Esta casa diseñada por José Espiau nos muestra un estilo de transición entre el modernismo y el regionalismo. El proyecto se presenta en 1911 con la intención de participar en el famoso concurso de casas sevillanas, éste no es el único edificio que presenta el arquitecto. El edificio, sin embargo, no entró en concurso por haber sido multado su promotor al empezar el edificio antes de obtener la licencia de construcción.
Su composición hace referencia a la estética modernista, así vemos balcones con las esquinas redondeadas, dando movimiento a la fachada, detalles florales, como las que vemos en la cartela del número, figuras como querubines y dragones que decoran los espacios entre los arcos de la ventana superior del cuerpo central. Sin embargo, también apreciamos cierta influencia regionalista, en la crestería de estilo neogótico que remata el edificio o el recubrimiento de piedra. El edificio tiene un esquema típico sevillano tres por tres. Eso, sí, las ventabas superiores son más reducidas, dada la influencia modernista.
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