral de Santa María de la Asunción el cantero Pedro de Mayda. En abril de 1533 llegaron para esta labor los entalladores Diego Guillén Ferrant y Jacques Gonçalo Herrandes. La construcción de las bóvedas comenzó en diciembre de 1533. En 1534 Roque Balduque realizó el escudo de la ciudad que hay en el muro oeste de la sala capitular baja.
En 1534 Diego de Riaño se trasladó a Valladolid para las obras de la colegiata de Santa María la Mayor, falleciendo en esa ciudad el día 30 de noviembre. El entonces aparejador, Juan Sánchez, pasó a ser el maestro mayor, aunque con el mismo proyecto diseñado por Riaño. A mediados de 1535, Sánchez dirigió una ampliación de la casa consistorial.
La ampliación tuvo lugar en unas casas anejas adquiridas a Constanza Hernández que ya habían sido usadas como almacén durante la construcción del ayuntamiento. Las casas fueron derribadas en octubre de 1535 y posteriormente se comenzó con la construcción del Juzgado de Fieles Ejecutores. En esta obra trabajaron los canteros Pedro de Riaño y Juan Lorenzo y el entallador Diego Guillén. Los frisos fueron realizados por varios entalladores, entre los que estaban Toribio de Liébana y Juan Nogués. Las bóvedas de este sector fueron labradas entre finales de 1538 y mediados de 1539. En el muro que hace frontera con la avenida y en el arco que daba acceso al compás del convento intervinieron los entalladores Toribio de Liébana, Juan de Landeras, Diego de Lara y Gonzalo del Castillo.
Finalizada la planta baja, se realizó el primer piso en 1540. La construcción de la escalera finalizó hacia 1545. En la decoración de la escalera participó Roque Balduque.
El cuerpo alto de la casa consistorial fue construido entre 1550 y 1561. Las obras estuvieron dirigidas por Juan Sánchez, aunque a partir de 1558 colaboró con él Hernán Ruiz el Joven. Posteriormente, se colocó un techado de madera en la parte superior, que quedó finalizado en 1562 con la techumbre de la zona del archivo. Posteriormente se retiraron los andamios y se taparon con ladrillos los hoyos donde estos habían sido colocados. En 1563 comenzó la construcción de una doble galería porticada con pilares en la fachada que daba a la plaza de San Francisco para que pudieran contemplarse desde allí los espectáculos que se realizaban en ella. Aquella obra fue diseñada y dirigida por Hernán Ruiz el Joven y participaron en su construcción Juan Cabello, Francisco Rodríguez, Francisco de Becerril y Luis de Ofis. La galería quedó terminada en agosto de 1564. En 1570 el carpintero Rodrigo Infante realizó el aljarfe, las puertas y las ventanas de la contaduría.
A comienzos de la década de 1570 se construyó la capilla del cabildo, realizada por el maestro mayor Benvenuto Tortello en la aneja casa grande de San Francisco.
A finales de 1573 quedó concluida la sala capitular alta, con la colocación de un artesonado dorado por el pintor Miguel Vallés y con la instalación de vidrieras y rejas en las ventanas.
El final de la aneja casa grande de San Francisco comenzó con la invasión francesa de la ciudad. Aunque iba en contra de las capitulaciones de la rendición, en febrero de 1810 las tropas francesas ocuparon este convento y lo convirtieron en un cuartel. Muchos de sus cuadros de arte sacro fueron expoliados por el mariscal Soult y llevados a Francia donde, posteriormente, se dispersaron por otros museos y colecciones. En abril de 1810 los franceses decretaron la intención de crear en la zona nuevas calles y una plaza. En noviembre del mismo año el edificio fue destruido por un incendio, salvándose del mismo la iglesia y las tapias. El proyecto urbanístico no se llevó a cabo ya que, tras la retirada de los franceses, los franciscanos volvieron al edificio y empezaron su reparación. En 1821, durante el Trienio Liberal, el Ayuntamiento propuso la creación de la plaza y tomar una parte del convento para ampliar las casas capitulares. El convento fue exclaustrado y desamortizado en 1835. En parte del mismo se instaló el cuartel del Primer Batallón de la Guardia Nacional. En 1840 la Junta Popular de Gobierno tomó la decisión de demolerlo y, en 1843, el convento ya figuraba como derruido.
