Sevilla tiene una nueva estatua en sus calles. José Gómez Ortega, más conocido como Joselito El Gallo, ya luce junto a la Basilíca de la Macarena, el lugar desde el que partió la idea de que tuviera un monumento.
La Hermandad de la Macarena, de la que fue Oficial de Junta y precursor de la asistencia social, ha sido la impulsora del proyecto, llevado a cabo por el escultor moronense Manuel Martín Nieto gracias a las numerosas donaciones que ha recibido la corporación de la Semana Santa. La estatua, de 1'75 metros, está hecha de bronce y presenta al torero de Gelves con capote de paseo y montera en la mano derecha "en su último paseillo en Talavera de la Reina", según explicó el autor durante la inauguración de la efigie. Allí perdió la vida un 16 de mayo de 1920. Una fecha que motivó un programa de actos que conmemorarán el 100 aniversario de su muerte. La pandemia ha sido la culpable de que se inaugure un año después de lo previsto.
La ceremonia de descubrimiento del monumento contó con un emotivo acto previo, conducido por Francisco Castilla, secretario de la hermandad. En el interior del templo basilical macareno se estrenó una marcha inspirada en una anécdota del propio Joselito, que prometió al bordador Juan Antonio Rodríguez Ojeda pagar unos varales de oro para la Esperanza. Pero el toro Bailador se cruzó en su camino, acabando con su vida y su promesa áurea. El compositor Abel Moreno saldó esa deuda componiendo Varales de oro. El propio músico onubense la estrenó con la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla y la explicó a los presentes, que llenaban la iglesia y sus alrededores: "Mezcla música taurina del pasadoble Gallito y cofradiera, incluyendo un coche de caballos hacia la plaza de toros y toque de clarines". Su interpretación provocó la primera ovación de la tarde. La segunda fue cuando José Antonio Fernández Cabrero, hermano mayor de la Macarena, y Juan Espadas, alcalde de Sevilla, destaparon el monumento en la Plaza de la Esperanza Macarena.
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