jueves, 16 de noviembre de 2023

CASAS: CASA PALACIO DE LA PLAZA SAN MARCOS


 

Elegante palacete con una curiosa arquitectura, al menos en su fachada ya que conjuga elementos barrocos con otros más cercanos al lenguaje neoclásico que hacia mediados de siglo estaba siendo introducido en Andalucía.

Dura batalla, por cierto, la que se vio obligado a librar el Neoclasicismo frente a un Barroco con el que se sentía plenamente identificado el sevillano.

Considerado el primero un estilo elitista importado de Francia, propio de una aristocracia que intentaba agradar a los miembros de la nueva casa Borbón, el Barroco era el arte del pueblo, de sus iglesias, de sus esculturas, de sus pinturas, de su propia forma de vestir e incluso pensar.

Y así, construido posiblemente en medio de esta "batalla estilista" quizás por indecisión o falta de valentía a la hora de inclinarse hacia un lado u otro, este palacio de la Plaza de San Marcos presentará elementos de ambos lenguajes arquitectónicos, como si no hubiera terminado de romper de forma definitiva con el arte antiguo pero sin perder la vista del nuevo estilo que se abría paso.

Levantado en tres plantas, la fachada de este edificio presenta una composición perfectamente simétrica, característica de esa nueva arquitectura neoclásica que intentaba arraigar en las calles sevillanas.

Mientras los huecos de la planta baja conformaban amplios ventanales, los dos superiores fueron resueltos con balcones, flanqueando el conjunto pilastras de orden gigante marcando la medianería.

Será precisamente en  el balcón principal así como en los de la última planta donde este edificio establezca un nexo de unión entre el arte barroco que a escasos metros llegaba al éxtasis en San Luis de los Franceses.

Para ello fueron empleados bellas yeserías para decorar y dar movimiento al recercado de estos huecos, siempre respetando esa simetría.

Así alrededor del balcón principal, que hace las veces de remate del sobrio pórtico de entrada al edificio, elementos de hojarasca, querubines y angelitos realzan el marco de yesar que rodea el hueco.

Algo más controlada es la composición ornamental que se sitúa en el interior de los balcones de la última planta con motivos florales y una especie de fauno controlando el conjunto.

Estas ricas yeserías se simplifican a motivos geométricos en los rosetones situados entre estos balcones de planta tercera, huecos que coincidían posiblemente con estancias secundarias del inmueble apenas necesitadas de la luz del sol.

Sin embargo, la decoración vuelve a enriquecerse en el ámbito del balcón central de esta tercera planta, tanto que se une con el principal de la segunda mediante una composición de hojas de acanto, vides y otros motivos vegetales que aparecen proteger un resalto en el que quizás estuvo representado el escudo de la familia que encargó el palacio.

Del interior de este palacio conocemos poco, aunque fue bastante alterado durante las obras que lo rehabilitaron para albergar viviendas.

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GRAFFITIS: SENOVILLA