En 1850 el Estado cedió al Ayuntamiento la propiedad del terreno donde había estado el convento de San Francisco y del desamortizado convento de San Buenaventura. Del convento de San Francisco se conservó el arquillo y la capilla de San Onofre y del convento de San Buenaventura se derribó el cenobio. Las capillas del lado del evangelio de la iglesia de San Buenaventura se derribaron para hacer la calle Bilbao.
La construcción de la plaza Nueva fue realizada por el arquitecto municipal Balbino Marrón y Ranero a partir de 1852. En 1856 habían finalizado las construcciones de las zonas norte, sur y oeste de la plaza.
En 1857 el Ayuntamiento expropió las casas anejas que tenía el edificio en la plaza de San Francisco para ampliar la casa consistorial y que toda la manzana fuese de propiedad municipal. En 1857 la ciudad iba a ser visitada por Isabel II y todavía no habían empezado las obras en aquella parte, por lo que el arquitecto municipal Balbino Marrón y Ranero y el profesor de escenografía Salvador Montesinos realizaron un trampantojo gigante que pusieron en esa zona para mostrar como quedaría terminado.
Las obras de la casa consistorial comenzaron en marzo de 1858. Balbino Marrón realizó una fachada neoclásica para la plaza Nueva. El interior del edificio fue reformado entre los años 50 y 60 con planos de Balbino Marrón.
En 1866 el Ayuntamiento estimó que la galería realizada por Hernán Ruiz el Joven en el siglo xvi se encontraba en ruinas y encargó su demolición. En 1867 José Amador de los Ríos protestó contra esto en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y su director, Federico Madrazo, realizó una queja formal ante el Ayuntamiento que no fue atendida. Demetrio de los Ríos construyó en su lugar una ampliación de la casa consistorial, continuando la fachada plateresca del siglo xvi que daba a la plaza de San Francisco con un estilo neoplateresco. Los relieves fueron realizados entre finales del siglo xix y el siglo xx.La fachada de la plaza Nueva fue finalizada en 1867.
En 1863 el arquitecto José de la Coba diseñó una escalera para la zona central del edificio. En 1867 Manuel Galiano realizó otro proyecto para la escalera central. Finalmente, Demetrio de los Ríos presentó otro proyecto para la escalera central en 1869, que fue el que se llevó a cabo.
En 2007 el techo de la sala capitular baja, del siglo xvi, fue restaurado y la sede de los plenos se trasladó al salón Colón, de 1870. Tras esto, el salón Colón quedó como la nueva sala de plenos del Ayuntamiento de Sevilla.
En 1890 la Academia de Bellas Artes de Sevilla consideró positiva la idea de colocar una reja frente a la zona del siglo xvi de la casa consistorial. Francisco Aurelio Álvarez Millán diseñó una reja neorrenacentista en 1891, aunque la Academia la consideró demasiado simple y le añadió elementos decorativos similares a los de la reja de la capilla de la Visitación de la catedral de Sevilla. La reja fue realizada por la fundición Santa Matilde y fue colocada en 1914. No obstante, la reja impedía que el monumento se apreciase adecuadamente, por lo que Andrés Parladé, conde de Aguiar, presidente de la Comisión de Monumentos, la retiró en 1919.
La fachada construida por Balbino Marrón y Demetrio de los Ríos de la plaza de San Francisco fue esculpida por varios autores en un estilo neoplateresco: Pedro Domínguez López entre 1897 y 1900, José Ordóñez Rodríguez entre 1914 y 1915 y entre 1928 y 1929 y Manuel Echegoyán entre 1955 y 1974.
En 1928 se realizó la reforma de la estancia del antiguo Juzgado de Fieles Ejecutores para que fuese la sede de la alcaldía. El proyecto fue realizado por Antonio Arévalo y aprobado por la Comisión de Monumentos, presidida por Carlos Cañal. En esta obra se transformó la puerta que había junto al arquillo en una ventana, colocando piedra labrada en la parte inferior y una reja con una vidriera en la parte superior. Además, se hizo una puerta en la parte sur de la estancia para dar acceso a la alcaldía desde el arquillo.
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